I. Un cantautor inglés proclama que se conoce a una cultura por su basura. En los botaderos y rellenos sanitarios de Venezuela pueden constatarse los síntomas de nuestra dependencia cultural y económica. El consumismo se mide en toneladas, y contrasta con la miseria de quienes se sostienen económicamente en el aprovechamiento de los desperdicios. También […]
I. Un cantautor inglés proclama que se conoce a una cultura por su basura. En los botaderos y rellenos sanitarios de Venezuela pueden constatarse los síntomas de nuestra dependencia cultural y económica. El consumismo se mide en toneladas, y contrasta con la miseria de quienes se sostienen económicamente en el aprovechamiento de los desperdicios. También puede rastrearse la corrupción y la negligencia estatal en los desastres ambientales y sociales que resultan del mal manejo de estos botaderos.
II. El informe de Provea correspondiente al período 1999-2000, sobre el estado de los derechos humanos en el país, dedica un capítulo al derecho a un ambiente sano. Allí se lee:
«(El) Frente Ambiental Andino (FAA) propone la reducción, reuso, reciclaje y educación en materia de desechos sólidos para enfrentar este problema, pues consideran que las propuestas de SINCREBA de incineración y de bloques compactados que se depositan en terrazas no solucionará el problema, pues la incineración produce sustancias mutagénicas y carcinogénicas, descargas de dioxinas y furanos y de metales pesados, todos los cuales contribuyen al calentamiento global y a enfermedades respiratorias. Por otra parte, indica el FAA, el sistema de bloques compactados contamina las aguas, plantas, animales de la zona y no son soluciones responsables ni definitivas. «(1)
III. Las comunidades vecinas del sector El Balcón sostuvieron una prolongada lucha por la clausura del botadero que allí servía de destino final a la basura de Mérida, y lograron presionar a las autoridades regionales para que adelantaran gestiones en busca de una alternativa. La gobernación adeca de William Dávila proyectó la construcción de una planta de tratamiento de desechos, involucrando en el proyecto a la empresa SINCREBA. Su gobierno pasó pero la empresa quedó, pese a las promesas de los recién llegados a la gobernación de romper con el pasado político, de oligocracias y corruptelas.
IV. «Al construir cualquier obra de envergadura se deben tomar en cuenta desde un punto de vista macro los servicios públicos, todos los elementos sociales, el estudio de factibilidad y el impacto ambiental, entre otras cosas, pero aquí se trabajó no sobre la base de una planta de tratamiento sino sobre una planta segregadora» . «La empresa SINCREBA no es especializada en diseño conceptual de plantas de manejo de desecho sino que ha surgido como una respuesta a unos requerimientos que tenían las autoridades, pero si se evalúa el perfil y la experiencia de esa empresa no llegaría a estar frente a una capacidad demostrable en el manejo integral de la basura.» (José Rujano, profesor de la Universidad de los Andes, entrevistado por el Diario Frontera, 19-7-06)(2).
V. La construcción de la planta tomó varios años, pero pocos meses luego de su inauguración en Agosto de 2006, demostró su completo fracaso. Ante la incapacidad para procesar y reciclar la cantidad de basura producida diariamente por la mancomunidad de cinco municipios, la empresa solicitó al Ministerio del Ambiente permisos para instalar incineradoras de basura en la planta. Esto ocurre ocho años después de que grupos ecologistas denunciaran las fórmulas de SINCREBA como irresponsables, basadas en la compactación e incineración de la basura, y no en su reutilización; después de la inversión de miles de millones de bolívares en la construcción de una planta cuyo fin era el reciclaje de la basura.
VI. Nilron Yaguarán, obrero de la planta, plantea las razones del cierre ejecutado por los obreros el día 9 de mayo de 2007: «A partir de hoy no dejaremos que entre ningún camión de basura de la mancomunidad a descargar los desechos sólidos en el patio de la planta, sino que se les dará permiso hasta el día lunes para que desembarquen en el área de confinamiento. A partir del próximo lunes, no vamos a dejar entrar ningún camión ni a la planta ni al área de confinamiento porque la misma está totalmente colapsada y no da para más». «Aquí en la planta no nos están dejando reciclar la basura, en El Balcón sí lo hacíamos, y por supuesto sacábamos mayor cantidad de dinero. Aquí no nos dejan y por ello se acumula más la basura, a tal punto que en 10 meses que lleva de funcionamiento esta planta, la misma ya colapsó, al igual que el área de confinamiento no da para más». (3)
VII. Luego de construida la planta, SINCREBA pasó a usufructuar la concesión para administrar ese bien público. Utilizó la concesión como una licencia real para explotar desaforadamente a los trabajadores, pagándoles miserias a destajo por los materiales clasificados manualmente en condiciones insalubres. El patrono despide en Febrero a su personal obrero, unos 130 trabajadores, y crea una cooperativa para que los subcontrate. «Los trabajadores no reciben el bono de alimentación, ni cotizan al Seguro Social o a la Ley de Política Habitacional, no tienen ningún beneficio, ni tampoco seguridad personal, porque no cuentan con el equipo mínimo necesario para desempeñar esa labor» destaca César Ninamango, asesor legal de los trabajadores (4). La empresa ni siquiera cancela las prestaciones adeudadas a los trabajadores despedidos. Frente al desenfreno patronal, los trabajadores forjan sus instrumentos de lucha: crean un sindicato y logran incorporarse a la cooperativa, originalmente constituida por 5 personas, nombrando una directiva comprometida con sus compañeros de trabajo.
VIII. La tercera semana de Septiembre, los patronos se llevan una de las máquinas compactadoras y dos de los camiones de la planta. Los trabajadores expulsan a los saqueadores de cuello blanco y toman la planta el sábado 22 de ese mes, exigiendo al Estado la asignación de la planta a una empresa de producción social constituida y administrada por los obreros. José Miguel Nieto, compañero de lucha de los obreros de Puente Viejo, escribe: «En el estado socialista que estamos construyendo estas son las cosas que nos llaman a ser solidarios, nuestro llamado es a que esta denuncia sea difundida y que los resultados sean los que sumen la mayor felicidad de quienes como nosotros son venezolanos, quienes merecen recibir el mejor trato y consideración por el trabajo que desarrollan día (a) día. Los integrantes de la cooperativa están dispuestos a llegar hasta lo último».
IX. Los más marginados y explotados de esta sociedad realizan una de sus labores más necesarias. Por la salubridad de nuestras ciudades, arruinan su salud tratando los desechos. César Albornoz, de largas luchas, observa: «un hombre realiza la tarea que nadie quiere realizar, se contamina, puede contaminar a su familia, y a cambio no recibe sino miserias. Ni siquiera el salario mínimo, mientras que un diputado puede ganar millones por alzar la mano de vez en cuando». Muchos de los trabajadores explotados en la planta de tratamiento vienen de ser recolectores informales en el botadero de El Balcón, y afirman que las condiciones económicas del trabajo en la planta administrada por los capitalistas son peores que las de El Balcón. En el nuevo botadero, en un terreno cercano a la planta de tratamiento, también trabajan recolectores informales. Insólitamente, SINCREBA administra bienes públicos, en perjuicio del bien público. Una situación similar ocurre con la empresa URBASER, que administra infraestructura y equipos de propiedad pública para explotar y vejar a los trabajadores del aseo urbano de Mérida. Frente a prácticas semejantes por parte de los capitalistas de la basura, los trabajadores no tardarán en unir sus luchas. En el último eslabón de la cadena de consumo, la lucha de clases.
X. Con el control obrero, la organización solidaria sustituye a la organización del saqueo y la rapiña. Unos 70 trabajadores conforman comités de vigilancia, operaciones, administració n, comercializació n, salud, toman las decisiones de índole general en asamblea, y luego de una semana alcanzan los niveles de funcionamiento normales en la planta. Una mujer, Sonia Mejías, destaca entre los liderazgos que nacen de esta lucha: «Ahora, verdaderamente se están abriendo los espacios que nos fueron negados por mucho tiempo… asumimos el control y estamos trabajando más fuerte que antes; ahora realmente sabemos el potencial que tenemos»(5). Otro trabajador explica: «(para los patronos) nosotros no éramos más que títeres, manejados por ellos. Eso no es así, y lo estamos demostrando» .
XI. Mientras que las autoridades regionales y locales dialogan con los enemigos de los trabajadores, sus cuerpos represivos entorpecen las labores en la planta, interrogando y tomando los datos de quienes comercializan los materiales reciclables, el viernes 28 de Septiembre. El estafador y el estafado son socios. El Estado delega la tarea en la empresa, que delega la responsabilidad en la cooperativa, que delega en los trabajadores el costo de las políticas del Estado y de la empresa, trabajadores que se deciden a acabar con esas políticas criminales y tomar el control de sus medios de vida. Y entonces la empresa delega en el Estado, que delega en la policía, el trabajo sucio de la intimidación y el hostigamiento.
XII. La alienación capitalista vuelve irrelevantes el origen y el destino final de las mercancías, impide ver el costo real de la actividad económica en términos sociales o ambientales: lo único visible es la etiqueta del precio. Un trabajador recordaba el trato humillante de SINCREBA y reclamaba «nosotros también somos seres humanos». En la defensa de su humanidad, los trabajadores impiden que los burócratas con su indolencia tarifada terminen de mandar todo a la basura. La sola práctica de atropellos a la persona como los vividos en Puente Viejo es una vergüenza para toda una sociedad que, fuera de un pequeño grupo de activistas revolucionarios, ignoraba el padecimiento humano producido por el capitalismo de la basura. Los trabajadores de Puente Viejo derrotan a unos patronos que roban a la sociedad entera, en una toma obrera que reivindica la condición humana. Franz Kafka escribió hace muchos años que no hay canto más hermoso que aquel que se escucha en el rincón más oscuro del infierno. Aún allí es capaz de alzarse irreductible la dignidad.
Notas:
1.-http://www.derechos .org.ve/publicac iones/infanual/ 1999_00/derecho_ amb_sano. htm 2.- http://www.diariofr ontera.com/ index1.php? action=show&typeews&id=27413 3.- http://campoelias- merida.gov. ve/portal- alcaldias/ Noticias? id=16893 4.- Trabajadores tomaron Planta de reciclaje en Mérida (23-09-07) http://www.diarioel vigia.net/ secciones/ locales/dnoticia .php?id=8746 5.- Obreros toman control de la planta procesadora de desechos (29-9-07) http://www.diariofr ontera.com/ index1.php? action=show&typeews&id=42553