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Perú

Tratado de libre comercio: saqueo y colonización

Fuentes: Argenpress

Nos dijeron todos los noventa que si suprimíamos los derechos laborales vendrían las grandes inversiones que darían trabajo y les creímos. Nos dijeron que si privatizábamos nuestras riquezas estratégicas, estas chorrearían en las mesas de los pobres, que si privatizábamos nuestros servicios públicos, bajarían sus precios debido a la competencia en beneficio del usuario. Aceptamos […]

Nos dijeron todos los noventa que si suprimíamos los derechos laborales vendrían las grandes inversiones que darían trabajo y les creímos. Nos dijeron que si privatizábamos nuestras riquezas estratégicas, estas chorrearían en las mesas de los pobres, que si privatizábamos nuestros servicios públicos, bajarían sus precios debido a la competencia en beneficio del usuario. Aceptamos también bajar aranceles y permitir el ingreso de productos subsidiados porque si abríamos el mercado seríamos mas ‘eficientes y competitivos’. Nos prohibieron subsidiar, nos prohibieron industrializar. El Estado debe como prioridad, pagar la deuda externa, exclamaban, para recibir los grandes préstamos para ser elegibles. Esta receta fue hecha por EEUU, FMI y los secuaces locales.

Como resultado no se instaló ni una sola fábrica o industria importante, el desempleo aumentó, el sueldo mínimo es la tercera parte de la canasta básica vital. Privatizar las riquezas terminó convirtiéndonos en dispensario de metal, gas, petróleo, etc, empobreciendo sobre todo a los departamentos donde se extraen estos. Además encareció tanto la gasolina (consumimos la más cara del mundo) como el gas a pesar de Camisea.

Privatizar la telefonía ha logrado monopolizar el servicio, que resulta más caro que en Europa. La luz ídem, y ambos servicios son de baja calidad. El ingreso de productos agrícolas subsidiados y el además haber bajado los aranceles ha castigado sin misericordia a nuestros campesinos. La pobreza del campo antes de los noventas era de 49%, el 2004 supera el 80%.

Con respecto a la deuda externa, pagamos puntual. Antes del 90, debíamos 20 mil millones de dólares, hoy debemos 35 mil millones. ¿Por qué? Porque nos siguen endeudando con préstamos que no sirven para reactivar nuestros sectores productivos. Nos obligan con esa plata a construir las carreteras que llevan a las minas o yacimientos donde las trasnacionales gringas saquean nuestros recursos, explotan al trabajador y no industrializan.

El Estado prohibido de invertir, ha destruido los sistemas de puertos y abandonado a nuestros pescadores que ven como se meten los barcos japoneses o rusos a secar de peces nuestro mar. Hemos semi-privatizado la salud (a la cual acceden cada vez menos) y la educación, que como resultado del ‘modelo’ ha mandado a un millón de niños fuera del sistema escolar. Nos han convertido en un país de desnutridos y campeones latinoamericanos en tuberculosis.

Y nos dicen que debemos estar felices porque hemos batido récord en exportaciones.

¿Por exportar materia prima que luego regresa al país industrializada a 10 veces su precio? ¿Por saquear recursos no renovables? ¿Por ser cada día más pobres?

Después de 15 años de ésta desastrosa realidad los yankees nos quieren imponer el TLC, debido a que ya se cansaron de mandar cada dos o tres años a funcionarios del FMI a que nos revisen si cumplimos con la tarea (cartas de intención) que el Tío Sam nos deja. El Imperialismo necesita zonas para explotar con mayor intensidad y sin restricciones. Necesitan un marco legal donde nuestro presidente ‘a nombre de todos los peruanos’ nos someta a un tratado sin fecha de vencimiento en el cual si nos quisiéramos salir, no podríamos sin el permiso de los muchachos de la Casa Blanca. Necesitan perennizar el neoliberalismo con el TLC y evitar que salga un Fidel o un Chávez que les malogre el negocio.

Con el TLC pretenden hacer quebrar al agro y a los ganaderos que después de décadas sin recibir ninguna ayuda estatal, sea tecnológico o económico, tendrá que competir con productos agropecuarios norteamericanos que reciben más de 350 mil millones de dólares al año. Así solucionan en parte los problemas donde la minería trasnacional contamina los ríos que surten el agua al campesino y al ganadero, que abandonarán sus tierras o la venderán a los gringos al precio que ‘el mercado’ (o sea ellos) manden.

Pero sino alcanza con esto, exigen con el TLC desaparecer las leyes del control ambiental. Las trasnacionales mineras que contaminen (como en Cajamarca, Cerro de Pasco, etc) ríos, medio ambiente y salud de los pueblos, ya no estarían delinquiendo. Exigen se les indemnice si no se les permite invertir. Es decir, si se firma el TLC, por el caso de Tambogrande en Estado tendrá que pagarle a la Manhattan por impedirles que destrocen la agricultura, arruinen a los campesinos, saqueen nuestro oro y contaminen el medio ambiente.

Y por supuesto, se exige con el TLC, desaparecer los derechos laborales y que nadie obligue a estos ‘inversionistas’ a industrializar la materia prima. De firmarse el TLC seremos eternos dispensarios y perennizaremos al ‘cholo barato’. Cholo barato que será el perfil del peruano ya que la educación pasará a manos privadas y será inaccesible a las mayorías, peruano que tendrá que pagar carísimo por el sistema de salud que privatizado, no tendrá como objetivo curar, sino lucrar.

Peruano que no irá al mercadito de su barrio pues éste quebrará al lado de los ‘markets’ yankees que con fuerte capital venderá ‘sus’ productos subsidiados que monopolizarán el mercado, mandando a la calle a millones de agricultores, ganaderos y avicultores compatriotas. Con el TLC, éste peruano no podrá comprar ropa de algodón peruano porque las importaciones de ropa norteamericana que están subsidiadas y usan algodón de baja calidad no pagarán arancel al ingresar y arruinará nuestra industria textil, campesinos algodoneros y mandará a la calle a miles de trabajadores.

Peruano que cuando quiera comprar un medicamento genérico no lo podrá hacer porque si se firma el TLC los gringos exigen que les compremos sus medicamentos de marca hasta 20 veces más caros. En nuestro mar, si se firma el TLC, veremos buques de pesca norteamericanos ‘competir’ con nuestra pesca artesanal. Y si en nuestro mar encontraran minerales, petróleo, etc, éste también se convertiría en parte del dispensario de el ‘cholo barato’, de la contaminación y la no-industrialización. Y claro, todos los puertos serán privatizados. Esto militarmente hablando, es un Waterloo.

En el colmo de lo absurdo, con el TLC nuestras pequeñas y medianas empresas que actualmente son favorecidas en las compras gubernamentales tendrán que competir con las gigantes norteamericanas, por ejemplo, en la confección de uniformes de la policía.

Si se firma el TLC, el agua se privatizará. Y esto tiene que ver con que el Amazonas es el río mas caudaloso del mundo. Entonces las ocho bases militares que los yankees piden con el TLC no sólo servirán para masacrar a las 250 mil familias que siembran nuestra vigorizante, energizante y nutriente Hoja de Coca. También tiene que ver con lo que los gringos vienen enseñando en sus escuelas, universidades y cuarteles: que la Amazonía (no solo la peruana) les pertenece a EEUU hace 20 años. Pretenden en el mediano plazo cercenarnos el Amazonas.

Si se firma el TLC, todos los conflictos que nuestro país tenga con las trasnacionales gringas no serán juzgados con nuestras leyes, Constitución o Poder Judicial, sino en ‘órganos de competencia’ manejados por ellos, donde se resolverá a favor de defender del sagrado derecho de saquearnos (pregúntenles a los mexicanos que ya tienen TLC).

Demostrando su prepotencia, los gringos han advertido que defenderán militarmente sus intereses fuera de sus fronteras una vez instalado el TLC.

Cuando nos clavaron las primeras recetas, avalaron la dictadura del dúo de genocidas, cleptómanos y criminales y ahora que vienen por más y a quedarse la represión será de mayor intensidad y mayor violencia si sienten que el saqueo puede verse trunco.

Pues bien.. ¿Quién gana o quién pierde con pierde con el TLC?

Ganan los yankees que nos convierten en su Colonia.

Ganan los que la negocian porque se acomodarán de seguro.

Gana la Confiep y sus pinches negociados. Gana nuestra estúpida clase política e intelectual (esperando alguna retribución) que nos vende la ilusión de que estamos ‘negociando’ el TLC cuando no están haciendo otra cosa que claudicando ante las imposiciones yankees.

Perdemos todos los demás. Los de siempre. Los de abajo. El 99% de los peruanos.

Con el TLC nos colonizan y por supuesto no nos informan de que se trata y menos nos pretenden consultar para su aprobación. El TLC lo aprueba el Congreso que no está moralmente capacitado y que del tema conoce lo que Susy Díaz de Física Cuántica.

Nosotros exigimos Consulta Popular, porque si lo firman sin consultar al Pueblo, el TLC dejará de ser legítimo y nos valdremos de todo para evitar su aplicación. Porque con el TLC se inicia la dictadura del Patrón Yankee (ése que orina soldados en Irak y llama ‘daños colaterales’ a los bombardeos sobre hospitales y guarderías) así que todos los medios serán válidos para botar al invasor y sus secuaces, será legítimo aceitar las armas de la razón, de la organización y también de las otras contra los yankees y los traidores. Es hora de ponerse de pie y sin medias tintas defender la Patria de este proyecto de saqueo y colonización.