La película cubana ‘Tres veces dos’ ha abierto los pases oficiales del XXX Festival de Cine Iberoamericano de Huelva. la cinta reúne tres historias, cada una de ellas rodada por diferentes directores. En la primera, un joven fotógrafo descubre extrañas imágenes cuando revela algunas de sus instantáneas. Esta es la primera de tres historias que […]
La película cubana ‘Tres veces dos’ ha abierto los pases oficiales del XXX Festival de Cine Iberoamericano de Huelva. la cinta reúne tres historias, cada una de ellas rodada por diferentes directores. En la primera, un joven fotógrafo descubre extrañas imágenes cuando revela algunas de sus instantáneas.
Esta es la primera de tres historias que se entrelazan en sus 90 minutos de metraje, en los que el espectador presencia además las andanzas de Lila, una joven que espera el regreso del amor de su vida, y ‘Luz Roja’, la narración de dos personajes que «suplen su falta de sexo con ensoñaciones sexuales», según la sinopsis de la cinta.
Uno de los tres directores, Pavel Giroud, explicó que la cinta nació «de la necesidad del cine cubano de ir renovando su nómina de directores, realizadores o técnicos«, para lo que se diseñó un proyecto en el que se invirtió «muy poco dinero, trabajando muy rápido, ya que una de las tres historias se rodó en sólo 12 días».
Lester Hamlet explicó además que algunas partes del proyecto se realizaron «con ordenadores que teníamos en nuestra casa, que arreglamos para el proyecto», además de recordar que «venimos de trabajos como casas discográficas, y en todas nuestras dedicaciones siempre hemos tenido nuestros propios medios, lo que también se aplicó en este proyecto».
El tercer director, Esteban Insausti, destacó el apoyo de cineastas cubanos como Fernando Vázquez, «que siempre apostó por nosotros, incluso cuando nadie lo hacía, y además diseñó el orden de las tres historias».
«Lo que caracteriza a esta película es, sin duda, la diversidad de fuentes de la que bebe, y sí se ve una muestra del actual cine cubano, se verá que es algo como esto».
Aunque las tres películas que forman el largometraje se rodaron por separado, los directores se plantearon siempre unir las tres historias en una, con la única condición de que el metraje individual no superase la media hora.