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Ubuntu 10.10 supondrá un corte con hardware antiguo

Fuentes: www.imatica.org

La próxima actualización mayor de Ubuntu Linux, que será publicada en octubre de este año, supondrá que el sistema no pueda ser instalado en máquinas tan antiguas como las de arquitecturas i386 a i586, solamente será apto para las máquinas que empleen la arquitectura i686 en sus micros. Esto supone que solamente determinadas variantes del […]

La próxima actualización mayor de Ubuntu Linux, que será publicada en octubre de este año, supondrá que el sistema no pueda ser instalado en máquinas tan antiguas como las de arquitecturas i386 a i586, solamente será apto para las máquinas que empleen la arquitectura i686 en sus micros. Esto supone que solamente determinadas variantes del microprocesador Pentium como el Pentium M (por Mobile) y de Pentium II para arriba, podrán correr este Linux tan popular.

No se han dado (o, por lo menos, no los he encontrado) motivos oficiales para este «corte por lo sano» con el hardware antiguo, pero lo más probable es que sea para incluir un kernel optimizado para esta arquitectura, dejando de lado todo lo relacionado con las máquinas más antiguas y, con ello, más infrecuentes hoy en día.

Muchos sitios web se hacen eco de una cierta protesta ante esta decisión, indicando la importancia histórica de los procesadores Pentium, aunque realmente -y si uno busca un poco por este tema- poco revuelo se ha armado fuera de algunos cenáculos muy concretos.

Las arquitecturas dejadas de lado en la próxima edición de Ubuntu sí fueron históricas en su momento (y siempre visto a posteriori), pero de eso fue hace ya muchos años, y hoy en día es difícil poder encontrar máquinas equipadas por estos procesadores en nuestros domicilios, pese a que no lo es tanto en países en vías de desarrollo. Canonical debe pensar en el presente y el futuro de Ubuntu, y este pasa por las máquinas que depasan no ya al Pentium, si no al Pentium III.

Librarse de esta carga supondrá probablemente una serie de ventajas de cara a optimizar el código y los drivers, hacer más fácil de mantener la distro y acelerar ni que sea un poco su rendimiento en las máquinas más modernas.

Quienes sí se verán afectados son probablemente todos aquellos responsables de distribuciones basadas a su vez en Ubuntu y dirigidas a su funcionamiento en hardware antiguo, aunque tienen como opción cambiar su base a Debian (de la que emana la misma Ubuntu).

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http://www.imatica.org/bloges/2010/06/150666102010.html