Durante esta entrevista llevada a cabo por Sushovan Dhar, Éric Toussaint analiza y descodifica la ayuda concedida a Ucrania desde el comienzo de la agresión rusa. Toussaint muestra que esa ayuda está, a menudo, otorgada bajo la forma de préstamos —y no de donaciones— a los que Ucrania deberá pagar durante varios años. Esto plantea la cuestión de la reconstrucción futura del país y deja presagiar la imposición de nuevas medidas neoliberales como privatizaciones, acaparamiento de tierras agrícolas y de recursos naturales, en nombre del reembolso de la deuda.
Sushovan Dhar: ¿Cuál es la situación de la deuda ucraniana después de quince meses de la invasión rusa de su territorio?
Éric Toussaint: En primer lugar debo decir que la invasión por parte de Rusia a Ucrania constituye una agresión injustificable y condenable. Frente a esta invasión, el pueblo ucraniano tiene la razón de resistir y merece un apoyo internacional, tal como merecen todo nuestro apoyo otros pueblos agredidos, como el pueblo palestino (víctima de la ocupación y la agresión por parte del Estado de Israel desde hace décadas), el pueblo afgano (víctima de la intervención de Estados Unidos y de sus aliados a partir de 2001 hasta 2021), el pueblo iraquí (víctima de la invasión de marzo de 2003 por parte de Estados Unidos y sus aliados), el pueblo kurdo, y mucho otros. Desde los años 1990, Rusia se transformó en un país capitalista que aplica una política imperialista violenta como Estados Unidos y los países imperialistas de Europa occidental. No hay duda de que la lista de agresiones cometidas por Washington y sus aliados es mucho más larga que la de Rusia pero eso no le da ningún derecho a Putin a invadir un país soberano y tan cercano a su pueblo. Al invadir Ucrania, Rusia le dio un aire de legitimidad a la OTAN, a la que es necesario combatir incansablemente hasta conseguir su disolución. Se trata, finalmente, de oponerse muy claramente a las políticas de los diferentes imperialismos. Es necesario oponerse al imperialismo de la potencia capitalista rusa y es necesario oponerse a la OTAN. En el presente caso, se debe apoyar la resistencia del pueblo ucraniano frente a la invasión, pero teniendo presente que no se puede tener la más mínima ilusión sobre los objetivos perseguidos por los países imperialistas que aportan su apoyo al gobierno de V. Zelensky, obteniendo beneficios de la guerra y haciéndola durar según sus intereses.
La deuda externa de Ucrania se elevaba, a comienzos de 2023, a 132.000 millones de dólares USD, o sea, cerca del 75 % de su PIB. Y eso no incluye la deuda interna. Si se suma la deuda interna a la externa, el total representa más del 100 % del PIB.
En julio de 2022, los países acreedores aliados de Ucrania habían anunciado la suspensión del pago de la deuda y en marzo de 2023, esta suspensión se prolongará hasta 2027. Pero atención, eso no concierne a todos los acreedores y especialmente no concierne al FMI y a los acreedores privados.
También debemos tener claro que en el presente caso, durante esa suspensión parcial del pago, los intereses a pagar continúan calculados y se adicionan al capital prestado que deberá ser, según los acuerdos firmados, íntegramente reembolsado.
Una gran parte de la ayuda financiera aportada por los aliados de Ucrania se hizo en forma de préstamos
Efectivamente, una gran parte de la ayuda aportada por los aliados de Ucrania se hizo en forma de préstamos, lo que quiere decir que, de hecho, constituye una nueva deuda. Particularmente, es escandaloso en lo que respecta a la supuesta ayuda aportada por la Unión Europea y los países miembros de la UE. Por ejemplo, la ayuda suplementaria a Ucrania por una suma de 18.000 millones de euros anunciada con bombo y platillo por la UE en noviembre de 2022 será abonada en forma de préstamos a reembolsar íntegramente con sus intereses [1]. Ese anuncio fue confirmado posteriormente en diciembre de 2022. En total, la UE y sus 27 miembros han anunciado, hasta ahora, que prestarían a Ucrania medios financieros por una suma de 55.000 millones de euros, a abonar durante los próximos años. Las autoridades ucranianas se felicitan por esto, pero en un «regalo envenenado» para el pueblo porque, según loa anuncios actuales, el reembolso del capital comenzará en una decena de años. Eso quiere decir que el gobierno se lo alienta para endeudarse ya que, por una parte, sus necesidades son importantes y por la otra, no deberá comenzar a pagar durante su mandato. La carga principal del reembolso de la deuda caerá sobre otros gobernantes e, indudablemente, sobre el pueblo.
Si hacemos una comparación con la deuda griega, que en 2009 se elevaba, antes del préstamo de rescate del FMI y de la UE (Comisión Europea, Estados miembros de la zona euro y BCE), a cerca del 126 % del PIB; al comienzo de 2015, antes que el partido de izquierda Syriza llegara al gobierno, la deuda representaba el 180 % del PIB, y llegó al 206% en 2020 con el retorno de la derecha al gobierno, y al comienzo de 2023 es de cerca del 171%. En cifras absolutas, la deuda pública griega antes de la ayuda del FMI y de la UE era de 301.000 millones de euros; en 2015, después de cinco años de préstamos del FMI y de la UE alcanzó los 311.000 millones de euros y al comienzo de 2023 alcanzó los 356.000 millones de euros. En resumen, las supuestas ayudas de la UE y el FMI, bajo formas de préstamos son regalos envenenados que mantienen al país bajo la férula de los acreedores. Todas las cifras indicadas en las dos frases precedentes de la deuda griega provienen de https://fr.countryeconomy.com/gouvernement/dette/grece. Para un análisis crítico del proceso de endeudamiento de Grecia entre los años 1990 y la llegada de Syriza al gobierno en 2015, léase el informe del Comité para la verdad sobre la deuda pública griega en https://www.cadtm.org/Commission-pour-la-verite-sur-la,2224?lang=es, del cual coordiné los trabajos en 2015, y en particular los capítulos 1, 2 y 3: Informe preliminar del Comité para la verdad sobre la deuda pública griega (misma dirección donde están todos los artículos sobre el tema, y en el libro: La verdad sobre la deuda griega: informe de la comisión para la verdad sobre la deuda pública griega, Icaria Editorial, Barcelona, 2015).
La conclusión para Grecia y para Ucrania está clara: la supuesta ayuda financiera bajo forma de créditos representa un coste político y social elevado: privatizaciones que se hacen con frecuencia en beneficio de empresas extranjeras; reducción de salarios; precarización de las condiciones de trabajo; legislación que restringe el derecho a la huelga y la negociación colectiva… Además, la deuda aumenta y representa permanentemente un medio de presión de los acreedores sobre las autoridades de los países.
Estados Unidos aplica el método Plan Marshall
Por parte de Estados Unidos, estos hicieron la elección de reproducir lo que habían hecho con el Plan Marshall a fines de los años 1940 ( 10526) para la reconstrucción de la economía de sus aliados de Europa occidental, o sea donaciones y no préstamos The EU is leading Ukraine into a sovereign debt crisis, en https://www.politico.eu/article/european-union-ukraine-war-debt-crisis-aid-loans-18-billion/). Hasta ahora, Estados Unidos se comprometió a proveer más de 75.000 millones de dólares USD. La ayuda financiera que aporta bajo forma de donaciones será gastada en parte en la compra de productos y servicios vendidos por empresas de Estados Unidos. Este aparece como el buen policía financiero al lado de los malos policías financieros, o sea UE, FMI, Banco Mundial, BEI (Banco Europeo de Inversiones), BERD (Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo)… En cuanto al FMI, el Banco Mundial, el BEI y el BERD, se trata, como para la UE, de préstamos reembolsables íntegramente y sobre los que hay que agregar importantes intereses. Por lo tanto está claro que las ayudas aumentarán fuertemente la deuda de Ucrania en los próximos años.
Estados Unidos aparece como el buen policía financiero al lado de los malos policías financieros como la UE, el FMI, el Banco Mundial…
El aumento se contará en decenas de miles de millones de dólares pero no se darán cuenta de inmediato sino progresivamente. Según mis cálculos, los préstamos de los países de la Europa occidental (UE y otros como el Reino Unido) del FMI, del Banco Mundial y del BEI, harán que la deuda correspondiente a estos acreedores aumentará por lo menos en 50.000 millones de dólares.
Sushovan Dhar: Por lo tanto, ¿lo que se anuncia como una ayuda generosa y solidaria está principalmente constituida por deudas que serán reclamadas al pueblo ucraniano?
Éric Toussaint: Sí, está muy claro. Tomemos el caso del FMI. El crédito del FMI a Ucrania desde la invasión rusa es de un poco más de 15.000 millones de dólares (o 11.600 millones de SDR, la moneda del FMI, referencia: https://www.imf.org/external/np/fin/tad/exfin2.aspx?memberKey1=993&date1key=2023-04-30) que serán abonados progresivamente. El FMI tiene siempre como principio hacerse reembolsar íntegramente (como el Banco Mundial), incluso en el caso de que haya un acuerdo de otros acreedores para reducir la deuda. Además, exige unos tipos de interés muy altos que pueden alcanzar el 8 % anual.
El FMI agrega sobrecargas financieras e impone condiciones draconianas antipopulares
Aproximadamente, para un «pequeño» préstamo el FMI pide un interés del
2 %, pero si la suma supera una cierta suma, aplica sobrecargas (véase la
guía realizada por Eurodad con respecto a las sobrecargas aplicadas por el FMI,
https://www.eurodad.org/a_guide_to_imf_surcharges),
y eso lleva a tipos reales que varían entre 4,5 % y 8 % según el
caso. En el preciso caso de Ucrania, Daniel Munevar, de Eurodad, realizó un
cálculo preciso de las sobrecargas demandadas por el FMI a Ucrania antes de la
invasión (https://infogram.com/1py2n0kz211ledh3wnvmmg53xlcy9vnvj9x?live).
Desde el comienzo de la guerra en febrero de 2022, el FMI no tiene la voluntad
de aplicar la suspensión de pago si se basa en el calendario de reembolsos que
se encuentra en su web (https://www.imf.org/external/np/fin/tad/extforth.aspx?memberkey1=993&category=forth&year=2011&trxtype=repchg&overforth=f&schedule=exp&extend=y)
Es muy probable que el Fondo haya conseguido convencer a una serie de países
aliados de Estados Unidos (G7 más Bélgica, Lituania, Países
Bajos, Polonia, Eslovaquia y España) de abonar las contribuciones para un fondo
gestionado por el FMI y en el cual este puede sacar el dinero que Ucrania debe
reembolsar durante el período de suspensión que va hasta 2027 [2].
Es necesario precisar de que el FMI condicione el otorgamiento de créditos a la aplicación de políticas neoliberales duras. En las casas de Ucrania, después de 2000, las autoridades de ese país firmaron con el FMI 18 veces acuerdos que daban lugar a la concesión de créditos. Esos acuerdos terminan todas las veces en el envío por el gobierno de una Carta de intención (Letter of intent) que precisa lo que las autoridades se comprometen a realizar con el fin de cumplir con las exigencias del FMI. Esas cartas de intención definen toda una panoplia de medidas que van en contra de los intereses populares y que acompañan un enorme aumento de la deuda.
Desde el año 2000, el FMI obtuvo de las autoridades ucranianas la aplicación de una estrategia de choque, con medidas neoliberales típicas: la liberalización y la promoción del comercio exterior, la liberalización de los precios, la reducción de las subvenciones al consumo para las clases populares, la degradación de toda una serie de bienes de servicios de base. El FMI también alentó la aceleración de los procesos de privatización de las empresas públicas. Todas las veces, el FMI fija un objetivo de reducción de déficit público. EL FMI agregó a la precarización del mercado de trabajo la facilitación de los despidos tanto en el sector privado como en el público. Los efectos de las políticas recomendadas por el FMI fueron siempre dramáticas. Hubo un empobrecimiento extremadamente grave de la población. Hasta el punto que Ucrania, en 2015, se situaba a la cola de la escala de todos los países de Europa con respecto a los salarios reales.
Sushovan Dhar: El FMI, a pesar de la guerra en la que el país se hunde, ¿prosigue con la aplicación de las mismas políticas neoliberales?
Éric Toussaint: La respuesta es afirmativa. Por ejemplo, el FMI intenta obtener, al amparo de la guerra, la profundización de las privatizaciones de empresas que no había conseguido todavía en el curso de los últimos 20 años. Es el caso de la empresa pública de gas Naflogaz. Y eso será una cuestión crucial en los próximos años. Eso lo podemos deducir de este texto: «Serán necesarias reformas ambiciosas en el sector de la energía para reforzar la competitividad, mejorar los mecanismos del mercado y reducir los grandes riesgos casi presupuestarios» [3]. (Fuente: IMF Executive Board Approves US$15.6 Billion under a New Extended Fund Facility (EFF) Arrangement for Ukraine as part of a US$115 Billion Overall Support Package, página 4) (https://www.imf.org/-/media/Files/Publications/CR/2023/English/1UKREA2023001.ashx ), consultado el 11 de mayo de 2023)
Sushovan Dhar: ¿Y qué pasó con la ayuda aportada por los países de la UE? Has dicho que no se trataba de donaciones sino de nuevas deudas…
Éric Toussaint: Sí, es exactamente
el caso, una gran parte de la ayuda de la UE está constituida por préstamos con
interés.
De hecho, LA UE tomo el modelo de lo que había hecho en Grecia a partir de
2010: se puso de acuerdo con el FMI para imponer al país medidas cuyo carácter
neoliberal y antipopular es evidente.
La UE aplica la nefasta receta que impuso a Grecia
Las ayudas de la UE están condicionadas por un acuerdo entre Ucrania y el FMI. Y recíprocamente, el acuerdo de Ucrania con el FMI prevé que las autoridades ucranianas deben poner en marcha unas (contra) reformas estructurales necesarias para que Ucrania cumpla con las condiciones de su adhesión a la UE. El documento del FMI de marzo de 2023 declara: «El programa comprenderá una aproximación en dos fases:
La primera fase tiene por objetivo asegurar la estabilización macroeconómica y a emprender reformas estructurales esenciales durante la continuación de la guerra; la segunda fase, una vez que los combates activos se calmen lo suficiente, estará centrada sobre la prosecución del arraigo de políticas macroeconómicas y el lanzamiento de un conjunto más amplio de reformas estructurales cuyo fin es restablecer la viabilidad exterior a medio plazo, a respaldar un crecimiento sostenido y a facilitar la vía para que Ucrania se adhiera a la UE. [4]» (idem, página 4)
Eso quiere decir, especialmente, aumentar las privatizaciones, permitir aún más inversiones extranjeras en los sectores que interesan a los capitalistas occidentales…
Entre los bienes que les interesan encontramos a una enorme de tierras agrícolas que codician. Recordemos que Ucrania es un granero de trigo de Europa y del mundo. Se trata de profundizar la posibilidad para los inversores extranjeros del agrobusiness adquirir grandes extensiones de tierras muy fértiles para el cultivo.
Sushovan Dhar: ¿Y cómo Ucrania podría reconstruirse después de todas las destrucciones que le infligieron desde febrero de 2022, y que continuarán con el pago de las deudas antiguas y nuevas? ¿Qué es lo que los acreedores piensan?
Éric Toussaint: Los acreedores saben muy bien que el reembolso íntegro de la deuda según el calendario previsto es imposible. No solamente lo saben sino que procuran que sea así con el fin de utilizarlo como medio de presión.
El peso de la deuda, como muy a menudo pasa, servirá de moneda de cambio en el momento de la paz, en una fecha que imposible predecir.
Con el fin de obtener que Ucrania favorezca lo más posible los intereses de los acreedores occidentales, se le dará la posibilidad, como si fuera una zanahoria, de hacer un acuerdo de reducción de una parte de la deuda.
La negociación por una reestructuración de la deuda ucraniana será la ocasión para los acreedores de conseguir un máximo de ventajas a costa del pueblo ucraniano y de los recursos naturales de Ucrania. Washington que, hasta ahora otorgó más donaciones que préstamos, utilizará al FMI y al BM, que domina, para que sus intereses sean prioritarios. La potencia imperialista estadounidense utilizará el peso de su armamento que proveyó a Ucrania y la dependencia del país para su defensa.
Los imperialistas europeos y estadounidenses se servirán de la OTAN.
Como una reestructuración/reducción de la deuda debería implicar también a otras potencias como Turquía y China, las autoridades de esos países tratarán de hacer valer sus intereses y avanzarán sus exigencias.
Estos dos países, y en particular China, son acreedores. China también presente (como, por supuesto Rusia) en el FMI y en el BM, pondrán por delante sus exigencias para tener su parte del pastel.
Sushovan Dhar: ¿Existe una deuda interna?
Éric Toussaint: Sí. Hay una antigua deuda interna de antes de la guerra, a la cual se agrega una nueva deuda interna ya que el gobierno de Zelensky emite títulos de la deuda llamados «títulos de guerra». En el gráfico que hay en la siguiente pregunta/respuesta se constata que el gobierno vendió nuevos títulos por una suma de 5.900 millones de dólares durante el primer trimestre de 2023. Esos títulos están remunerados con un tipo de interés que varía entre el 8,5 al 12 % si son en coronas ucranianas, del 2 al 3,5 % si son en dólares y del 2 al 2,7 % si son en euros (Informaciones sobre los tipos de interés dados por Yuliya Yurchenko, economista ucraniano, miembro del movimiento ucraniano de izquierda Sotsialnyi Rukh).
Sushovan Dhar: ¿Concretamente, qué ayuda financiera recibió Ucrania?
Éric Toussaint: Según la web
ucraniana financiada por una fundación de George Soros, el Congreso de Estados
Unidos a través del National Endowment for Democracy y la embajada de Suecia, (https://ces.org.ua/en/tracker-economy-during-the-war/):
«En 2022, Ucrania recibió 31.100 millones de dólares entre donaciones y
préstamos extranjeros, o sea, una media de 3.100 millones de dólares por mes de
guerra. Sin embargo, los pagos entregados a Ucrania no fueron ni estables ni
regulares, así algunos meses recibió sumas muy elevadas y otros muy bajas. La
irregularidad de esos pagos perjudicó a la ejecución del presupuesto.»
En 2023, todavía en la misma web, las sumas recibidas entre el 1 de enero de
2023 y el 3 de mayo de 2023 son:
Gráfico 1: 16.800 millones de dólares USD, de financiación extranjera abonados (en millones de dólares USD) en 2023 [5]
Financiación adicional abonada en 2023, el 3 de mayo de 2023, en dólares USD
Traducción del gráfico :
Foreign grants: Donaciones provenientes del extranjero
Foreigns loans: Préstamos provenientes del extranjero
Domestic bonds: Títulos de deuda ucranianos emitidos en el interior del país.
EU: Unión Europea
USA: Estados Unidos
IMF: FMI
World Bank: Banco Mundial
UK: Reino Unido
Others: Otros
El siguiente gráfico muestra hasta qué punto los medios financieros provistos por las potencias imperialistas que apoyan a Ucrania (principalmente Estados Unidos, Unión Europea y Reino Unido) son vitales para permitir cubrir el déficit presupuestario del gobierno de Zelensky.
Gráfico 2: Las financiaciones extranjeras son una fuente esencial para cubrir el déficit presupuestario del gobierno (en miles de millones de dólares USD)
Traducciones del gráfico:
Budget deficit : Déficit presupuestario
Debt repayment : Reembolso de la deuda
Foreign Financing : Financiamientos extranjeros
Apr 22 : Abril 2022
Jul 22 : Julio2022
Oct 22 : Octubre 2022
Jan 23 : Enero 2023
Apr 23 : Abril 2023
Esto tiene por consecuencia que Ucrania es muy dependiente de las potencias que suministran sus finanzas. Y estas se aprovechan para privilegiar ante todo sus intereses económicos y geoestratégicos.
Sushovan Dhar: ¿Qué se hizo de la deuda reclamada a Ucrania por Rusia?
Éric Toussaint: Se trata de una deuda que remonta a 2013. Ucrania suspendió su pago a partir de diciembre de 2015. Eso dio lugar a un procedimiento judicial en Londres. Rusia demanda a la justicia británica que condene a Ucrania a retomar los pagos.
Esta cuestión la abordé en la entrevista que me hiciste en abril de 2022 (20742), y desde entonces, hay novedades. Retomemos el curso de los acontecimientos.
En diciembre de 20213, mientras que Ucrania tenía a Viktor Ianukovytch como presidente, muy ligado al régimen de Putin, la Federación de Rusia convenció al ministerio de Finanzas de Ucrania a emitir títulos en la bolsa de Dublín, Irlanda, por una suma de 3.000 millones de dólares. Se trataba de una primera emisión de títulos, que podría haber sido seguida por otras para alcanzar, progresivamente, 15.000 millones de dólares. Por lo tanto, la primera emisión de títulos fue de 3.000 millones y el conjunto de títulos vendidos en Dublín fue comprado por la Federación rusa, por medio de una empresa privada a la que había confiado esa operación, la Law Debenture Trust Corporation plc. El tipo de interés a pagar se elevaba al 5 %. Pero el gobierno ucraniano cambió a raíz de las movilizaciones populares —de las que podríamos debatir su naturaleza exacta, ya que había, al mismo tiempo, una auténtica rebelión popular y una intervención de la derecha y de la extrema derecha—. También existía una voluntad de las potencias occidentales, y en particular, de Washington, para obtener beneficios del descontento popular y así debilitar la posición de Putin y reforzar la occidental. El nuevo gobierno continuó durante un tiempo el reembolso de la deuda a Rusia. Un total de 233 millones de dólares fueron pagados a Rusia. Luego, a partir de diciembre de 2015, cuando había que comenzar a reembolsar el principal (los 3.000 millones prestados en 2013) cuyo vencimiento era el 21 de diciembre de ese año, el gobierno decidió suspender el pago de la deuda.
Resumiendo, el gobierno ucraniano justificó la suspensión de pago explicando que Ucrania tenía el derecho de tomar contramedidas contra Rusia puesto que esta había agredido a Ucrania y había anexado Crimea en 2014. Y, efectivamente, en el ámbito del derecho internacional, un Estado tiene el derecho de tomar contramedidas y de suspender la ejecución de un contrato en tales circunstancias.
La Law Debenture Trust Corporation plc, representante de los intereses de la Federación rusa, llevó la cuestión ante la justicia británica en Londres. Estaba previsto que los títulos eran emitidos en respeto a la ley británica y que en caso de litigio los tribunales británicos serían los competentes. Así que La Law Debenture Trust Corporation plc presentó una denuncia contra Ucrania, pidiendo a la justicia británica que condenara a Ucrania a retomar el pago. El proceso comenzó en 2016.
Hubo una primera sentencia, seguida de una apelación contra la misma. Finalmente, una sesión del Tribunal Supremo del Reino Unido se celebró el 11 de noviembre de 2021 (esa sesión puede verse íntegramente en la web del tribunal Supremo del Reino Unido: https://www.supremecourt.uk/cases/uksc-2018-0191.html).
Es importante señalar que, en un primer tiempo, los magistrados británicos —especialmente el principal magistrado que estaba a cargo del comienzo del proceso que no era otro que William Blair, el hermano de Tony Blair, quien estaba, hasta hacía poco, liado en un asunto con la Rusia de Putin—. Ese magistrado tuvo la tendencia de dar la razón a Rusia (https://www.judiciary.uk/wp-content/uploads/2017/03/law-debenture-v-ukraine-final-judgment-summary-20170329.pdf). La justicia del Reino Unidos quiere permanecer atractiva para los inversores. El hermano de Tony Blair emitió una sentencia en marzo de 2017en la que no aceptaba una serie de argumentos, no obstante, evidentes presentados por Ucrania. William Blair consideró que no había habido verdaderamente una coacción ejercida por Rusia sobre Ucrania [6]. Este juez estimó que no era un conflicto de Estado a Estado, y siguió el punto de vista de Rusia según el cual la compradora de los títulos ucranianos era la sociedad The Law Debenture Trust Corporation P.L.C. Pero esa sociedad actúa directamente por cuenta de Rusia y fue Rusia la que, efectivamente, había comprado todos los títulos.
A continuación, el Tribunal de Apelaciones cuestionó la sentencia emitida por William Blair, y en 2021 el afer llegó al último estadio del Tribunal Supremo.
Como Rusia invadió Ucrania desde fines de febrero de 2011, provocando enormes pérdidas humanas y cometiendo crímenes de guerra, se veía mal que el Tribunal Supremo británico le diera la razón a Rusia contra Ucrania, ahora apoyada por Estados Unidos, Reino Unido, el resto del G7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón) y una docena de otros países principalmente de Europa occidental. La sentencia llegó en marzo de 2023, fuertemente influenciada por la deriva dramática del conflicto.
Finalmente, el Tribunal Supremo reconoció que Rusia había ejercido coacción (duress) contra Ucrania (https://www.supremecourt.uk/press-summary/uksc-2018-0191-0192.html). Eso permitió que Ucrania pueda tener derecho a otro juicio, que será tratado ante el alto Tribunal de Justicia británico.
Sin embargo, la mayoría de los cinco jueces rechazó considerar que Ucrania tenía el derecho de utilizar contramedidas frente a Rusia. El tribunal afirmó que si bien el derecho internacional permite a un Estado de utilizar contramedidas frente a otro Estado que lo agrede o amenaza de agredirlo, eso no es aplicable ante la justicia británica, ¡ya que la ley inglesa no prevé ese tipo de situación o no la toma en consideración! Solamente un juez afirmó que Ucrania tenía totalmente el derecho de recurrir a contramedidas frente a Rusia. Se puede ver el resumen oficial de la sentencia en: https://www.supremecourt.uk/press-summary/uksc-2018-0191-0192.html y la sentencia completa en: https://www.supremecourt.uk/cases/docs/uksc-2018-0191-0192-judgment.pdf.
La justicia británica utiliza las prolongaciones del juicio esperando ver la salida del conflicto. La sentencia que finalmente será emitida es importante a nivel mundial puesto que cerca del 15 % de los contratos de deuda soberana están sometidos a la ley inglesa. Alrededor del 80% lo están según la ley del estado de Nueva York. La sentencia sentará jurisprudencia e influirá en el tratamiento de otros litigios.
Sushovan Dhar: ¿Cuáles son tus conclusiones en cuanto al conjunto de deudas reclamadas a Ucrania?
Aunque los gobiernos aliados a Washington, el FMI y el Banco Mundial hacen ver que son generosos, en realidad aumentan la deuda de Ucrania y buscan beneficiarse de la situación creada por la invasión rusa y la guerra que continúa
Éric Toussaint: Aunque los gobiernos aliados a Washington, el FMI y el Banco Mundial hacen ver que son generosos, en realidad aumentan la deuda de Ucrania y buscan beneficiarse de la situación creada por la invasión rusa y la guerra que continúa.
No es el tema de esta entrevista, pero está claro que las potencias occidentales, en particular Washington, y las grandes empresas del complejo militar-industrial alientan a la prolongación de la guerra.
La deuda que Ucrania está acumulando sirve actualmente, y en el futuro, como un medio de presión en manos de los acreedores para proseguir con la aplicación del modelo neoliberal y antipopular. Los acreedores exigirán, principalmente, privatizaciones (de empresas, de recursos naturales, de tierras agrícolas…) con el fin de apropiarse de una parte de las riquezas de Ucrania.
La deuda reclamada a Ucrania debería anularse como debería anularse la deuda de los países del Sur Global. Cuando pedimos la anulación de la deuda reclamada a Ucrania, no estamos reivindicando un privilegio para el pueblo ucraniano ya que reivindicamos la anulación generalizada de las deudas ilegítimas ya sean del Norte o del Sur del planeta. Todos los pueblos deberían ser liberados del yugo de las deudas ilegítimas.
Los autores agradecen Maxime Perriot y Claude Quémar por su cuidadosa lectura.
Traducido por Griselda Piñero
Notas:
[1] https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/en/QANDA_22_6701 consultado el 11 de mayo de 2023. Extracto: “Following the European Council meeting of 20-21 October 2022, the Commission has today proposed a support package for Ukraine of up to €18 billion. This will come in the form of loans that would be disbursed as of 2023 through a Macro-Financial Assistance+ (MFA+) instrument. “
[2] Es lo que se puede deducir de un comunicado official del
FMI: IMF Executive Board Approves US$15.6 Billion under a New Extended
Fund Facility (EFF) Arrangement for Ukraine as part
of a US$115 Billion Overall Support Package. He aquí el extracto que permite
realizar esta deducción:
“A significant group of Fund shareholders reaffirm their recognition of the
Fund’s preferred creditor status in respect of the amounts currently
outstanding to the Fund by Ukraine, plus any purchases under the extended
arrangement. These shareholders comprise the G7 and the following countries:
Belgium, Lithuania, the Netherlands, Poland, Slovak Republic, and Spain. They
further undertake to provide adequate financial support to secure Ukraine’s
ability to service all of its obligations to the Fund, in accordance with the
Fund’s preferred creditor status and complementing the Fund’s multilayered risk
management framework.’’ Eso quiere decir que los países del Sur miembros del FMI y Chine rechazaron
esta fórmula. Fuente: https://www.imf.org/-/media/Files/Publications/CR/2023/English/1UKREA2023001.ashx consultado
el 11 de mayo de 2023.
[3] «Ambitious reforms will be required in the energy sector to enhance competition, improve market mechanisms, and reduce large quasi-fiscal risks.»
[4] «The program will comprise a two-phased approach:
the first phase focuses on securing macroeconomic stabilization and undertaking
critical structural reforms while the war is still ongoing ; the second
phase once active combat has subsided sufficiently, will focus on further
entrenching macroeconomic policies and embarking on a more expansive set of
structural reforms to restore medium-term external viability, support sustained
growth, and facilitate Ukraine’s path to EU accession.»
[5] https://ces.org.ua/en/tracker-economy-during-the-war/
[6] Véase el comentario de Monica Feria-Tinta y Alister Wooder,
« Sovereign debt enforcement in English Courts : Ukraine and Russia
meet in the Court of Appeal in USD 3 bn Eurobonds dispute »
https://www.lexology.com/library/detail.aspx?g=ee2a9c0d-a27f-4b31-8e25-2f1e70c37f79
Eric Toussaint , doctor en Ciencias políticas de la Universidad de Lieja y de la Universidad de París VIII, es el portavoz del CADTM internacional y es miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia. Es autor de diversos libros, entre ellos: Banco Mundial. Una historia crítica, El Viejo Topo, 2022 Capitulación entre adultos. Grecia 2015: Una alternativa era posible, El Viejo Topo, Barcelona, 2020; Sistema Deuda. Historia de las deudas soberanas y su repudio, Icaria Editorial, Barcelona 018; Bancocracia Icaria Editorial, Barcelona 2015; Una mirada al retrovisor: el neoliberalismo desde sus orígenes hasta la actualidad, Icaria, 2010; La Deuda o la Vida (escrito junto con Damien Millet) Icaria, Barcelona, 2011; La crisis global, El Viejo Topo, Barcelona, 2010; La bolsa o la vida: las finanzas contra los pueblos, Gakoa, 2002. Ha sido miembro de la Comisión de Auditoria Integral del Crédito (CAIC) del Ecuador en 2007-2011.Coordinó los trabajos de la Comisión de la Verdad Sobre la Deuda, creada por la presidente del Parlamento griego. Esta comisión funcionó, con el auspicio del Parlamento, entre abril y octubre de 2015. El nuevo presidente del Parlamento griego anunció su disolución el 12 de noviembre de 2015.
Fuente: http://www.cadtm.org/Ucrania-resistir-a-los-acreedores-21652