Las comunidades quilombolas de Bahía todavía padecen la violación de sus territorios en varias localidades del estado. Por ello, el Comité de Defensa de las Comunidades Quilombolas realiza, mañana (05), en Salvador, un acto público en defensa de los territorios tradicionales. La manifestación está agendada para realizarse en la Plaza de la Piedad, a partir […]
Las comunidades quilombolas de Bahía todavía padecen la violación de sus territorios en varias localidades del estado. Por ello, el Comité de Defensa de las Comunidades Quilombolas realiza, mañana (05), en Salvador, un acto público en defensa de los territorios tradicionales. La manifestación está agendada para realizarse en la Plaza de la Piedad, a partir de las 15h.
María José Pacheco, del Consejo Pastoral de Pescadores, destaca la ausencia de prioridad de las políticas públicas orientadas a los quilombolas. De acuerdo con ella, de las 297 comunidades quilombolas existentes en el estado, solamente cinco fueron tituladas.
La lentitud del proceso de regularización de los territorios se debe, fundamentalmente, a la falta de compromiso del Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra). «El [Incra] no tiene un equipo formado», afirma, comentando que Bahía sólo tiene una antropóloga para estudiar a las 297 comunidades del estado. «Este año, el Incra no tiene ni siquiera un equipo completo para la principal acción del proceso de regularización del territorio de las Comunidades Quilombolas, que es la elaboración del Informe de Identificación y Delimitación (RTID), primera etapa del proceso», señala el manifiesto.
Además, el manifiesto firmado por el Comité destaca también que la violación al derecho territorial de las comunidades quilombolas es realizada incluso por autoridades del Estado, conjuntamente con grandes empresas nacionales y extranjeras. «Esta asociación opta por un Modelo de desarrollo Racista y Concentrador de la riqueza que tiene como perspectiva la inviabilización del modo de vida de estas comunidades, la expulsión de sus propios territorios y consecuentemente su exterminio», denuncia.
Según María José, Bahía presenta innumerables comunidades amenazadas por grandes actividades como la minería y emprendimientos turísticos. Iguape, Ilha de Cajaíba, Ilha de Maré y São Francisco do Paraguaçu son sólo algunas áreas que sufren a causa de estos proyectos.
Marizelha Lopes, habitante de la Comunidad de Bananeiras, en la Ilha de Maré, sufre todos los días por la falta de atención de las autoridades. De acuerdo con ella, la población de las comunidades de la Ilha de Maré es obligada a convivir con la polución causada por el Puerto de Aratu.
Según Marizelha, hay estudios que revelaron altos índices de plomo en la sangre de los niños que viven cerca del Puerto. «Estas comunidades padecen la polución atmosférica y la del mar causada por el Puerto de Aratu, lo que ha aumentado el número de muertes por cáncer y de niños con asma, y ha disminuido el pescado», afirma el manifiesto del Comité de Defensa de las Comunidades Quilombolas.
Todos estos daños, de acuerdo con todo lo que se señala, no están cerca de ser solucionados. Al contrario de lo esperado, Marizelha comenta que existe un proyecto de ampliación y dragado del Puerto de Aratu. «[El proyecto] ya salió en el Diario Oficial [del Estado de Bahía], pero nadie conversó con nosotros», se desahoga. Además, la vecina de esa comunidad denuncia además la poca atención de las autoridades hacia las personas que viven en Ilha de Maré. «Las políticas públicas no llegan aquí», comenta, destacando la falta de médicos y de saneamiento básico. «Ilha de Maré está tan cercana de Salvador y tan abandonada», se lamenta.
Traducción: Daniel Barrantes
Fuente original: http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?boletim=1&lang=ES&cod=42576