Francisco Fernández Buey (Paco) tenía a raudales dos virtudes cardinales del pensamiento Marxista: crítica y utopia. Su capacidad crítica la compartía con muchos de su generación e incluso con las que le sucedieron, pero su capacidad para encauzar la dimensión utópica del pensamiento Marxista era única. Es una constante en su obra y quehacer político. […]
Francisco Fernández Buey (Paco) tenía a raudales dos virtudes cardinales del pensamiento Marxista: crítica y utopia. Su capacidad crítica la compartía con muchos de su generación e incluso con las que le sucedieron, pero su capacidad para encauzar la dimensión utópica del pensamiento Marxista era única. Es una constante en su obra y quehacer político. Se puede ver, por ejemplo, en sus escritos sobre Moore, Fourier o el Che, y en su dialogo con los nuevos movimientos sean ecologista, antinuclear, pacifista, antiglobalización, socialismo Latinoamericano, o el 15 M.
Lejos de cerrarse en un mundo académico mas o menos protegido, como les ocurrió a muchos Marxistas en los 80, Paco siguió trabajando con los movimientos anticapitalistas (con «los de abajo» como a veces decía). Paco también era un Marxiologo erudito, es decir le fascinaba la obra y la persona de Carlos Marx. Su palabra era clara, comedida, templada y a la vez intransigente con su crítica de «la bestia» y con su anhelo de un mundo igualitario.
A pesar de ser conocido internacionalmente (Europa, Latino America, Norte America) y de pertenecer al selecto grupo de expertos en Gramsci con Buttigieg y Rosengarten, Paco tenia un estilo campechano, sobrio, y elegante. Parecía que pensara con detenimiento cada palabra, pero sin asomo de pedantería. Su estilo era a la vez elaborado, exacto y cordial.
Un Marxismo abierto
Conocí a Paco hace más de tres décadas cuando era un editor de Mientras Tanto y el discípulo más allegado a Manuel Sacristán. Mirando atrás me sorprende la buena disposición que tuvo para ayudarme e interesarse en un tema (la agresión humana) que se encontraba fuera de su ámbito de estudio. ¿Cuantos Marxistas de su generación se hubieran interesado por un texto de un desconocido que atacaba al capitalismo desde un punto de vista cientifista y con una posición política mas cerca al anarquismo que del comunismo? Paco tenia esa virtud poco común de escucharte y darte su opinión respetuosa, pero sincera.
Esta disposición intelectual abierta le permitió profundizar en temas nuevos antes que otros intelectuales ibéricos. Un ejemplo seria la opresión de los pueblos indígenas, ya aparente en su trabajo sobre Jerónimo, y el racismo. Una vez le fui a ver con mi compañera, una india Californiana y se preocupo enseguida por ella ya que no nos podía entender. Su preocupación por estos temas no era solo teórica, era también personal.
Un comunismo no sectario
Creo que se sentía orgulloso de ser comunista. Tal como decía su apreciada Rosana Rosanda, para ser comunista no hace falta carnet. Hablaba con añoranza del partido antes de la democracia, de lo buena que era su organización. Aunque siguió siempre en activo, estaba claramente a la izquierda de lo que nuestro sistema podía encajar. Paco no era sectario, le gustaba conectar a sus amigos y conocidos con intereses comunes sin que personalmente ganase nada con ello. A pesar trabajar en la universidad, daba la impresión que sus objetivos políticos tomaban a menudo precedencia sobre las necesidades de promoción académica.
Una generación dura
Esta como aceptado que la generación de socialistas que nació antes de la guerra civil, la de Manolo Sacristán, es la que sufrió más con el fascismo durante el pasado siglo. No hay duda que la violencia del sistema en contra suya fue mayor. Sin embargo la lucha de esta generación tuvo pocas ambigüedades, las cosas fueron a mejor, y el contexto exterior fue uno en el cual el Marxismo, cuando no dominante era respetado y se le tomaba en serio.
No fue axial para la generación de Paco. En los ochenta la izquierda comunista casi desapareció, la promesa de la clandestinidad no se vio realizada. Los marxistas coherentes como Paco tuvieron que enfrentarse con la traicion política de parte de su cohorte y con la marginalización académica. Paco tuvo que trabajar en un ambiente académico post franquista dominado por ex comunistas convertidos al neoliberalismo (eg Mas Collell) o por jóvenes agresivos de derechas «preparados» en Norteamérica o Europa (eg Sala i Martin). Estos compromisos y contradicciones han sido duros para nuestra generación. Ello ha contribuido, al menos hasta hace poco, al sentimiento colectivo de derrota política inevitable. Paco lo llevaba bien, mejor que nadie, con sobrio estoicismo.
Pero el compromiso de Paco era profundo y rehusó bajarse del tren Marxista aun cuando en los ochenta pocos lo hicieron. Es curioso como ahora muchos vuelven a hablar de clases sociales y citan a Marx cuando en los 80s y 90s a uno le llamaban anticuado al hacerlo. Tuve la suerte de colaborar con el en la critica al marxismo analítico al que veíamos como una escuela incongruente que utilizaba los presupuestos individualistas del neoliberalismo (teoría de elección racional) para adaptarlos a algunas ideas marxistas como la de clase social. Tal como anticipábamos, el tiempo nos dio la razón. Queda muy poco de aquella escuela y la mayoría de sus adeptos han dado un giro a la derecha aun mayor, mientras el Marxismo «clásico» que defendíamos no solo no ha pasado de moda si no que esta viviendo un resurgimiento con la Gran Recesión. Paco tampoco era victima del colonialismo académico. Consciente de la calidad de la obra de Manuel Sacristán, no dudo en divulgarla en el contexto Anglosajón.
Hasta siempre
Hay que agradecerle a Paco su honestidad ideológica y su compromiso intelectual. Sin el, muchos no hubiéramos visto que era posible, incluso necesario, seguir con la critica radical del capitalismo, pase lo que pase. Tal como están las cosas su figura adquiere aun mayor envergadura.
Carles Muntaner es Catedrático de Enfermería, Salud Pública y Psiquiatría de la Universidad de Toronto, Canadá.
Notas:
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Fernández Buey, F, & Muntaner, C. (1995). Marxism’s against the current: weighing the decade of the eighties. Science & Society, 58(4), 471-481.
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Muntaner C Fernandez Buey F (1998) Manuel Sacristan Spanish Marxist: Breaking the Pact of Silence. Rethinking Marxism Volume 10, Issue 2, June 1998, pages 123-137
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Fernandez Buey F and Muntaner C Making Sense of Elster. LSES/NIMH 1996
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