Todos sabemos por donde se mueve la prima de riesgo en estos momentos. 426, 432 y ¿has visto? ¡El FMI dice que puede llegar a 750! Dios santo. Pero el coeficiente de Gini, pues, ni sabemos qué es. Bueno, yo sí pero a mi me pagan por mirar esas cosas. La selección de la prima […]
Todos sabemos por donde se mueve la prima de riesgo en estos momentos. 426, 432 y ¿has visto? ¡El FMI dice que puede llegar a 750! Dios santo. Pero el coeficiente de Gini, pues, ni sabemos qué es. Bueno, yo sí pero a mi me pagan por mirar esas cosas. La selección de la prima de riesgo por encima del coeficiente de Gini en el ranking de indicadores económicos populares es otro ejemplo de cómo nos acaban vendiendo cosas que les importan a ellos mientras las cosas que deberían importarnos a nosotros permanecen bajo dos dedos de polvo en el almacén. Porque el coeficiente de Gini mide el nivel de desigualdad en la sociedad, la diferencia entre las rentas de los más ricos y los mas pobres-. La semana pasada eché un vistazo a los últimos datos sobre el coeficiente en la base de datos de Eurostat, mientras hacia un articulo para La Vanguardia sobre el libro The spirit level de Richard Wilkinson y Kate Pickett, . Y al ver la evolución del indicador en España en los útlimos cinco o seis años, en comparación con los demás países europeos, me quedé de piedra. . Según Eurostat, el coeficiente de Gini ha subido 2,7 puntos eneros desde el 2008 desde 31.3 a 34 mucho más que ningún otro país europeo. Ni Grecia, ni Portugal registran subidas del coeficiente de Gini comparables con España. Eso sí, Irlanda -otra sociedad sometida a los ajustes duras – le pisa los talones.
Me extraña que no haya tertulias de periodistas debatiendo sobre esta subida del coeficiente de Gini en un ambiente crispado en algún estudio de Television Española u Onda cero.. Porque , normalmente el coeficiente Gini sube o baja de forma paulatina en incrementos de décimas de punto a lo largo de décadas. No suele subir puntos enteros en un año o dos. Pero en España en estos momentos coinciden salarios en descenso para la mayoría, paro masivo y recortes sociales, con beneficios empresariales que han aumentado 23.000 millones de euros en el último año hasta casi medio billón de euros, y fortunas españolas en los primeros puestos del ranking Forbes. Esto parece haber provocado un aumento explosivo del coeficiente de Gini aunque quizas el lector tiene otra explicación. Culalquiera que sea el motivo, es muy preocupante y especialmente llamativo porque España había estrechado la diferencia entre ricos y el resto durante las dos décadas anteriores . Hasta fue elogiada por la OCDE en su informe Growing Unequal (Creciendo desigualmente, 2008) como «uno de los pocos países junto con Grecia y Francia que han ido en contra de la corriente de creciente desigualdad».
Es un tema importante porque, a partir de la experiencia del Reino Unido, y Estados Unidos y otros países extremadamente desiguales se sabe que la polarización de las rentas es la raíz de una amplia gama de problemas sociales y sicológicos, desde la obesidad a la delincuencia violenta; las enfermedades mentales a la esperanza de vida; la tasa de homicidios a la mortandad infantil; la adicción al juego a la adicción a drogas y población en la cárcel; desde los niveles de la confianza en la sociedad a la movilidad social. No es la renta per capita, ni tan siquiera la pobreza lo que ocasionan estas patologias, segun Wilkinson, sino la polarización de las rentas y la desigualdad . En el numero 7 de estos diapositivos de Wilkinson, se ve la relación entre un indice compuesto de indicadores de diversas patologías sociales y problemas de salud y la desigualdad. España no esta mal colocado . Pero esos son datos de mediados de la decada pasada..
He aqui la entrevista que le hice a Wilkinson , epidemiólogo de la Universidad de York, en Manchester a primeros de mes durante la conferencia del Partido Laborista:
¿Le preocuparía esta subida del coeficiente de Gini en España?
En un cambio de un año a otro puede haber error de medición pero si es una tendencia constante a lo largo de un perido de varios años, es para preocuparte. Como el Reino Unido en los años ochenta. No hay duda de que nos ha convertido en una sociedad mas anti social.
¿Cuesta creer que la desigualdad puede ser responsable de tantos males sociales?
Si mira los gráficos que elaboramos para el libro a partir de datos de la OCDE y otras organizaciones, verá que en casi todos los indicadores de patología social son más altos en países como EE.UU. o el Reino Unido que registran niveles extremos de desigualdad. Eso no es casualidad. Nos han criticado por hacer una teoría que lo explica todo. Pero no es eso. Lo que ocurre es que explica problemas que son más corrientes en la parte baja de la sociedad. Son problemas relacionados con el status social y se agravan cuando las diferencias de status son mayores. Es bastante sencillo.
¿Cuál es el mecanismo?
La desigualdad agrava lo que los sicólogos califican como la social evaluation threat -la amenaza de auto estima social-; es decir que la sensación de que algunos valen mucho y otros no valen nada. Y a todos nos preocupa estar despreciados. En el Reino Unido en los ochenta hubo un cambio en las relaciones sociales. Pasamos desde una sociedad con cooperación y reciprocidad a una sociedad del sálvese quien pueda. Hay más ansiedad social, fobias, timidez en sociedades desiguales. Al mismo tiempo, existe un aumento de narcisismo. Esto se vio en EE.UU. a partir de los años ochenta cuando la desigualdad empezó a despegar.
¿Y en la salud física?
El gran cambio en nuestros conocimientos de lo que condiciona la salud es el reconocimiento de la importancia del estrés crónico para las enfermedades. Y las fuentes principales del estrés crónico tienen que ver con las relaciones sociales. La competencia del estatus y la inseguridad del estatus son condiciones muy estresantes. Y hay motivos para pensar que esto está relacionado con la desigualdad.
¿Si fuera asesor de un gobierno le diría que debería utilizar el indicador de desigualdad para diseñar sus políticas?
Sí. Es la política más importante. Puede tardar tiempo en efectuar un cambio. Sabemos que se tardan cinco años a más entre un aumento de la desigualdad y la aparición de los problemas sociales y de salud. De modo que tardaría también al reves. Pero reducir la desigualdad debería ser la prioridad de cualquier gobierno .
¿Los laboristas redujeron la desigualdad cuando gobernaron?
Los laboristas frenaron el ensanchamiento de los diferenciales pero no hicieron lo suficiente para reducir la desigualdad de los años Thatcher. Hicieron hincapié en la pobreza infantil pero no hicieron nada para bajar rentas en al parte de arriba. No entendieron que el problema no es necesariamente la pobreza sino la desigualdad.
¿Pero se puede resolver estos problemas bajando las rentas de los ricos sin subir las de los pobres?
Sí. En algunos estudios en EE.UU. se ha ponderado los datos para eliminar la incidencia de la pobreza. Y se demuestra que existe un efecto negativo sobre la sociedad que es exclusivamente atribuible a la desigualdad.
¿Hay alguna relación entre el hecho de ser un país pequeño, como los escandinavos y la igualdad?
La gente lo dice. Pero no es así. Singapur y Portugal son muy desiguales. Pero Japón es una sociedad muy equitativa. Las dimensiones de la población no es relevante para la desigualdad..
¿Qué se debe hacer para bajar la desigualdad?
Hay muchas formas de reducir los diferenciales de renta. Los impuestos son uno pero solo uno. Japón y Suecia son los dos países mas iguales. Pero son muy diferentes. En Suecia se debe a impuestos muy elevados sobre las rentas altas. En Japón es una cosa más cultural que data desde la postguerra.
¿Existe una clase de austeridad que permite combatir la desigualdad?
Pues, la justicia económica es importante. Afecta el comportamiento social. Mire en el Reino Unido en la Segunda Guerra Mundial hubo una austeridad salvaje. Pero se registró una fuerte reducción de la desigualdad. Y la salud -medida por esperanza de vida- mejoró dos veces mas en esos años que en cualquier otro momento de la historia.
Fuente: http://blogs.lavanguardia.com/diario-itinerante/?p=1290