Entrevista a Gonzalo Gómez Freire, co-fundador de Aporrea.org, investigador del Centro Internacional Miranda y miembro del colectivo político-sindical Marea Socialista, corriente crítica en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV): Aporrea -un medio de comunicación digital y popular que ha llegado a las 100.000 visitas diarias y ha acumulado, en nueve años y medio de […]
Entrevista a Gonzalo Gómez Freire, co-fundador de Aporrea.org, investigador del Centro Internacional Miranda y miembro del colectivo político-sindical Marea Socialista, corriente crítica en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV):
Aporrea -un medio de comunicación digital y popular que ha llegado a las 100.000 visitas diarias y ha acumulado, en nueve años y medio de existencia, más de 500 millones de visitas- se fundó en el 2002 con el objetivo de movilizar a la población y parar el golpe contra Chávez. Los orígenes de Gonzalo Gómez se remontan a la llegada de inmigrantes gallegos a Venezuela en los años 40. Tiene 57 años y es comunicador social.
Pregunta.- ¿Cuál es la política de medios del actual Gobierno de Venezuela?
Respuesta.- Es una política que favorece, en términos relativos, a los intereses populares. Sin embargo considero que no está a la altura de los retos de la revolución bolivariana. Una cosa es favorecer el desarrollo de los medios alternativos y otra cosa es que el movimiento obrero, campesino y los sectores populares construyamos nuestro propio poder comunicacional.
P.- ¿Cuál es su opinión sobre la política de hacia los medios de comunicación del Gobierno argentino?
R.- Apunta al desarrollo de la soberanía de nuestros países. El problema está en que si eso se hace desde la lógica del Estado, y no desarrollamos la comunicación popular, corremos el riesgo de que el Estado lo monopolice. No soy defensor de las comunicaciones del Estado sin control social ni de la comunicación privada como tal. Defiendo la comunicación en manos del movimiento popular.
P.- ¿Cuáles son los peligros a que se enfrenta la revolución bolivariana?
R.- Aparte de la burguesía opositora pro imperialista y apátrida nosotros tenemos un problema que es el de la burocratización. Hay sectores que utilizan el discurso revolucionario y socialista, viven del discurso político de izquierda, pero su práctica es capitalista y en realidad contrarrevolucionaria. Trabajan desde su ubicación en puestos del aparato del Estado beneficiándose de las transacciones que su ubicación les permite: comisiones, contratos y eso les permite la acumulación privada de capital. Utilizan recursos del Estado y lo invierten dentro y fuera del país. En Venezuela existe una lucha contra estas prácticas y el mismo Chávez ha dicho que es necesario aplicar las tres erres: revisión, rectificación y reimpulso pero la clave está en que esto tiene que estar en manos del pueblo movilizado.
P.- ¿Se está formando una casta burocrática burguesa capitalista dentro de Venezuela?
R.- Yo creo que sí. En la medida en que el Gobierno se va radicalizando se va expulsando a sectores burgueses que se vincularon a Chávez en la primera etapa.
P.- ¿Qué perspectivas existen después de Chávez?
R.- Hoy por hoy Chávez es un factor aglutinante incluso con los que se molestan con él. El pueblo le reconoce ese factor de unidad. Ahora bien, si nosotros no logramos construir las comunas, las ciudades comunales y otras instancias de los movimientos en Venezuela no tendríamos asegurado el futuro del proceso revolucionario. Para mí esto es lo más importante. La era post Chávez no depende de figuras individuales, sino que depende de la capacidad que nosotros tengamos, cuando ese liderazgo no esté presente, de seguir desarrollando, profundizando y avanzando en la revolución bolivariana. La revolución no puede depender de un líder individual.
P.- Recientemente, Izquierda Anticapitalista presentó una querella por prevaricación contra el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, por beneficiar presuntamente a un golpista venezolano. ¿Cuál es su opinión al respecto?
R.- Presumimos que detrás de la citación del general golpista, Néstor González González, a declarar en la Audiencia Nacional había la jugada de involucrar al Presidente Chávez en las relaciones entre las FARC y ETA. Teniendo este general una orden de captura internacional y haberse suspendido esa citación se evitó, de esta manera, su posible detención en España que es lo que la querella presenta como prevaricación. La querella es una iniciativa importante porque hay que cerrar los caminos a la impunidad golpista que ha hecho tantos estragos en el caso de América Latina.
P.- ¿Existen otros elementos detrás del papel del general González?
R.- Para nosotros no sólo es un general golpista, sino un general al que diversas investigaciones lo señalan como involucrado en unos atentados calificados como terroristas. Las acciones se realizaron en el edificio Teleport donde había un servicio diplomático de Colombia y también un atentado con explosivos contra la embajada de España en Caracas. Se dá la paradoja que un juez que está pretendiendo defender los intereses del Estado español está, presuntamente, facilitando la evasión de la justicia de alguien que atentó contra una embajada de España.
P.- El pasado 20 de noviembre hubo elecciones en España. El PP consiguió la mayoría absoluta. ¿Cómo ve las relaciones futuras entre el Gobierno español y el venezolano?
R.- Las relaciones con el Gobierno de Aznar fueron muy beligerantes. A Aznar se le acusa de haber tenido que ver con la trama del golpe de Estado y de haber respaldado a los elementos que intervinieron en él. Aznar fue uno de los primeros que reconoció al gobierno golpista de Carmona. Siendo un gobierno que llegó liquidando la Constitución y destituyendo todos los poderes públicos. Una dictadura en ciernes. No sabemos cómo va actuar el actual gobierno de España pero creo que actuará en función de intereses económicos o por los capitales de empresas españolas que todavía existen allí. En cualquier caso, en líneas generales, cualquier gobierno, incluso otro del partido socialista, hubiera tenido políticas hostiles hacia el gobierno venezolano. No creo que sean gobiernos que estén contentos de que en América Latina haya procesos que apuntan hacia la defensa de la soberanía rompiendo lazos de sometimiento con el imperialismo norteamericano. Además de buscar la integración de los países latinoamericanos. Creo que este gobierno no va a significar nada positivo a los intereses venezolanos, particularmente para la revolución bolivariana.