Alberto Moreno será el nuevo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El hasta ahora embajador de Colombia aplastó a sus competidores en una primera ronda sin ningún tipo de problemas en la primera ronda. Su rival más serio era el brasileño Joao Sayad, pero se quedó muy lejos del triunfo. El nuevo presidente del […]
Alberto Moreno será el nuevo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El hasta ahora embajador de Colombia aplastó a sus competidores en una primera ronda sin ningún tipo de problemas en la primera ronda. Su rival más serio era el brasileño Joao Sayad, pero se quedó muy lejos del triunfo. El nuevo presidente del BID ha desarrollado prácticamente toda su carrera política en Washington, en una trayectoria sobre la que existen algunas sombras.
El BID anunció esta semana oficialmente el triunfo de Moreno. El todavía embajador de Colombia en Washington dirigirá el BID por un periodo de cinco años a partir del próximo 1 de octubre, cuando se haga efectiva la renuncia del actual titular, Enrique Iglesias.
Moreno se enfrentaba en estas elecciones a otros cuatro candidatos: el brasileño Joao Sayad; el ministro de Economía de Perú, Pedro Pablo Kuczynski; el ex ministro de Economía de Venezuela José Alejandro Rojas y el presidente del Banco Central de Nicaragua, Mario Alonso.
Sin embargo, los candidatos de Nicaragua y Venezuela se retiraron antes de la primera votación. El nicaragüense votó a favor de Moreno y el venezolano del brasileño Joao Sayad.
Los votos. Moreno logró el respaldo de 20 de los 28 países de América (26 prestatarios más Canadá y EEUU). A su favor votaron Uruguay y Paraguay, dos países del Mercosur que rompieron la disciplina de voto y decidieron dejar en la estacada al candidato brasileño; Ecuador y Colombia (de la Comunidad Andina -CAN-); todos los países del Tratado de Libre Comercio de Norte América (EEUU, Canadá y México), así como todos los centroamericanos y los caribeños, menos Haití y Surinam.
Y Sayad se tuvo que conformar con tan sólo siete votos, incluido el de su país. Además de Venezuela, obtuvo el apoyo de Argentina, tras un acuerdo informal entre el Gobierno de Lula y el de Kirchner; Chile, Bolivia, Haití y Surinam. Algunos observadores creen que los problemas del brasileño para alzarse con el título tienen que ver con las dificultades que está atravesando la Administración Lula debido a los escándalos de corrupción.
El otro candidato, el ministro de Economía de Perú, obtuvo un sólo voto, el de su propio país.
Según publican algunos diarios brasileños, la Cancillería del país no gestionó bien la campaña de su candidato debido a que la crisis política absorbió toda la atención del Ejecutivo. Incluso se asegura que Sayad se ha pagado de su bolsillo parte de la gira de promoción. En la prensa local, algunos editoriales se quejan del poco apoyo que ha recibido Brasil de sus vecinos latinoamericanos.
Para ganar las votaciones, Moreno necesitaba por un lado el apoyo de la mayoría absoluta de esas 28 naciones, objetivo conseguido sin problemas, y, además, el respaldo de la mayoría del capital del banco, cuyo principal accionista es EEUU. Consiguió el voto a favor del 56,07% frente al 33,64% de Brasil.
Las sombras. Alberto Moreno fue ministro de Desarrollo bajo la Presidencia de César Gaviria (1990-1994) y hasta mediados de 1998 fue el presidente de la Junta Directiva del Banco Pacífico en Colombia. A partir de 1998, con Andrés Pastrana (1998-2002), ocupó el cargo de embajador de Colombia en EEUU. A lo largo de esos años su nombre se vio relacionado en dos ocasiones con casos de corrupción.
La primera vez fue a raíz de un escándalo en el Banco Pacífico en Colombia durante su gestión, un caso que no salió a la luz hasta 2003. Al parecer, la entidad ocultó una garantía de 36 millones de dólares (30 millones de euros) en los libros de la firma. La entidad fue intervenida en 1999 tras un largo historial de retrasos e incumplimientos en la devolución de impuestos y otros tributos.
Posteriormente, su nombre apareció ligado en el ‘caso Chambacú’. Chambacú es el nombre de un gran lote de tierra de 27 hectáreas al norte de Bogotá en el que se tenían que haber construido viviendas sociales. Sin embargo, fue adquirido por una sociedad comercial a precios por debajo de mercado con préstamos de bancos oficiales y destinado a la construcción de un hotel de lujo. La operación fue autorizada por Moreno cuando era ministro de Desarrollo. El que será el nuevo presidente del BID a partir de octubre salió indemne de ambos escándalos.