Álvaro Uribe, en su segundo mandato como presidente de Colombia, continúa con éxito su política de privatización. Ahora vendió la mayoría de las acciones de una refinería de la Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol) a una empresa suiza por un precio apenas superior al mínimo establecido.
La empresa suiza Glencore International AG ganó la licitación pública de venta de 51 por ciento de las acciones de la refinería de Ecopetrol, en la ciudad caribeña de Cartagena, con una oferta de 630,7 millones de dólares. El precio mínimo fijado por la empresa estatal colombiana era de 625 millones de dólares.
A esta venta se suman otras enajenaciones totales o parciales, como la de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Telecom) y la del banco Granahorrar. Además se anuncian nuevas privatizaciones, como la de la Empresa Colombiana de Gas, liquidaciones y fusiones.
Esta política despierta amargas críticas en la oposición.
«En el Senado de la República hacemos debates técnicos o políticos sobre las privatizaciones que propone Uribe. Pero con la mentalidad retardataria del presidente, lo único que se está logrando es favorecer a sus amigos», afirmó a IPS el senador Jorge Robledo, del partido de oposición Polo Democrático Alternativo.
La venta de Telecom, realizada en abril de 2006, se basó en que el crecimiento de la telefonía móvil sacaría de uso a los teléfonos fijos. El Estado mantuvo 49 por ciento de las acciones mientras la española Telefónica Internacional SA ganó la subasta pública, al ofrecer 350 millones de dólares por 51 por ciento de las acciones.
«Si se sindica de negociado la privatización de Telecom es porque el comprador recuperará su inversión en menos de tres años, ganará otros 400 millones de dólares por administrar la empresa y, luego de 15 años, recibirá totalmente gratis, entre otras muchas cosas 1,5 millones de líneas telefónicas», afirmó Robledo.
En el sector financiero, el gobierno enajenó en octubre de 2005 lo que quedaba del antiguo banco central hipotecario. El equivalente a 98,7 por ciento del Granahorrar fue vendido por 412 millones de dólares al Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), de capital español.
La privatización ha reactivado la productividad de la entidad financiera, según afirma el ejecutivo. Durante los dos primeros meses de 2006, el banco superó en 32,8 por ciento las ganancias obtenidas en el mismo periodo del año anterior, de acuerdo con datos publicados por la Presidencia de Colombia en su sitio en Internet.
Mientras tanto, avanza el proceso de enajenación de la empresa Ecogas, que se encarga de transportar gas natural de los campos de producción localizados en la costa Caribe y en la zona oriental al centro del país, a través de una red de gasoductos compuesta por 3.644 kilómetros de tubería.
No obstante, al contrario de las otras enajenaciones, esta venta prioriza a los sectores solidarios de la economía, como los trabajadores activos y pensionados de la empresa y los sindicatos, según lo establece la ley 226 de 1995.
Adicionalmente, Uribe liquidó la empresa de Administración Postal Nacional (Adpostal). En enero de 2005 ya había tomado una decisión similar con el Instituto Nacional de Radio y Televisión y la entidad estatal Audiovisuales, las cuales fueron fusionadas en un nuevo organismo llamado Radio Televisión Nacional de Colombia.
También anunció una reestructuración del Instituto de los Seguros Sociales (ISS) que brinda atención médico asistencial a afiliados y beneficiarios, cubre las mesadas de 650.000 pensionados y 28.000 jubilados, reglamenta las enfermedades laborales, y recauda los aportes correspondientes a los seguros sociales obligatorios.
En Colombia todas las personas están obligadas a afiliarse a una empresa prestadora de servicios de salud, privada o pública, y a una administradora de aportes para la pensión, según lo establece la ley 100, que promovió el propio Uribe en 1993 cuando era senador.
IPS consultó la opinión del investigador y docente de la facultad de economía de la Universidad Nacional, Ricardo Bonilla.
«Es cierto que Adpostal era una entidad totalmente ineficiente, mientras que las empresas privadas de correos están posicionadas y han demostrado agilidad y eficiencia. El caso del ISS hay que mirarlo de distintas maneras. En atención de salud, sustenta toda la carga de las enfermedades de alto costo y asume también las pensiones de un alto porcentaje de personas mayores. Otro tema es el de los riesgos profesionales, el cual sí produce ganancia. Por lo tanto para este caso, lo que se necesitaría es una reestructuración a fondo y competente».
«El tema de la privatización de Ecopetrol es aún más serio», continúo Bonilla. «En este caso, la venta equivale a acabar con la gallina de los huevos de oro. Porque así se agotara el petróleo en unos cinco años, como está previsto, aún así, el país necesitaría de las refinerías».
Adicionalmente, el aeropuerto El Dorado de Bogotá será modernizado por el consorcio colombo-suizo Sociedad Concesionaria Operadora Internacional, que durante los próximos cinco años llevará a cabo esa tarea y recibirá el beneficio de las operaciones durante 20 más.
«Este es otro ejemplo de un gran negocio», aseguró el senador Robledo. «¡Imaginémonos la ganancia que dará el aeropuerto si de siete millones de pasajeros al año pasa a 16 millones! ¡Y de 500 pasa a dos millones de toneladas de carga anuales!».
A lo largo de su vida pública, Uribe se ha caracterizado por su inclinación hacia las privatizaciones. De 1995 a 1997 fue gobernador de la provincia empresarial por antonomasia, Antioquia, ubicada en el noroccidente del país.
En desempeño de este cargo privatizó el área de distribución de la Empresa de Licores de Antioquia, la más grande en su género de Colombia, y liquidó la Empresa de Obras Públicas Departamentales, cuya principal función, la reparación de vías, pasó a ser ejecutada por el sector privado.