La historia de la participación de árabes en la guerra civil en el lado republicano es muy poco conocida. Esta película documental recoge inicialmente la historia de Najati Sidqi, brigadista internacionalista palestino, y que, después, se desliza a la historia del éxodo de su familia, semejante a otras vidas palestinas, tras la partición de la […]
La historia de la participación de árabes en la guerra civil en el lado republicano es muy poco conocida. Esta película documental recoge inicialmente la historia de Najati Sidqi, brigadista internacionalista palestino, y que, después, se desliza a la historia del éxodo de su familia, semejante a otras vidas palestinas, tras la partición de la Palestina y la Nakba.
¿Cómo surgió la película Venís desde lejos y el título de la misma?
La idea de la película surgió tras leer en la revista Nación Árabe, editada por el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe, en 2003, un artículo escrito por Salvador Bofarull sobre los árabes que lucharon en la Guerra Civil española contra Franco y las tropas fascistas. Hasta ese momento no se conocía casi nada sobre esa participación árabe. Todas las noticias existentes sobre árabes giraban sobre la participación de la Guardia Mora en las tropas de Franco. Después, a lo largo de algunos años me documenté más sobre la Guerra Civil española e, intentaba también tirar del hilo para llegar a una historia personal vinculada a esa participación. En el año 2007 supe de la publicación, en Beirut, de las memorias del militante palestino Najati Sidqi, que vino a España como periodista durante la Guerra Civil en solidaridad con la República y para escribir sobre el bando revolucionario contra Franco. Al leer el libro, sentí que ya por fin había encontrado la historia que estaba buscando. Sin embargo, a lo largo de esos últimos años, descubrí que la historia de la familia de Najati Sidqi y sobre todo la historia de su hija Dulia iba mucho más lejos de lo que esperaba contar. Me encontré frente a personas y experiencias extraordinarias. Me encontré con la historia e xtrema del éxodo palestino, y con gente que han decidido pagar un alto precio por sus opiniones, sin victimismo. Me encontré con la historia palestina que nos relata que el sionismo es la continuación del proyecto fascista de la Europa de los años treinta. Todo eso necesitaba mucha investigación, análisis y visionado de archivos fílmicos de forma distinta a lo que solía suceder en otras películas, y es lo que he intentado hacer en mi documental. El título surgió a partir del poema Venís desde muy lejos, de Rafael Albertí, que lo escribió en homenaje a los brigadistas internacionales de la Guerra Civil. Un poema que sentí muy presente en lo que intentaba contar en mi documental, por eso opté por elegir el título en homenaje a esos brigadistas, también en homenaje al mismo Rafael Alberti.
¿Cómo te documentaste, cómo se construyó el guión y la búsqueda de las personas que intervienen en la película?
La documentación sobre la participación árabe en el bando republicano llega del mismo Comité de la Solidaridad con la Causa Árabe, y el director de la revista, Carlos Varea y otros colaboradores, con toda la información que tenían hasta el momento sobre esos hechos. Ese apoyo fue muy importante, no solo a nivel informativo, sino también a nivel de sentir la solidaridad por parte de gente que le interesa de verdad recuperar la memoria histórica en su significado más profundo. Desde el momento en que me encontré con las memorias de Najati Sidqi, fue cuando empecé a construir la imagen a partir de elementos fragmentados entre países, idiomas, emociones y secretos. Nadie tenía la imagen completa, nadie tenía la historia completa, y mi trabajo se centraba en reconstruir toda la historia desde el principio, no solamente como historia individual familiar, sino en su relación con los hechos políticos e históricos. Para mi, el documental se basa sobre esa relación dialéctica entre la Historia y la vida de la gente, cómo afectan cada una a la otra y cómo entra nuestra voluntad humana, nuestras creencias como factor en esa historia.
Hay poco conocimiento de brigadistas árabes y, menos, palestinos que participasen en la Guerra C ivil española. En Palestina o en otras partes, ¿se conoce la historia de la participación árabe a favor de la República española?
Muy poca gente conoce la historia de l as brigadistas árabes en España, incluso en el mundo árabe. Y eso que hay en la película Sierra de Teruel, de André Malraux, una mención a este hecho.
Tu experiencia anterior cinematográfica ¿te ha servido?
Este documental iba a ser mi primera experiencia cinematográfica porque empecé el proyecto y la investigación en 2003, pero por falta de interés en Europa para producir este tipo de películas que intenta ver la historia de otra forma y la relación compleja entre el Mundo Árabe y Europa, este proyecto tardó muchos años hasta que viera la luz. Durante esos años hice otros tres documentales (Sólo Sueños, Prohibido y La Estela de la Mariposa) que eran obras que trataban cuestiones actuales en Egipto. Por supuesto esas experiencias me ayudaron a desarrollar un lenguaje cinematográfico más complejo y analítico que se vio en Venís desde lejos. Pero lo que me ha servido más en la realización de este documental fue mi experiencia y mi participación en la Primavera árabe a lo largo de los últimos años. Creo que esa experiencia me ayudó par a desarrollar las ideas relacionadas con las revoluciones de manera distinta, a analizar el hecho humano en el discurso histórico de manera más madura. Son ya muchos años de agitación en Egipto y en el mundo entero y tenemos que recuperar nuestra memoria histórica de manera más constructiva que nos sirve de guía para crear un cambio social verdadero y duradero.
Hiciste un crowdfounding para obtener dinero. ¿No hay dinero para este tipo de proyectos o el mundo del cine está proletarizado?
Desafortunadamente, no solamente es que no haya dinero para este tipo de historias, sino que también hay una intención de ignorarlas aunque estén realizadas. Son historias que salen de la imagen estereotipada sobre los árabes, aquí no somos víctimas, somos gente consciente y solidaria con las causas de otros pueblos. Aquí hay lecturas que se enfrentan con la lectura oficial sionista, dominante en Europa y en todos lugares, y por esa misma razón no son bienvenidas.
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