Brasil vive hoy un ciclo progresista. Liderado por Lula desde 2002 su economía mejoró logrando que más de 30 millones de personas sobrepasen la línea de pobreza. A pesar de la crisis internacional la administración brasileña ha defendido el empleo, aumentado el salario mínimo real e incrementado el consumo, colocándose en un lugar expectante en […]
Brasil vive hoy un ciclo progresista. Liderado por Lula desde 2002 su economía mejoró logrando que más de 30 millones de personas sobrepasen la línea de pobreza. A pesar de la crisis internacional la administración brasileña ha defendido el empleo, aumentado el salario mínimo real e incrementado el consumo, colocándose en un lugar expectante en el escenario mundial. Quizá por esas, y otras decisiones más, el presidente Lula goza de tanto prestigio, con índices de aprobación popular nunca antes vistos en las encuestas de opinión.
La plataforma de gobierno está compuesta por 14 partidos que van desde la izquierda hasta el centro, siendo el Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), parte fundamental.
Sin embargo, en ese extenso arcoíris de gobernabilidad, el Partido Comunista del Brasil (PCdoB) juega un importantísimo papel. Dueño de una larga historia de 87 años y con una marcada orientación marxista-leninista, el PCdoB tiene un antigua y predominante presencia en los movimientos sociales, principalmente estudiantil, femenino y de los trabajadores. Su pertenencia al gobierno Lula le ha permitido acceder a mayores responsabilidades de gestión pública e incrementar su bancada parlamentaria estadual y federal.
Hace unos días el PCdoB realizó en Sao Paulo su 12º Congreso Nacional. Participaron del proceso 102 mil militantes llegando a la plenaria final poco más de 1000; esto sin considerar que los afiliados al Partido son 240 mil, cantidad todavía modesta como ellos mismos lo reconocen, pues la tierra de Tiradentes y José Bonifacio, supera los 190 millones de habitantes.
Estuvieron presentes en el evento 49 delegaciones de 32 países del mundo, lo que demuestra el destacado trabajo internacional del Partido y la consideración recibida por las principales organizaciones de izquierda de los cinco continentes.
Dos han sido los asuntos más debatidos de la agenda congresal. Uno, el Proyecto de Nuevo Programa Socialista para el Brasil y, el otro, la nueva Política de Cuadros Comunistas. El Programa señala la necesidad de impulsar un salto civilizatorio que afirme la Nación brasilera mediante el Proyecto Nacional de Desarrollo, apuntando al objetivo estratégico del Socialismo. La Política de Cuadros parte de la expresión «cuadros para este tiempo» y tiene como propósito preparar a la nueva generación y a los líderes más antiguos afirmando su conciencia, estimulando la renovación, calificándolos, especializándolos y convirtiéndolos en representantes no sólo del Partido sino de todas las esferas de la vida pública.
Finalmente, los delegados eligieron al Comité Central luego de un democrático proceso de consultas que incluyó organismos de base, comisiones nacionales y dirección saliente. De los 105 integrantes 10 tienen menos de 30 años, las mujeres superan el 30% y se ha incrementado el número de trabajadores e intelectuales. Renato Rabelo fue ratificado como presidente -aunque él ha precisado que será su último mandato- y, la vicepresidencia recayó en Luciana Santos (43), carismática exprefecta de Olinda y actual Secretaria de Ciencia y Tecnología de Pernambuco.
El 12° Congreso del PCdoB ha demostrado que los comunistas sí podemos construir un partido revolucionario moderno que, sin abandonar sus principios, se convierta en alternativa real y sea siempre un partido joven.
Yomar Meléndez Rosas es Abogado. Vicepresidente Nacional del Movimiento Nueva Izquierda (MNI). Perú.
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.