El 26 de Abril de cada año, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI, siglas en castellano) celebra el «Día Mundial de la Propiedad Intelectual» y cada año a medida que se acerca esta fecha, comienza la propaganda mediática a favor del aumento de protección de los monopolios de la industria farmacéutica o la […]
El 26 de Abril de cada año, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI, siglas en castellano) celebra el «Día Mundial de la Propiedad Intelectual» y cada año a medida que se acerca esta fecha, comienza la propaganda mediática a favor del aumento de protección de los monopolios de la industria farmacéutica o la industria del cine y el entretenimiento. También impulsacongresos que impulsan operativos de confiscación de mercaderías «falsificadas, contrabandeadas o pirateadas».
Como parte de esta campaña mundial de la OMPI y el gobierno de los Estados Unidos, se despliega en Latinoamérica y el Mundo un impresionante lobby político y económico que lleva, por ejemplo, a «arrasar» una Feria Popular de productos de bajos precios como «La Salada» en Argentina o a realizar el decomiso de productos «falsificados» en México.
La OMPI y las empresas globales que la financian, necesitan crear un estado de opinión pública que acepte determinados cambios en las prácticas aduaneras y judiciales comerciales para bloquear la competencia nacional de productos o la establecida por la industria china e india, desde calzado, textiles, juguetes, electrónicos o medicamentos genéricos: insumos de industrias basadas en las patentes, las marcas o el copyright.
Así, y en conjunto con la Oficina de Comercio de los Estados Unidos (USTR) publica anualmente un informe sobre la observancia de las leyes y prácticas de propiedad intelectual del resto de los países y elabora una «Lista 301» (Watch List 301) que se encarga arbitraria y colonialmente de clasificar a los gobiernos por su supuesto mayor o menor grado de cumplimiento de las normas propiedad intelectual, indicando sectores del mundo que realizan supuestas ventas de productos sin autorización de sus creadores, es decir, la gran industria musical, cinematográfica o del software estadounidense.
Año tras año, medios de comunicación, oficinas de propiedad intelectual de América Latina y policías aduaneras se prestan a los intereses de estos monopolios en la región y trabajan junto a OMPI en planes de cooperación que llevan a sostener la arquitectura judicial mediante nuevas leyes o tratados internacionales de interés foráneo.
La estrategia es de Piratas: en algunos países, utilizan como «mascarón de proa» a la pequeña y mediana industria nacional y se han llegado a presentar proyectos de ley que supuestamente las benefician (y así son presentados ante la opinión pública y la propia administración nacional) pero que en realidad impulsan un reforzamiento de la protección de la posición dominante de sectores de mercado mediante las leyes de marcas, patentes, diseños industriales o derechos de autor. Detrás del mascarón está la Carabela y sus cañones.
Los Piratas de la OMPI encubiertos como Organismo Internacional Neutral, idea, promueve, financia y aplica las leyes que sus empresas requieren para mantener el librecomercio de bienes y servicios desde el Norte hacia el Sur, donde los Estados Unidos son los principales exportadores de productos desde el río Bravo hasta la Patagonia, a pesar del MERCOSUR, ALADI, UNASUR, CELAC, ALBA , SICA o CARICOM.
Las industrias protegidas por la propiedad intelectual mediante marcas, patentes, diseños industriales o copyright, perforan las defensas de los países que son vulneradas por fuera y por dentro gracias a los propios Malinches colonizados por OMPI-OMC en la búsqueda venal del interés personal.
Desde Europa y con la supervisión de los EE. UU., los funcionarios de la OMPI atraviesan los océanospara propagar el mercantilismo de la propiedad intelectual, generando un gran daños a millones de seres humanos que no acceden a medicinas, alimentos, vestido, libros o música, por ser productos tutelados por los gendarmes globales de las marcas y las patentes en un mundo del hiperconsumo promovido por un Pirata llamado OMPI.
(*) Ver algunos de los muchos artículos sobre «violaciones de propiedad intelectual» publicados por la mass-media durante el mes de Abril
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