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Una bomba de la resistencia mata a 14 marines y suman 45 en dos semanas

Fuentes: La Jornada

Catorce marines estadunidenses y su intérprete civil fueron muertos hoy en Irak en uno de los peores ataques contra las fuerzas de la coalición desde el fin oficial de la guerra. El bombazo, al oeste de Bagdad, elevó a 45 el número de soldados estadunidenses muertos en el país ocupado en las últimas dos semanas, […]

Catorce marines estadunidenses y su intérprete civil fueron muertos hoy en Irak en uno de los peores ataques contra las fuerzas de la coalición desde el fin oficial de la guerra.

El bombazo, al oeste de Bagdad, elevó a 45 el número de soldados estadunidenses muertos en el país ocupado en las últimas dos semanas, durante las cuales se ha constatado el deterioro en la situación de la seguridad.

Unos 2 mil 700 iraquíes han perecido en los últimos tres meses.

La noche de este miércoles trascendieron reportes no confirmados de que las fuerzas estadunidenses estaban enfrascadas en tiroteos que siguieron al estallido de la bomba, que fue colocada a un lado del camino.

El grupo insurgente Ejército de Ansar al Sunna aseguró que después de estos combates capturó a un marine herido, al que mantiene en calidad de rehén y cuya fotografía publicaría en Internet.

El Pentágono, sin embargo, negó este miércoles que estuviera desaparecido cualquier miembro de su personal militar.

El resurgimiento de la violencia viene después de que comenzó a discutirse la nueva Constitución iraquí, que ya está rodeada de controversia debido al énfasis que le concede a la ley islámica, que incluye la derogación de algunos derechos de las mujeres, lo cual ha provocado feroces críticas de los grupos laicos y kurdos.

Estas muertes, estiman analistas, también son un revés para los planes de la administración del presidente George W. Bush de reducir el número de sus tropas en el país árabe, con la intención de dejar cada vez más labores de seguridad a las fuerzas iraquíes.

Los marines, miembros del equipo del regimiento de combate número dos, murieron cuando su vehículo blindado pasó por encima de un artefacto explosivo al sur de la ciudad de Haditha, en la provincia de Al Anbar.

Los combates se han intensificado en semanas recientes en esa zona a lo largo del río Eufrates y las fuerzas estadunidenses han reforzado sus esfuerzos por cerrar los accesos hacia la frontera con Siria, que, según se dice, es uno de los principales puntos de cruce hacia Irak de los insurgentes.

Los marines lanzaron una serie de operaciones en esta región en mayo y junio últimos, con la esperanza de pacificar la zona para que así las fuerzas iraquíes, militares y civiles, pudieran asumir el control efectivo del área.

Siete miembros de la misma unidad atacada hoy murieron hace tres días. El grupo Ansar al Sunna se responsabilizó de esos asesinatos perpetrados por un comando de hombres armados y enmascarados que llevaban cascos, chalecos contra balas y otros equipos robados a marines muertos.

Este miércoles, el grupo afirmó en un comunicado: «Los leones de la unidad tomaron como rehén a un marine y mataron a ocho cruzados en una emboscada exitosa cerca de Haditha».

En otro incidente, el periodista estadunidense freelance Stephen Vincent fue muerto cerca de la ciudad de Basora, en el sur iraquí controlado por los británicos.

Su intérprete iraquí, Nouriya Ita’is, fue herida y dejada por muerta, después de haber sido secuestrado el periodista independiente por cinco hombres armados, quienes capturaron a ella y a Vincent cuando ambos salían de una casa de cambio.

Vincent, quien estaba escribiendo un libro sobre Basora, dijo recientemente en un artículo que fue publicado por The New York Times que la policía de Basora fue infiltrada por milicianos chiítas, incluidos combatientes del ejército Al Mehdi, de Moqtada Sadr, y que ellos fueron los responsables de muchos de los asesinatos de ex miembros del partido Baaz.

El cuerpo de Vincent, que presentaba un tiro de gracia en la cabeza y heridas de bala en el pecho, fue hallado tirado en una calle de la ciudad de Basora.

Las fotografías del depósito de cadáveres lo muestran con una tela roja enrollada al cuello y las muñecas atadas con esposas plásticas, como las usadas por la policía. «Steve, Hay al Rebaat», decía la etiqueta en árabe que identificaba a Vincent, y el barrio del centro de Basora en que fue encontrado su cuerpo.

Ita’is fue encarcelada por la policía secreta iraquí, la Mujabarat, durante el régimen de Saddam Hussein, y posteriormente trabajó como periodista.

La noche de este miércoles, su hermana afirmó a la prensa: «Está en terapia intensiva, muy grave. Todos tenemos miedo por lo que le sucedió y estamos agradecidos de que esté viva».

El ejército de Gran Bretaña a cargo de la zona se ha enfrentado a muchas críticas por aparentemente hacer muy poco para detener la influencia chiíta extremista en las fuerzas policiales entrenadas por británicos, y por no investigar los asesinatos de funcionarios del partido Baaz y miembros de la comunidad cristiana.

La muerte de los marines coincide también con revelaciones en el sentido de que un escuadrón organizado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) torturó a varios prisioneros.

Los servicios de inteligencia de Estados Unidos también están acusados de estar involucrados en una brutal golpiza a consecuencia de la cual murió un ex alto funcionario iraquí, el mayor general Hamed Mowhoush.

Dos soldados del regimiento de caballería armada, con base en Fort Carson, Colorado, han sido acusados por este asesinato. La CIA, de su lado, aseguró que está llevando a cabo una investigación interna sobre la conducta de uno de estos oficiales.

© The Independent

Traducción: Gabriela Fonseca