Uno de los gigantes farmacéuticos, Johnson & Johnson, ha llevado a la Cruz Roja Americana a los tribunales por utilizar para recaudar dinero el tradicional emblema de la cruz roja, de la que tiene el «copyright». Mientras la Federación Internacional de la Cruz Roja se afana en reclamar dinero urgente para afrontar la grave crisis […]
Uno de los gigantes farmacéuticos, Johnson & Johnson, ha llevado a la Cruz Roja Americana a los tribunales por utilizar para recaudar dinero el tradicional emblema de la cruz roja, de la que tiene el «copyright».
Mientras la Federación Internacional de la Cruz Roja se afana en reclamar dinero urgente para afrontar la grave crisis sanitaria que enfrenta parte del sudeste asiático debido a las lluvias del monzón, la empresa estadounidense Johnson & Johnson (J&J) demandó el pasado miércoles a la organización de ayuda Cruz Roja Americana y a sus socios, por el uso de un logo de una cruz roja que fue registrado hace más de un siglo por el fabricante de artículos para el cuidado de la salud. Según la demanda de J&J, el organismo de socorro utilizó este logo en maletines de primeros auxilios, desinfectantes para manos y en guantes médicos que vende al público.
«Han roto el acuerdo que teníamos en cuanto a la marca y su utilización con fines comerciales. Lamentamos tener que haberles denunciado. Nuestra compañía admira el trabajo de la Cruz Roja y su misión», ha argumentado el portavoz de J&J.
Ambos grupos comparten símbolo desde hace más de un siglo: uno como marca comercial desde 1887 y el otro como enseña de la asociación. El problema parece ser que ha surgido cuando la Cruz Roja ha decidido vender productos propios para buscar así nuevas formas de financiación.
El gigante farmaceútico ganó 11.100 millones de dólares en su último ejercicio fiscal; el consejero delegado de Johnson & Johnson, William C Weldon, cobró 8,45 millones de dólares en 2006; los productos de los que se supone que saca provecho la organización apenas suman unas ventas de diez millones de dólares y son reinvertidos en fines humanitarios.
«A la Cruz Roja (la venta de kits) nos parece coherente con nuestra misión. La gente comprará kits en situaciones de emergencia en un impulso, y esto ayudará a financiar otros trabajos de la organización», se defienden desde la asociación humanitaria.
Entre otras cosas, la conocida firma J&J pidió a la corte de justicia que prohíba la venta de esos productos y ordene la retirada de los artículos que no se han vendido, el material de marketing relacionado y todas las ganancias derivadas de las ventas de tales productos, que se expenden en tiendas como Target y Wal-Mart.
En la demanda presentada dijo que ha tenido durante más de cien años «la propiedad exclusiva del diseño de la Cruz Roja para productos de primeros auxilios y de tratamiento de heridas que son vendidos al público, incluyendo los maletines de primeros auxilios».
El fabricante de los apósitos Band-Aids dijo que Clara Barton, fundadora de la Cruz Roja Americana, firmó en 1895 un acuerdo con la compañía en el que acordaba y concedía «el uso exclusivo de una cruz roja como marca registrada para productos químicos, quirúrgicos y farmacéuticos de todo tipo».
Mark Everson, presidente ejecutivo de la Cruz Roja Americana, calificó la demanda como «obscena» y respondió que los tradicionales maletines de primeros auxilios y otros productos promueven su objetivo humanitario de ayudar a los estadounidenses a prepararse para un desastre. El dinero que recibe la Cruz Roja por las ventas de sus productos es reinvertido en sus programas y servicios humanitarios, agregó este portavoz.