El candidato propuesto por los estados de África, el Caribe y el Pacífico (ACP) para dirigir la Organización Mundial del Comercio (OMC), Jaya Krishna Cuttaree, prometió trabajar por un sistema comercial que proteja a los países más pobres.
Cuttaree, canciller de Mauritania desde diciembre de 2003, señaló además que bregará para que las naciones más pobres alcen su voz en las negociaciones sobre comercio mundial, si es que es elegido nuevo director general de ese organismo con sede en Ginebra.
«Un sistema comercial multilateral efectivo y justo es deseado por todos los miembros de la OMC, pero aun más por nosotros, los países en desarrollo, más vulnerables y más débiles y con poca influencia en las negociaciones», dijo el jueves a periodistas en Bruselas.
«Si el comercio va a ser el motor de la lucha contra la pobreza, es muy importante para la OMC que los países en desarrollo sientan que son parte del proceso», subrayó.
La campaña para elegir un nuevo jefe de la OMC comenzó oficialmente el 1 de diciembre del año pasado. El actual director general, el tailandés Supachai Panitchpakdi, debe abandonar su cargo el 30 de agosto próximo.
Hasta ahora hay cuatro candidatos, tres de ellos de los países en desarrollo y uno del Norte industrializado.
Cuttaree compite con el embajador brasileño Luiz Felipe de Seixas Correa, con el uruguayo Carlos Pérez del Castillo, ex representante de su país en la OMC y ex presidente del Consejo General del organismo, y con el ex comisario de Comercio de la Unión Europea, Pascal Lamy.
En la Ronda de Doha de negociaciones multilaterales, Cuttaree se destacó como el principal vocero de la ACP, grupo creado en 1975 por 77 naciones en desarrollo que fueron enclaves coloniales de Europa.
Pérez del Castillo es considerado uno de los arquitectos del Mercado Común del Sur (Mercosur), mientras Seixas Correa adquirió notoriedad en la reunión ministerial de la OMC en la sudoriental ciudad mexicana de Cancún, en septiembre de 2003, y en meses previos, cuando lideró la conformación del Grupo de los 20 países en desarrollo (G-20).
Ese grupo de países del Sur exigió a las naciones industrializadas una drástica reducción de sus subsidios agrícolas antes de avanzar en las negociaciones comerciales multilaterales.
El candidato mauritano sostuvo que es importante que el nuevo director general del organismo sea del mundo en desarrollo.
«La prioridad de la OMC debe ser alcanzar un acuerdo sobre la Ronda de Doha antes de que termine este año, y ponga fin con la división entre ricos y pobres. Por eso es importante que asuma un candidato del Sur en desarrollo, ya que entiende los problemas de ambos lados», sostuvo.
Cuttaree dijo que el organismo necesita una «dimensión de desarrollo» y debe brindar «un trato especial y diferencial a las naciones pobres» para garantizar que obtengan «beneficios significativos» de la liberalización comercial.
El canciller de Jamaica y presidente del Consejo de Ministros de la ACP, Keith Desmond Knight, respaldó en diciembre la postulación de Cuttaree y destacó que se trata de un diplomático africano.
«Su conocimiento de las necesidades e intereses de este grupo tan diverso y de toda la OMC le permite apreciar bien las necesidades del comercio mundial», afirmó.
La OMC fue creada en 1995, al cabo de la Ronda Uruguay de negociaciones multilaterales de comercio, que culminó con la mayor reforma del sistema internacional de intercambios de la historia.
Su función principal es la de foro de negociaciones entre sus 148 miembros. También maneja disputas entre países y brinda asistencia técnica y capacitación a las naciones en desarrollo.
La organización quiere evitar que suceda algo similar a lo ocurrido en 1999, cuando la elección de un nuevo director general provocó una división entre los países del Sur y del Norte que dilató el nombramiento por varios meses.
Finalmente se llegó a un acuerdo para que el neozelandés Mike Moore y Panitchpakdi se alternaran en el puesto tres años cada uno, en vez del período habitual de cuatro.
«Compartir el cargo fue un error. Yo tengo mi propia visión sobre cómo debe ser la OMC, y los otros candidatos tienen sus propias visiones, que no deben comprometerse. Lo más importante es que el proceso de votación sea transparente para que todos los países miembro, ricos y pobres, puedan elegir», afirmó.
Los países pobres de la OMC tendrán gran influencia en la selección del nuevo director general. Los candidatos deberán convencerlos de que son la mejor opción para ellos, y esa tarea no será fácil para Lamy.
Muchos países en desarrollo han criticado la labor de Lamy en sus cinco años en la Comisión Europea, cuando jugó un papel clave en el desbloqueo de la Ronda de Doha de negociaciones multilaterales.
Los países más pobres de la OMC son cada vez más influyentes dentro de la organización, en especial luego de la conferencia de Cancún.
Para Cuttaree, sin embargo, no será fácil competir con los otros candidatos del Sur, que tienen sus respectivos partidarios. Del Castillo ya recibió respaldo de Australia, Nueva Zelandia y Singapur, en tanto que Seixas Correa dijo este mes estar confiado en que recibirá el vital apoyo de Estados Unidos.