El 5 de marzo, nueve años después de la desaparición física del Comandante Hugo Chávez, quien lo ha construido, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) celebra su quinto congreso, el cuarto de su componente juvenil, la Jpsuv. Un congreso que durará todo el año y en honor al Comandante. “Un año de revisión y estudio por parte del Partido -dijo el vicepresidente del Psuv Diosdado Cabello- sobre las estrategias y formas en que trabajaremos con el Gobierno para dar cuerpo a las nuevas 3R; y a una Gran Jornada Nacional de Formadores, en la que se espera proponer el documento rector para avanzar con las 3R.nets, tarea de las y los militantes para este Congreso”.
Al respecto, entrevistamos a una dirigente histórica del partido, Iris Varela, primera vicepresidenta de la Asamblea Nacional, elegida por unanimidad por segundo año, que no se anda con rodeos. Dice que en el congreso del PSUV pedirá que se discuta su propuesta: imponer de inmediato a la oposición comprometerse por el cese de las medidas coercitivas unilaterales, exigidas a gritos al imperialismo. De lo contrario – dice – no hay elecciones.
¿Qué significa «no hay elecciones»?
Creemos en nuestra constitución, que representa nuestro proyecto político, y la constitución prevé elecciones presidenciales en 2024. Sin embargo, debemos defender nuestra soberanía y nuestro proceso en todos los terrenos, incluido el electoral. No podemos entregar el país a quienes lo han debilitado sistemáticamente con sus acciones criminales causando malestar entre el pueblo. ¿Queremos abrir la puerta al enemigo que hizo de todo para sacarnos a balas? Estoy expresando una posición personal, pero creo interpretar el sentir de la inmensa mayoría de los venezolanos que apoyan el proceso revolucionario. No podemos, repito, ir a elecciones con un grupo que es el responsable de hacer tanto daño al país. Si quieren participar, no tienen que hacerlo en el último momento y en sus términos, sino que empiecen hoy a exigir el fin de las ilegales medidas coercitivas unilaterales que han querido. Creo que deberíamos discutir esto en el congreso de nuestro partido. Estamos en el mejor momento para hacerlo.
¿Qué implica concretamente su propuesta?
No podemos ir a nuevas elecciones en condiciones de desigualdad provocadas por las «sanciones» que tanto han golpeado al pueblo. Pasarán por lo menos dos años para que se haga efectivo el fin de las «sanciones», para que se sientan los beneficios, que se sumarían a todas las contramedidas que ha tomado nuestro gobierno revolucionario. El tiempo justo para devolverle al pueblo venezolano todo lo que le ha sido arrebatado y permitirle decidir libremente por quién votar. Y confiamos en que siempre decidirá dárselo a quien quiso su bien y no su mal. Para ello, hay que empezar hoy. Si estos señores quieren participar en las elecciones, deben actuar ahora, no en el último minuto y dictando condiciones. De lo contrario, no participan. ¿Son dignos de participar cuando las criminales medidas coercitivas que exigieron han dejado tantas muertes en el país? ¿Quién es responsable de esos muertos? Si la revolución había ido tan mal, ¿por qué no dejarla caer sola? ¿Por qué necesitaban organizar intentos de golpe, ataques con drones, paramilitares, bandas armadas de narcotraficantes en las fronteras financiadas directamente por el gobierno colombiano de Iván Duque? Ahora las condiciones deben estar muy claras, y para nosotros debe ser una cuestión de honor. La revolución ha reaccionado con tanta fuerza que estamos rompiendo el bloqueo económico, y eso ya se ve en las calles, hay un regreso al bienestar económico, a una mayor confianza. Sería el mejor momento para levantar las «sanciones» e imponer estas condiciones. Debemos estar agradecidos con el presidente del partido Nicolás Maduro y el vicepresidente Diosdado Cabello por seguir el ejemplo de Chávez al reorganizar el partido para estar a la altura del momento histórico. Sin embargo, no escondo que mastiqué amargura, junto a tantos venezolanos, por tener que ir a la competencia electoral junto a gente que tanto daño le ha hecho al país.
Usted ha dicho varias veces que le gustaría ver al autoproclamado y sus compinches en prisión. ¿Cómo se combina su pedido con la actitud del presidente Maduro que siempre prefiere el diálogo a la represión?
Cierto, el presidente es un gran pacificador, si hubiera habido otro de nosotros, con otra personalidad política, hubiera sido difícil mantener la paz del país, y esto hubiera implicado un mal peor. En cambio, el presidente supo navegar estas aguas turbulentas y nos condujo a la paz, ganándose el respeto de todo el pueblo, incluso de las personas que estaban apoyando al otro lado, y que luego se dieron cuenta de que sus acciones solo generaban daño. Sin embargo, el propio presidente dijo que no debe haber impunidad. Hoy más que nunca juzgar a esta gente sería saldar una enorme deuda que la revolución y su dirección tienen con el pueblo. Por otro lado, sus propios militantes exigen que los metan en la cárcel por embolsarse ríos de dinero.
Pero, ¿es esta una solución viable considerando el apoyo internacional del autoproclamado?
No creo que hubiera muchas reacciones para una persona tan desprestigiada internacionalmente incluso entre quienes lo habían apoyado. Está siendo investigado por su grupo porque recibió tanto dinero para echar abajo el proceso bolivariano y no pudo ni podrá. Mucho más efectivo fue el viejo Carmona Estanga que dio un golpe de Estado contra Chávez y prestó juramento en Miraflores, que este imbécil que juró en una plaza gobernar un país imaginario. Pensaron que podían hacer como en Libia, crear una estructura paralela, pero Venezuela no es Libia, ni ningún otro país, tiene una historia propia y un pueblo muy orgulloso de ser los artífices de esta historia, de haber vencido al imperio español, y de haberle hecho ahora pasar un mal rato al imperialismo más poderoso del planeta. Haber repelido la invasión con la batalla de los puentes fue una victoria contra el imperialismo. Que la oposición participara en las elecciones fue una victoria contra el imperialismo. Que hayamos derrotado todos los intentos de eliminar al presidente es una demostración de que estamos derrotando al imperialismo. La recuperación económica es una victoria contra el imperialismo, que tendrá que inventar otros métodos para derribarnos. Pero la muerte de unas 60.000 personas, provocada por medidas coercitivas unilaterales, pesa mucho y por ello la justicia debe tomar su curso y con rapidez. Hay procesos abiertos contra Guaidó por parte del Parlamento y el Ministerio Público, por delitos que van desde la usurpación de funciones hasta la traición a la patria, pasando por el robo de dinero y recursos, como denuncian sus propios compinches.
En su informe al Consejo de Derechos Humanos, el presidente Maduro denunció la extensión y persistencia del bloqueo a los bienes venezolanos en el exterior. ¿Cuál fue la utilidad de la ley antibloqueo?
La recuperación económica que estamos presenciando es resultado de la estrategia puesta en marcha por el presidente Maduro, de la que forma parte la Ley antibloqueo, muy criticada tanto por la derecha como por la derecha endógena, es decir, por la izquierda «exquisita» que habla hoy el mismo idioma que el enemigo porque no ama a Maduro, y así tiene tanto espacio en los medios. He explicado y difundido la Ley antibloqueo entre nuestro pueblo como palanca para incentivar la producción. Todo el mundo sabe que en Venezuela cualquiera que tenga un proyecto socioproductivo puede venir aquí y hacerlo realidad. Por eso, muchos compatriotas que se habían ido por motivos económicos, y con los que hemos mantenido contacto, después de ver lo que pasa en otros países, están regresando, sobre todo aprovechando el Plan Vuelta a la Patria. Estamos en plena revolución productiva. El contenido del Clap que era importado casi en su totalidad ahora es 100% producido en Venezuela. Estamos hablando de millones de familias que lo utilizan mensualmente. La nuestra es una patria fuerte, que hará honor a su compromiso con la Historia.
Hay quienes han definido el proceso bolivariano como un «capitalismo de bodegones» que se aleja cada vez más del socialismo. ¿Qué respondes?
No podemos pensar que estamos en la edad de piedra del socialismo, el presidente lo tuvo muy claro. No debemos ser dogmáticos, sino adecuar la revolución a los tiempos, que son diferentes tanto de aquellos en que Marx escribió el Manifiesto del Partido Comunista, como de la época de la revolución cubana, y también del momento de la rebelión cívico-militar del Comandante Chávez, así como desde principios de la década de 2000. Para ver los detalles de Venezuela, la elección de 2024 será muy diferente a la que llevó a Hugo Chávez a la presidencia. El comandante llegó al poder en circunstancias económicas muy difíciles para el pueblo venezolano, pero ¿quiénes fueron los responsables de esa crisis? ¿Eran los gringos? No, ellos eran nuestros gobernantes. Ahora, los perpetradores son la oposición, que recibe órdenes directas de los gringos. No debemos confundir la actividad económica productiva que apunta al bienestar del pueblo y a la construcción de las condiciones materiales que produzcan igualdad y no explotación, con el capitalismo. El trabajo, que sirve para generar riqueza, bienes y servicios, es la base de cualquier sistema. ¿Qué haría el capitalismo con todas las máquinas y tanta tecnología sin la materialidad del trabajo? Somos un país petrolero, pero no podemos alimentarnos de gasolina, por eso debemos producir alimentos, generar riqueza, tecnología, socializar los medios de producción, evitar la explotación del hombre por el hombre y de la mujer. Para ello, sin abandonar los postulados del socialismo, debemos desarrollar nuestro modelo económico-productivo.
Cuando Maduro dice que para el 2030 el socialismo debe ser irreversible, lo que significa para el PSUV, ¿cuáles serían los puntos de irreversibilidad?
Es un gran reto. En 2030 se celebrará el bicentenario del paso a la inmortalidad del Padre de la Patria, el Libertador Simón Bolívar. En esa fecha se disolvió su sueño de la Gran Colombia. Con la acción de Chávez hemos retomado el sueño de la Patria Grande, somos profundamente bolivarianos gracias a él, a quien consideramos el segundo Padre de la Patria. Pienso que nuestro socialismo puede hacerse irreversible si generamos riqueza para nuestro pueblo haciéndonos independientes en la economía productiva, en la tecnología, en la producción de nuestros bienes y servicios. También es posible hacer esto en un país del sur y en un sistema-mundo dominado por el capitalismo. Otros, antes que nosotros, lo han hecho, empezando por China, Rusia. Hay que elaborar un plan estratégico, como lo estamos haciendo. Hay una gran expectativa por todas las acciones que se realicen en el marco de la 3R.net propuestas por el presidente Maduro a nuestro partido. Entre esto, la lucha contra la corrupción, flagelo inconcebible para un proceso revolucionario, que siempre ha sido la bandera de Chávez. Tenemos 8 años por delante y todo nuestro esfuerzo para lograr el objetivo.
El partido la ha enviado a dirigir la actividad territorial en el estado Barinas, donde continúa el trabajo incansable del excandidato a gobernador Jorge Arreaza, quien no ganó las elecciones. ¿Cuál es el balance que has traído al Psuv?
En octubre del año pasado fui designada como jefa del comando de campaña Aristóbulo Istúriz en el estado Barinas, en el marco de las megaelecciones del 21 de noviembre, y luego el partido me envió a dirigir la actividad territorial. Vi un fuerte rechazo a nuestro candidato en las elecciones, Argenis Chávez: porque se habían abandonado las estructuras del partido, que se habían burocratizado. En esto ha encontrado un terreno fértil la acción de la derecha, encaminada a dividir al pueblo chavista, probado por las mismas difíciles condiciones que atraviesan todo el país a causa del criminal bloqueo. A pesar de esto, perdimos por un puñado de votos. Sin embargo, antes de que se comunicaran los resultados, la oposición los impugnó porque uno de sus candidatos se había presentado a pesar de estar incapacitado. El Tribunal Supremo de Justicia decidió que se debían repetir las elecciones. Con Arreaza hemos hecho una campaña extraordinaria, que ha reavivado las esperanzas de Barinas, donde el continúa su incansable labor política. Obtuvimos 30.000 votos más, pero perdimos, porque la derecha logró unirse en un cartel formal para la ocasión. Creo que perder a Barinas fue una victoria para nosotros los revolucionarios porque permitió al partido hacer una revisión profunda y al gobierno tomar nota del exceso de centralismo y del grado de desvinculación en el interior del país.
Y en comparación con las últimas elecciones, ¿cuál fue el balance del partido? Mucho se ha especulado en los medios tanto por el número de abstenciones como por un supuesto avance de la derecha, que habría ganado si se hubiera presentado unida. ¿Es eso así?
En todas partes del mundo, las elecciones no las ganan los abstencionistas, sino el que obtiene más votos. Y nuestra victoria ha sido indiscutible. Centrarse solo en Venezuela sirve para seguir desconociendo los resultados, aun cuando, como en este caso, la oposición participa, hace propuestas que son aceptadas y elige a sus propios gobernadores en algunos estados importantes como Zulia, Nueva Esparta, Barinas. La verdad es que el imperialismo le dio legitimidad al golpe de Carmona, a ese esperpento delinquente que es Guaidó que siendo diputado fue electo con el mismo Cne al que luego repudiaron. El mismo con el que participaron y ganaron en esta elección. No aumentaron los votos, ciertamente nosotros sufrimos la abstención, también por la emigración de los que se fueron por circunstancias económicas, pero que volverán. Lo que se nota es el creciente desencanto de gran parte de la oposición que pide participar en la vida política. Esto supone un problema para los gringos, que han invertido recursos y dinero para derribar el proceso bolivariano. Si fueran mayoría, ¿por qué no ganan? ¿Por qué no han recogido firmas para el referéndum revocatorio? Ellos no tienen seguidores. Nuestro pueblo tiene en su ADN el rechazo a la injerencia extranjera. Por eso, repito, estos personajes deben rendir cuentas al país, y no seguir chantajeando las próximas elecciones. Tenemos que discutir esto en el Congreso.