Una fotografía que fue entregada a The Independent revela que los civiles iraquíes capturados en el sur de Irak son maltratados por soldados británicos, violando así la ley internacional y las Convenciones de Ginebra. El incidente será analizado en una investigación pública que será anunciada mañana por el secretario de Defensa, Bob Ainsworth, que también […]
Una fotografía que fue entregada a The Independent revela que los civiles iraquíes capturados en el sur de Irak son maltratados por soldados británicos, violando así la ley internacional y las Convenciones de Ginebra. El incidente será analizado en una investigación pública que será anunciada mañana por el secretario de Defensa, Bob Ainsworth, que también examinará la evidencia de una de las peores atrocidades jamás llevadas a cabo por el ejército británico.
Se afirma que horas después de que esta fotografía fuera tomada, los cuatro hombres fueron trasferidos a un campo de detención dirigido por el Reino Unido donde fueron golpeados y donde otros 28 civiles fueron asesinados por soldados británicos. Los abogados de los hombres dicen que la fotografía, en manos del ejército desde mayo de 2004 pero hecha pública este año, apoya la evidencia de la rutina de abuso de los prisioneros iraquíes. El cubrir el rostro del prisionero y esposarlo en la espalda es una violación al artículo 3 de las Convenciones de Ginebra que prohíben la humillación y el trato degradante de los detenidos. Cuando esto sucede para apoyar los interrogatorios, como en este caso, también es una contravención del artículo 31: prohibición de coacción física y moral. También es una violación del artículo 3 de la Convención Europea de los Derechos Humanos, como también de las propias reglas del ejército acerca de encapuchar a los prisioneros.
El Comité Internacional de la Cruz Roja mostró su preocupación sobre violaciones semejantes en febrero de 2004, cuando advirtió a los gobiernos del Reino Unido y de Estados Unidos sobre estas prácticas. La nueva evidencia se sumará a los pedidos de una investigación pública completa sobre 33 casos más de abuso que involucran acusaciones contra el ejército británico en Irak entre 2003 y 2008.
Anoche, Lord David Ramsbotham, un ex comandante del ejército de tierra británico y ex jefe inspector de prisiones, dijo que creía que la fotografía mostraba trato inhumano y degradante. Le dijo al Independent: «Son pocas las personas que no se sintieron conmovidas o tristes por las imágenes de los ciudadanos iraquíes sometidos a lo que está bien descripto como tratamiento inhumano y degradante a manos de ciertos soldados británicos. Conmovidas por el trato que no está asociado con una nación que se llama a sí misma civilizada; tristes, porque mancillan la reputación del ejército británico, tan cuidadosamente preservado por tanta gente en diferentes circunstancias», dijo.
Phil Shiner, el abogado que pidió una investigación pública en la masacre y mutilación de 20 civiles iraquíes después de la batalla de Danny Boy, que involucró a las fuerzas británicas cerca de Basora en mayo de 2004, dijo: «El Ministerio de Defensa concedió una investigación no simplemente por la última revelación sino porque mucho de esta revelación apoyaba las acusaciones de nuestros clientes».
«Esta evidencia no fue investigada por la Royal Military Police, socavó el caso del Ministerio de Defensa y mostró que había sido mal presentada ante la Corte. Una investigación es esencial para aprender las lecciones y, cuando sea necesario, que los autores sean llevados a la Justicia en relación con este incidente y los cientos de otros casos que involucren a civiles que sabemos ahora que no fueron investigados en Irak.»
Los abogados del gobierno admitieron en el verano que en 2004 el ministro de Defensa había escrito un borrador de una carta confidencial, dirigida a 10 Downing Street, que se refería a las quejas hechas por el Comité Internacional de la Cruz Roja en relación con el supuesto maltrato a los prisioneros detenidos por el ejército después de la batalla. Fue el descubrimiento de esta correspondencia el que llevó al gobierno a retirar su apoyo a la investigación judicial de la masacre y abuso de los iraquíes. Los abogados de los iraquíes y de las familias de aquellos que habían muerto dijeron que el caso provocó acusaciones que eran las más serias en la historia militar británica moderna. Mañana, Ainsworth declarará ante el Parlamento en nombre del juez electo para presidir la investigación. El gobierno siempre mantuvo que las víctimas murieron en la batalla, mientras que los abogados de sus familias dicen que eran campesinos inocentes que trataban de huir de la lucha.
Un vocero del Ministerio de Defensa dijo: «No hemos encontrado evidencia de que esos detenidos como resultado del ataque a las tropas británicas y el fuego prolongado en el puesto de control Danny Boy fueran maltratados. El tratamiento de los detenidos que se ve en la fotografía no resulta una violación a las Convenciones de Ginebra, es importante recordar que nuestra primera prioridad es terminar con tales ataques para proteger a nuestras tropas de otras amenazas».
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-135812-2009-11-24.html