¿Alguna vez se ha preguntado por qué la brecha entre los más ricos del mundo y los demás es cada vez mayor? Gabriel Zucman, uno de los mejores economistas jóvenes del mundo, acaba de elaborar un informe que incide en una razón clave: Nuestros superricos no pagan casi nada de impuestos.
¿Cómo de casi nada? Así de cerca: En las últimas cuatro décadas, las fortunas de los «individuos con patrimonios muy elevados» han aumentado, teniendo en cuenta la inflación, una media del 7,5% anual. ¿Cuánto han pagado anualmente en impuestos estos ricos? Han estado pagando, calcula Zucman, un tipo impositivo efectivo «equivalente al 0,3% de su riqueza».
Otros analistas han compartido en los últimos años variaciones de esa misma historia básica. Pero ninguno de esos analistas ha tenido nunca la oportunidad de compartir esa historia en un escenario más amplio que Zucman, director fundador del Observatorio Fiscal de la UE y economista de la Universidad de California en Berkeley.
Zucman elaboró su nuevo e histórico informe a petición expresa de Brasil, la nación que ostenta actualmente la presidencia del G20, la agrupación mundial de las naciones económicas más poderosas del mundo. Los superricos del mundo, en opinión de los actuales dirigentes brasileños, no pagan ni de lejos la parte de impuestos que les corresponde.