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Unidad latinoamericana contra la crisis

Fuentes: Rebelión

  Un estudio realizado de conjunto por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), ofrece un panorama nada halagüeño para la región de este hemisferio sur, aunque esos organismos no analizan […]

 

Un estudio realizado de conjunto por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), ofrece un panorama nada halagüeño para la región de este hemisferio sur, aunque esos organismos no analizan los procesos de diversificación de mercados y la actual integración entre muchos países de la región, que podrán aminorar los efectos dañinos de la crisis capitalista mundial.

En una declaración prácticamente apocalíptica, durante la presentación del apartado latinoamericano del informe «Situación y perspectivas de la economía mundial» el director de Políticas de Desarrollo y Análisis del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, Robert Vos, señaló que en el peor de los casos la región tendrá, en 2009, un crecimiento negativo de 0, 2 %.

Otro informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) asegura que el crecimiento en América Latina será de solo 1,1 %, debido a la crisis financiera y económica global.

El FMI prevé una caída en las exportaciones, provocada por la disminución de la demanda de productos y sobre todo por el descenso en los precios de las materias primas. Esto se agrava con las restricciones en los mercados de capitales.

La baja pronosticada por el organismo internacional será 3, 5 % en 2009 pues en el año anterior alcanzó 4, 6 %.

Para levantarles el ánimo a sus miembros, el FMI asegura que los niveles no llegarán a ser de crisis, y considera una rápida recuperación para 2010, debido a un mejor desempeño en Estados Unidos y otras naciones desarrolladas.

Resulta innegable la profundidad de la crisis capitalista mundial que abarca al sector financiero, inmobiliario, telecomunicaciones, ambientales, sociales, es decir, a todo el ámbito de la sociedad.

Para la ONU, Sudamérica será la más afectada por un descenso de los precios de los bienes primarios, porque en esa zona «los ingresos de exportación se derivan principalmente del petróleo, metálicos y minerales».

Por el lado de las remesas, los países más dependientes de estas, como los centroamericanos y los caribeños, agrega, se verán en mayores dificultades que los sudamericanos.

Asimismo, el director de la oficina subregional de la CEPAL en México, Jorge Máttar, explicó que la región resentirá «diferenciadamente» los efectos de la crisis mundial, especialmente en las exportaciones, precios de bienes primarios, remesas, turismo, Inversión Extranjera Directa (IED) y la liquidez crediticia.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) vaticina la pérdida de 2 400 000 empleos en América Latina y el Caribe, en 2009, en un reciente informe difundido en Brasilia.

En la región se encuentran desocupados 15 000 000 de personas en edad económicamente activa, y la OIT ofrece como fórmula, que los gobiernos de la región deberán ampliar el acceso de la población a los servicios de protección social, «lo cual mejorará las condiciones de trabajo y ayudará a disminuir la pobreza».

Cuando se analiza el panorama en su totalidad, se comprende que las naciones más ligadas económicamente a Estados Unidos sufrirán los golpes más severos como México, Chile, Colombia, El Salvador, Costa Rica y Perú (firmó un reciente acuerdo de libre comercio con Washington).

México, que desde 1994 se alió a Estados Unidos y Canadá por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y es completamente dependiente de esos mercados, por lo cual la CEPAL estima que, 380 000 personas perderán su empleo en el transcurso de 2009.

El informe confirma que México será una de las economías de menor crecimiento en la región, con un aumento estimado en apenas 0, 5 %. Ya en 2008, ese país cayó al penúltimo lugar regional en materia de aumento del Producto Interno Bruto (PIB), con 1, 8 %, solo arriba de Haití, que repuntará este año 1,5 %, según los datos del organismo regional de las Naciones Unidas.

En menor grado sufrirán esos embates naciones grandes de América como Argentina, Brasil, Venezuela y otras que han ido diversificando su comercio internacional.

Las soluciones de protección social que ofrece la OIT las están aplicando, desde hace varios años, gobiernos de la región, sobre todo los que pertenecen a la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, (ALBA), MERCOSUR, UNASUR, PETROCARIBE, PETROSUR, CARICOM y otras agrupaciones que se han estado preocupando no solo por poner en lugares superiores las atenciones sociales y la creación de puestos laborales para sus ciudadanos, sino también enfilan sus intereses en crear condiciones para mayor intercambio comercial y la expansión de los mercados dentro de los países de la zona.

Con los nuevos gobiernos progresistas y nacionalistas que han surgido en los últimos años, América Latina está en condiciones de reforzar la integración para enfrentar la crisis capitalista mundial y disminuir el control político y económico que durante décadas ha ejercido Estados Unidos en la región.

La oportunidad no debe ser desaprovechada pues la unión puede amainar y salvar a Latinoamérica de los grandes estertores económicos que está provocando esta crisis.