Con gran consenso y comprensión sobre los graves problemas actuales que afrontan las naciones en desarrollo y las vías para tratar de disminuirlos y solventarlos, concluyó la reunión ministerial del Buró de Coordinación del Movimiento de Países No alineados (MNOAL) que sesionó del 27 al 30 de abril en el Palacio de las Convenciones de […]
Con gran consenso y comprensión sobre los graves problemas actuales que afrontan las naciones en desarrollo y las vías para tratar de disminuirlos y solventarlos, concluyó la reunión ministerial del Buró de Coordinación del Movimiento de Países No alineados (MNOAL) que sesionó del 27 al 30 de abril en el Palacio de las Convenciones de La Habana.
Las 140 delegaciones presentes en el evento, 60 encabezadas por cancilleres y otros ministros, aprobaron el Documento Final que consta de 467 párrafos, y abarcan numerosos aspectos que serán la base de la próxima Cumbre del Movimiento a efectuarse del 11 al 16 de julio próximo.
En la inauguración de la ministerial (los dos primeros días sesionó a nivel de expertos), el Presidente cubano Raúl Castro señaló hoy que es más vital y perentorio que nunca que el MNOAL actúe de manera unida y concertada ante los actuales desafíos mundiales pues nos afecta una profunda crisis económica, social, alimentaria.
El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, dijo que si el Movimiento no actúa con la firmeza y urgencia requerida, «serán nuevamente nuestros pueblos los que sufrirán, por más tiempo, las peores consecuencias de esta crisis.
«Es imposible mantener los injustos e irracionales patrones de consumo que sirvieron de fundamento al ordenamiento internacional vigente, impuesto por unos pocos y que hemos sido forzados a respetar. No es legítimo ni éticamente aceptable un ordenamiento global inspirado en pretensiones hegemónicas y en el egoísmo de minorías privilegiadas. No es perdurable un sistema que destruye al medio ambiente y que potencia el desigual acceso a la riqueza. El subdesarrollo es una consecuencia inevitable del actual orden mundial.»
Asimismo enfatizó que el neoliberalismo, como política económica, ha fracasado. El mito de las bondades del mercado y de su desregulación, los supuestos beneficios de las privatizaciones y de la reducción de la capacidad económica y redistributiva de los Estados, la credibilidad de las instituciones financieras, son hoy profundamente cuestionados en cualquier análisis objetivo.
Innegablemente que el tema de la crisis económica y financiera que afecta el planeta fue el de mayor impacto y el más tratado durante todo el evento efectuado en La Habana pese a que fueron abarcados otros como la necesidad de mantener vivo los principios fundacionales del Movimiento, la reforma de las Naciones Unidas; los conflictos políticos regionales y subregionales; los asuntos de desarrollo, sociales y de derechos humanos y la colaboración Sur-Sur, entre otros.
Como corresponde a estos eventos, el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla presidió la Ministerial y enfatizo durante una de sus intervenciones que se consolida el papel del MNOAL en las relaciones internacionales al participar activamente en los principales debates y en los procesos de decisión en diversos foros multilaterales, lo cual permite estar en mejores condiciones para defender los intereses de los pueblos del Sur
En la Declaración Final los ministros reconocieron que la crisis ha exacerbado los retos e impedimentos para alcanzar los objetivos de desarrollo, acordados a nivel internacional, inclidos los Objetivos del Milenio, en especial el acceso de los países en desarrollo a los recursos financieros e instaron a las naciones ricas a cumplir con sus compromisos de ayuda oficial para el desarrollo, así como la necesidad de recursos financieros adicionales para aliviar la crisis.
Se denunció que la actual crisis alimentaria mundial frena los empeños de los países en desarrollo y provoca que millones de personas sean víctimas del hambre y la pobreza degradantes.
Varios delegados instaron a la comunidad internacional a poner en práctica sus compromisos para abordar las necesidades especiales de África, que es el único continente que no está en camino de cumplir los objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015
Los ministros y altos funcionarios que hicieron uso de la palabra en las sesiones plenarias reconocieron la necesidad de trabajar mancomunadamente para reformar la arquitectura internacional monetaria y financiera y las estructuras de gobernabilidad económica en aras de mejorar el funcionamiento del sistema económico internacional y mitigar los efectos de la crisis para el desarrollo.
En esa línea consideraron la Conferencia de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Crisis Económica y Financiera prevista del 1ro al 3 de junio de 2009, constituye una inmejorable oportunidad para debatir y buscar soluciones de consenso a esa grave situación.
Allí, concordaron los delegados, se analizarán las causas subyacentes, las consecuencias y otros aspectos de la crisis, y se deberá abordar la urgente necesidad de reformar las arquitectura internacional monetaria y financiera, incluidas las instituciones de Bretton Woods.
De esa forma se convierte en un imperativo crear una arquitectura internacional financiera más responsable que se rija por estructuras y mecanismos de adopción de decisiones abiertas, con igual participación de países en desarrollo con independencia de su peso individual en el sistema financiero mundial.
Otros de los temas que acaparó la atención de los participantes durante los cuatro días de sesiones fue el injusto bloqueo económico y financiero que por más de 45 años mantiene el gobierno de Estados Unidos contra Cuba y se realizaron constantes llamados para que Washington concluya con esa agresiva política rechazada masivamente por la comunidad internacional en las numerosas votaciones efectuadas en el seno de las Naciones Unidas.
Enfatizaron que la nación antillana no está aislada del concierto internacional, sino por el contrario, hoy más que nunca tiene su apoyo.
También se destacó el trabajo realizado por Cuba a favor de la unión y revitalización del Movimiento desde que asumió por segunda ocasión su presidencia en septiembre de 2006, así como la continuidad que le dará Egipto durante su mandato.
En definitiva fueron cuatro días de intercambios y conversaciones fructíferas para perfeccionar las tareas y objetivos que se propone este importante grupo de Países No Alineados para el próximo trienio, que en cantidad de 118 miembros plenos, y 22 observadores (14 naciones y seis organizaciones) se dieron cita en La Habana.
Por eso las palabras finales del discurso pronunciado por el Presidente Raúl Castro resultaron conclusivas: «No albergo la menor duda de que el Movimiento de Países No Alineados seguirá siendo un actor fundamental y constructivo en los debates internacionales. Cuba mantendrá su empeño en contribuir con ese objetivo.»