La precariedad laboral también se presenta en muchas pequeñas y medianas empresas por la deficitaria aplicación de la ley
Miguel del Cid, director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para México y Cuba, afirmó ayer que es preocupante el crecimiento del desempleo abierto en México, donde uno de cada cuatro trabajadores se encuentran en la economía informal, y recomendó al presidente electo, Felipe Calderón, establecer políticas públicas integrales orientadas a subsanar este fenómeno.
Por separado, el subsecretario del Trabajo, Emilio Gómez Vives, planteó la necesidad de aprobar la reforma laboral, así como revisar el alto costo de los energéticos, a fin de que fluyan más inversiones al país para crear empleos productivos. Sostuvo que el capital privado se ha ahuyentado por los energéticos caros, y expresó su deseo de que en la presente legislatura haya concertación para sacar adelante la reforma laboral.
Antonio del Río, director general de Recursos Humanos de la Secretaría de Hacienda, manifestó que en un mundo globalizado, con un entorno complejo, dinámico y competitivo, el gobierno federal busca logar mejor calidad de vida para erradicar la pobreza, combatir la exclusión y promover mayor equidad a través de más oportunidades de trabajo de calidad.
Los tres hablaron en la 12 edición del Foro de Recursos Humanos 2006 de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos. Del Cid dijo que la economía informal es uno de los »tremendos» desafíos para el gobierno de Felipe Calderón.
Se tiene que hacer un examen más exhaustivo de los problemas laborales en México, pero no hay duda de que aparte del desempleo abierto que afecta a 4 por ciento de la población, »en términos muy gruesos», es un factor que debe preocupar a las autoridades federales.
Agregó que hay muchos desafíos desde la perspectiva del empleo en México, y uno de ellos tiene que ver no sólo con el desempleo, que es el aspecto más visible del problema ocupacional, sino con todos los temas relacionados con la calidad del empleo, porque la economía informal es de gran tamaño en el panorama mexicano.
El representante de la OIT en México y Cuba consideró que este problema es un reflejo de lo que ocurre en la economía real de éste y otros países latinoamericanos, en los que siete de cada diez nuevos empleos se crean en la economía informal.
Señaló que para enfrentar el problema del desempleo no basta con políticas de carácter macroeconómico, que son importantes porque aseguran cierta estabilidad, pero se hace necesario además aplicar un conjunto de políticas que permitan crear las condiciones para que fluya la inversión pública y privada. Sólo de esa forma se pueden mejorar las condiciones de empleo de calidad o de trabajo decente, que es lo que busca y fomenta la OIT a escala mundial, dijo.
Al respecto, Del Cid indicó que en calidad de empleo y salario México no es diferente al resto de los países de América Latina; a pesar de que puede estar en el décimo o doceavo lugar mundial, los problemas de precariedad laboral prevalecen en primer lugar en la economía informal.
Dijo que el grueso de las personas que están en esa economía no son asalariados, muchos trabajan por cuanta propia o son familiares no bien remunerados, y ahí se concentra el tema de la precariedad laboral y de la baja calidad del empleo, porque es personal que no tiene acceso a derechos ni a la seguridad social.
El director de la OIT afirmó que la precariedad laboral también se presenta en muchas pequeñas y medianas empresas de la economía formal y moderna, porque son problemas que se derivan de una deficitaria aplicación de la ley laboral mexicana.
La preocupación fundamental de países como México y Latinoamérica es cómo mejorar las condiciones de productividad y competitividad que le permitan aprovechar mejor la ventaja de la globalización y reducir al mínimo los costos de ese proceso, que la región ha pagado a partir de más desempleo, subempleo o empleo precario, y el aumento en la informalidad con precariedad.
Según Del Cid, la migración de los trabajadores de México y América Latina se explica por la atracción de los lugares de destino que tienen que ver con mejores condiciones de trabajo y de vida, pero también hay factores expulsores que se relacionan, entre otros, con las perspectivas de empleo entre México y sus socios en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, donde el ingreso es mayor.