Apreciamos que Rodríguez Rivera nos considere sus amigas pero nos basta con que nos considere sus interlocutoras y se dirija a nosotras por el nombre y el apellido o bien sólo por el apellido, tal como nosotras hemos hecho. COMO INTERLOCUTORAS AGRADECERÍAMOS QUE más allá de responder a lo que no hemos puesto en cuestión […]
Apreciamos que Rodríguez Rivera nos considere sus amigas pero nos basta con que nos considere sus interlocutoras y se dirija a nosotras por el nombre y el apellido o bien sólo por el apellido, tal como nosotras hemos hecho. COMO INTERLOCUTORAS AGRADECERÍAMOS QUE más allá de responder a lo que no hemos puesto en cuestión hubiera respondido a nuestras consideraciones, es decir: qué quiere decir con eso de que «la sensualidad del cubano es una fuerza de dificil coexistencia con el amor estable» porque nosotras entendemos que lo que esta frase dice es que hay que comprender (la mujeres cubanas tienen que comprender) que la sensualidad de los hombres les da derechos (derecho a ser comprendidos) que al parecer la sensualidad de las cubanas no les concede a las cubanas, ¿se puede entender otra cosa?; y segunda consideración: qué quiere decir con lo de «permanente receptoras de telenovelas» porque lo que nosotras entendemos es que esta frase presupone que el cerebro de las cubanas está construido de tal forma (diferente al parecer al cerebro de los cubanos) que «de modo natural» empatizan con «la estética» de las telenovelas».
Nos sorprende una interpretación tan pequeña de la paráfrasis de Martí. No se trata de homogeneizar -igualar ontológicamente- al hombre y la mujer sino de que la diferencia sexual sea socialmente irrelevante y no justifique el sometimiento de unos u otros (ni su jerarquización ideológica). Cada sexo es distinto y también cada persona es distinta de otra pero tanto con la raza como, si lo hubiera hecho, con el sexo, el espíritu y la letra de Marti reclaman que ninguna raza y ningún sexo puedan ejercer privilegios a costa del otro.
En cuanto a lo del choteo simplemente trasladamos narraciones que nos han hecho algunas mujeres cubanas, a quienes abrimos encantadas este debate.
El lema: coincidimos en que sería excelente abandonar un lema decimonónico, lo pedimos desde la solidaridad, porque Cuba es un ejemplo en numerosos aspectos y ese lema sin embargo no lo es para la lucha de todas las mujeres del mundo.
Nos extrañaría oír decir a ningún cubano o cubana que los cubanos tienen en su idiosincrasia un componente explotador, o prepotente, o de abuso de poder, pero esto es lo que dice Rodríguez Rivera cuando dice que tienen un componente machista, si bien confiamos en que no lo haya querido decir.
Noticia relacionada: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=25647.