Según el informe anual de 2009 sobre las actividades de la USAID en Venezuela, 32% de sus fondos multimillonarios han sido invertidos en grupos estudiantiles y juveniles vinculados con la oposición. De los 7,45 millones de dólares entregados a grupos y proyectos políticos en Venezuela durante 2009, una mayoría fueron destinados a «promover el debate […]
Según el informe anual de 2009 sobre las actividades de la USAID en Venezuela, 32% de sus fondos multimillonarios han sido invertidos en grupos estudiantiles y juveniles vinculados con la oposición. De los 7,45 millones de dólares entregados a grupos y proyectos políticos en Venezuela durante 2009, una mayoría fueron destinados a «promover el debate político entre estudiantes para aumentar el nivel del discurso sobre algunos de los asuntos más importantes para los venezolanos» y para «reforzar el uso de las nuevas tecnologías mediáticas (como Twitter y Facebook) para mejorar el acceso a la información y permitir el debate abierto y productivo en Internet».
En el último año, ha habido una explosión en Venezuela en el uso de Twitter y Facebook como mecanismos de promover campañas contra el gobierno venezolano y el Presidente Chávez. En septiembre 2009, se lanzó la campaña «No más Chávez» por Facebook, buscando crear una sensación exagerada a nivel mundial sobre la magnitud y potencial de la oposición venezolana. Últimamente, Twitter se ha convertido en un medio dominado por jóvenes venezolanos vinculados con la oposición violenta para promover matrices de opinión distorsionadas sobre la realidad en el país.
En octubre 2009, se fundó la Alianza de Movimientos Juveniles, una organización patrocinada y creada por el Departamento de Estado que agrupaba las agencias de Washington, los fundadores de las nuevas tecnologías, y dirigentes estudiantiles y jóvenes políticos seleccionados por EEUU. Su propósito era combinar tres sectores que juntos creaban la «receta perfecta» para lograr cambiar regímenes en países estratégicamente importantes para Washington. Participaron tres venezolanos – Yon Goicochea, Geraldine Álvarez y Rafael Delgado – quienes son fundadores del movimiento estudiantil de la oposición, «Manos Blancas».
La USAID está activa en Venezuela desde agosto de 2002, momento en el que abrió una Oficina para las Iniciativas hacia una Transición (OTI) en Caracas. Hasta la fecha, ha financiado a más de 611 grupos y proyectos políticos en Venezuela con más de 50 millones de dólares. Según sus propios informes, su financiamiento ha estado dirigido a tres temas específicos: el apoyo a campañas y procesos electorales, la promoción del debate político y la promoción de la participación ciudadana y el liderazgo democrático.
Aunque desde 2002, la USAID ha estado financiando los partidos y grupos políticos de la oposición en Venezuela, es en el año 2005 cuando empezó a enfocar en el sector estudiantil para ir formando nuevo liderazgo favorable a los intereses de Washington. Un convenio entre la USAID y la Fundación «Educando País», de fecha 2 de mayo de 2005, tenía como objetivo «la formación de líderes estudiantiles y juveniles». El convenio, que otorgó casi 40.000 dólares para unos talleres de formación política para el sector estudiantil, también buscaba «reincorporar al joven y la universidad en la vida política de la nación.»
Otros programas financiados por la USAID en 2005 fueron dedicados a temas como «El rol del estudiante universitario y la agenda universitaria en torno a la gobernabilidad, la democracia y la tolerancia», «El papel del movmiento estudiantil universitario en la reconstrucción y reconciliación de Venezuela», «La construcción de una agenda común que refleja el papel de los estudiantes en la política nacional» y «Reforzando las redes universitarias para promover la democracia», entre otros.
Cinco años después, las inversiones de la USAID en el sector estudiantil en Venezuela han dado sus frutos. Aquellos que participaron en los talleres de formación patrocinados por la USAID, o que recibieron sus fondos para crear nuevas organizaciones políticas, hoy son los líderes y dirigentes políticos de la oposición, como Yon Goicochea, Freddy Guevara y Stalin González. Algunos ya han ganado cargos políticos, como concejales municipales, y otros son los candidatos para las próximas elecciones legislativas en septiembre 2010. Y otros siguen dirigiendo las actividades políticas del sector estudiantil opositor, creando nuevos liderazgos y acciones para captar jóvenes e incorporarlos en un plan de desestabilización.
Para el año 2010, el presupuesto de la USAID en Venezuela ha duplicado. Son casi 15 millones de dólares destinados a promover la desestabilización en el país e intentar provocar un cambio de régimen favorable a los intereses de Washington. El sector estudiantil sigue siendo el principal receptor de los fondos y lineamientos del norte.