Una respuesta a Fred Moseley y Winfried Schwarz[1]
Por Michael Heinrich[2]
Mis diferencias con Fred y Winfried no comienzan con Adán y Eva, pero no están lejos de ello. Tenemos acuerdos sobre la primera página del primer capítulo de El capital, pero divergimos en la segunda página cuando Marx expone el valor de cambio. Hay muchas cosas que decir sobre el libro de Fred, pero en esta corta presentación me enfocaré en su interpretación de las primeras páginas del capítulo 1 de El capital.
Estamos hablando de diferentes lecturas de El capital de Marx, pero esta no es una discusión solamente para nerdos de la teoría. Las diferentes lecturas pueden tener consecuencias para nuestra comprensión del capitalismo y de una economía post-capitalista. Pero este no es el tema de hoy.
1. La diferencia básica con Fred (y Winfried)
Al comienzo de su libro, Fred muy claramente formula su supuesto básico en la lectura del primer capítulo de El capital:
Hablando metafóricamente, es como si Marx tuviera en su mano. o bajo un microscopio analítico, una mercancía representativa que ha sido producida pero todavía no intercambiada (por ejemplo un quarter de trigo), y analizara las dos propiedades comunes fundamentales que la mercancía representativa comparte con todas las otras mercancías: valor de uso y valor de cambio (Moseley 2023:8)
En el libro y también en su presentación, Fred recopila muchas citas con el fin de probar que el tema del primer capítulo es realmente lo que el título promete, la mercancía. Estoy de acuerdo. Fred añade que es una mercancía “representativa”. Marx nunca usó tal término, pero si Fred quiere decir que Marx no considera una mercancía particular, entonces estoy de acuerdo de nuevo. Nuestra diferencia radica en la respuesta a la pregunta sobre qué es una mercancía. ¿Podemos hablar de un producto o un servicio como una mercancía antes de que sea cambiado? Fred y Winfried dicen sí, yo digo no.
Mi réplica a Fred y Winfried es que antes del intercambio solo tenemos un producto con un valor de uso y un productor que quiere intercambiar dicho producto. Este producto solo se convierte en una mercancía en el proceso de intercambio. Por tanto, mi conclusión es: el objeto del capítulo 1 es verdaderamente la mercancía, pero cuando hablamos de una mercancía estamos necesariamente hablando de una mercancía que es parte de una relación de intercambio con otra mercancía (o con dinero).[3]
Esta es nuestra principal diferencia, de la cual se derivan la mayoría de las otras. Por tanto, me enfocaré en esta diferencia principal. Empezaré con tres objeciones preliminares al enfoque centrado en la producción de Fred y Winfried.
Primera. En su libro y en su presentación Fred enfatiza en una cantidad de “evidencia textual” y varias veces me acusa de no tener evidencia textual para mi posición. Con relación a nuestra diferencia básica, ninguno de los dos tiene evidencia textual directa en El capital. Marx no dice “Yo examino una mercancía antes de que sea cambiada”, pero tampoco dice “podemos solamente examinar una mercancía cuando consideramos una relación de intercambio.” Sin embargo, hay alguna evidencia textual en los Grundrisse, que al menos apunta en mi dirección. Originalmente Marx quería empezar los Grundrisse con un capítulo sobre la producción seguido por un capítulo sobre la circulación y escribió:
El capítulo sobre la producción objetivamente termina con el producto como resultado; aquel sobre la circulación comienza con la mercancía que es en sí misma de nuevo un valor de uso y un valor de cambio. (MEGA2 II/1: 237; MEW 42:240; Marx 1973:320).
Aquí Marx claramente establece que el resultado de la producción es un producto, no una mercancía. Una mercancía solo puede ser considerada en el contexto de la circulación y no antes de la circulación.
Al final de la sección 1 del capítulo 1 de El capital Marx hace un comentario que apunta en un sentido similar:
Una cosa puede ser útil y producto del trabajo humano sin ser una mercancía. Aquel que satisface su propia necesidad con el producto de su propio trabajo sin duda crea valor de uso pero no mercancías. Con el fin de producir la última debe producir no solamente valores de uso sino valores de uso para otros, valores de uso sociales. (MEW 23:55; Marx 1976:131).
Si un productor ha producido realmente valores de uso para otros (y por tanto mercancías) llega a ser claro solamente cuando es capaz de intercambiar estos productos. Antes del cambio el productor puede haber tenido el deseo de producir valores de uso para otros, pero parece un poco idealista asumir que el deseo por sí solo crea la mercancía y el valor.
Segunda: Fred enfatiza la bien conocida observación de Marx en el prefacio de El capital cuando denomina a la forma mercancía la “forma económica celular” y me acusa de no apreciar la significación metodológica de esta analogía: que Marx quiere presentar una mercancía “que representa lo que todas las mercancías tienen en común” (Moseley 2024: 13). Como ya afirmé, yo no niego que Marx hable de una mercancía “representativa” o de una mercancía que “represente todo lo que las mercancías tienen en común.” Yo niego que podamos hablar de tal mercancía antes del cambio. Y con respecto a esto la analogía de la forma celular no sustenta el punto de vista de Fred: ninguna célula del cuerpo existe antes de que exista el cuerpo. Si Marx hubiera tenido en mente que la mercancía existe antes del intercambio, debería haber usado la analogía de la “forma ladrillo”: cuanto tenemos un edificio hecho de ladrillos, el ladrillo individual existe verdaderamente antes que el edificio completo.
Tercera: Si Marx hubiera realmente empezado con la mercancía como resultado del proceso de producción previamente al cambio, y si hubiera realmente examinado los atributos básicos de la mercancías, tales como el valor y la magnitud del valor, como resultado exclusivo del proceso de producción ¿por qué no comenzó El capital con un capítulo sobre la producción de mercancías para demostrar estos resultados? En El capital la investigación sobre el proceso de producción comienza solo con el capítulo 7 (en alemán con el capítulo 5). Al final del capítulo 6 (en alemán capítulo 4) Marx nos dice que “debemos abandonar esta esfera de la circulación simple o el intercambio de mercancías” (MEW 23: 190; Marx 1976: 280). Esto significa que los primeros seis capítulos (en alemán los primeros cuatro capítulos) argumentan al nivel del intercambio y solo en el capítulo 7 (en alemán capítulo 5) empieza Marx a exponer la producción, comenzado con el proceso de trabajo.[4]
2. Niveles de abstracción en los tres primeros capítulos de El capital, Volumen 1
Al comienzo de su libro y también en su presentación, Fred enfatiza las bien conocidas consideraciones metodológicas de Marx en la Introducción de 1857, sobre que hay dos caminos en la ciencia real: primero comenzamos con un concreto complejo y desarrollamos nociones abstractas, luego tenemos que hacer el camino de vuelta, comenzando con las nociones abstractas para reproducir el concreto complejo en nuestra exposición. Fred concluye en su presentación:
Para la teoría de Marx el elemento más abstracto de la “moderna sociedad burguesa” (esto es, del capitalismo) es la mercancía. (Moseley 2024:5).
Con relación a la mercancía solamente hay evidencia textual para la proposición opuesta: en Las notas marginales sobre Wagner escribe Marx:
la “mercancía”- el elemento concreto más simple de la economía (MEW 19:369; MECW 24: 545).
La primera categoría en la exposición no es necesariamente la más abstracta, como podría sugerir una aplicación esquemática de los comentarios de la Introducción.[5]
Saltemos el asunto sobre si la mercancía es el elemento más concreto o el más abstracto. Más importante es que me temo que Fred no ha captado completamente lo que Marx quiere significar con el segundo camino, el ascenso de lo abstracto a los elementos concretos. Abstraer de un nivel más concreto significa que no se pueden usar las características de los elementos más concretos mientras se explican los más abstractos. Ilustremos esto: la primera frase del primer capítulo de El capital establece claramente que las mercancías examinadas en el primer capítulo son producidas en una sociedad capitalista (“La riqueza de las sociedades en las cuales predomina el modo de producción capitalista aparece como un `inmenso arsenal de mercancías´”). Sin embargo, en los tres primeros capítulos Marx abstrae completamente del capital y del trabajo asalariado. Una nota a pie de página en el capítulo 1 deja claro cuan radical es esta abstracción:
En esta etapa de nuestra exposición la categoría salario no existe en absoluto (MEW 23:59, Marx 1976: 135, nota a pie de página 15).
En la realidad los salarios existen junto con las mercancías, pero la categoría salario no existe en “esta fase de nuestra exposición”. ¿Qué significa esto? Por supuesto Marx conoce bastante sobre los salarios y la producción capitalista. Pero cuando expone las mercancías y el dinero en abstracción del capital en los tres primeros capítulos de El capital no puede utilizar este conocimiento en su exposición.
Regresemos a Fred quien argumenta que en el capítulo 1 Marx considera la mercancía antes del intercambio, solo como resultado del proceso de producción. Si Marx hubiera hecho eso, hubiera tenido que abstraer completamente del intercambio. Como en la afirmación sobre los salarios que acabamos de citar, tendríamos que concluir que la categoría del intercambio no existe en esta etapa de la exposición. Pero incluso cuando introduce el “valor de cambio” Marx debe basarse en el “intercambio” – y, como veremos, Fred también debe hacerlo. Considerar una mercancía como parte de una relación de intercambio con otra mercancía no es una elección arbitraria, sino una necesidad si uno va a discutir incluso las características más elementales de una mercancía. Regresaré a este punto en la sección 3.
Demos una mirada rápida a los dos caminos mencionados por Marx en la Introducción y tratemos de imaginar cuáles son los diferentes niveles de abstracción en los tres primeros capítulos de El capital. Cuando observamos una economía capitalista vemos una compra y venta permanente de los productos del proceso de producción capitalista. El mercado capitalista que resulta en precios de mercado que permiten (aproximadamente) igualar las diferentes tasas de ganancia, es discutido en el volumen 3 de El capital. Obviamente, Marx no podía empezar su exposición con el mercado capitalista, dado que primero necesita las categorías de capital, trabajo asalariado, plusvalor, ganancia y muchas otras.
Cuando abstraemos del capital quedamos con lo que Marx llamó “circulación simple” o “circulación simple de mercancías”: el proceso permanente de compra y venta de mercancías. Este es exactamente el nivel de abstracción que encontramos en el capítulo 3 del volumen 1 de El capital. No es un sistema pre-capitalista de producción y cambio de mercancías. Es una imagen abstracta del mercado capitalista.
Esta circulación simple es una multitud de cadenas interrelacionadas de compras y de ventas. La exposición no puede comenzar con estas cadenas. Es necesario separarlas en elementos: el proceso de cambio entre dos poseedores de mercancías. De nuevo, este no es un proceso accidental de cambio pre-capitalista. En el capítulo 2 , Marx examina el proceso de intercambio como parte de la circulación simple, pero en abstracción de la totalidad de la circulación simple.
Ya al comienzo del capítulo 2 Marx menciona que los poseedores de mercancías actúan como “máscaras de personajes”. Desafortunadamente, la edición de El capital de Penguin, aunque expone su contenido con otras palabras, no traduce este término. Pero el contenido es claro: los poseedores de mercancías actúan como representantes de las mercancías, como “personificaciones de las relaciones económicas” (MEW:23, 99f.; Marx 1976:178f). Si esto es cierto una explicación científica no puede empezar con las personas y sus intenciones.[6] Esta es la razón por la cual Marx no podía empezar su exposición con el proceso de cambio entre personas. Si las personas actúan como “personificaciones de relaciones económicas”, debemos primero examinar esta relaciones económicas haciendo abstracción de las personas. Y ¿cuál es la relación económica inherente al proceso de cambio entre personas? Es la relación de intercambio entre mercancía y dinero.
En el capítulo 1 Marx abstrae de los poseedores de las mercancías (las dos primeras frases del capítulo 2 lo dejan claro, que ellos solo ahora entran en escena). Lo que queda del proceso de cambio entre personas cuando se abstrae de las personas es exactamente la relación de intercambio entre mercancías o entre mercancía y dinero. En el capítulo 1 se analiza verdaderamente la mercancía (como Fred repite una y otra vez), pero es analizada como parte de la relación de intercambio entre mercancía y dinero.
Aquí tengo que corregir un malentendido de Fred acerca del uso que hago de la relación de intercambio. Cuando enseñaba El capital los estudiantes a veces preguntaban por qué Marx comenzó examinando el cambio de un quarter de trigo por x betún para botas o por cierta cantidad de hierro, mientras que en una economía capitalista tenemos siempre un cambio con dinero. Yo les explicaba que, por un lado, Marx no tiene la categoría de dinero al inicio de su exposición y tiene que desarrollar primero esta categoría, y por el otro lado, que incluso en una economía monetaria tal relación de intercambio no es tan extraña: puede ser el resultado de dos procesos de intercambio (vendo un quarter de trigo por una cierta cantidad de dinero y luego compro con este dinero x betún para botas; como resultado he cambiado un quarter de trigo por x de betún para botas). Yo incluí esta ilustración en mi libro ¿Cómo leer El capital de Marx? Lo que he usado como una ilustración es tomado por Fred como una definición de la relación de intercambio, la cual, concluye, “presupone que ya dos cambios reales entre estas dos mercancías y dinero han tenido lugar en el mercado” (Moseley 2024: 11f., igualmente p.2). Sin embargo, nunca he utilizado tal definición, ni en el glosario ni en el texto del libro. Repito: una relación de intercambio entre mercancías (o entre una mercancía y dinero) es lo que queda de un proceso de intercambio entre poseedores de mercancías cuando hacemos abstracción de dichos poseedores, como expliqué en el parágrafo previo.
En su libro Fred afirma que “En el capítulo 1 se hace abstracción completamente de los actos de intercambio. Marx no considerará el cambio de mercancías sino en el capítulo 2” (Moseley 2023: 53-54). Si por “actos de intercambio” quiere decir el proceso de cambio entre poseedores de mercancías, estoy de acuerdo. Pero la relación económica, inherente al proceso de cambio. –la relación de intercambio– está presente en el capítulo 1 y Marx se refiere a ella explícitamente. Parece que Fred no reconoce la diferencia entre “relación de intercambio” (capítulo 1) y “proceso de intercambio” (capítulo 2) y por tanto, asume que solamente hay una opción o la otra, es decir se consideran los actos de intercambio o no se consideran.
Aunque Fred enfatiza demasiado las consideraciones metodológicas sobre el ascenso de lo abstracto a lo concreto, aparentemente falla al no ver que el mismo objeto puede ser considerado a diferentes niveles de abstracción durante este ascenso. La circulación simple (cadenas interrelacionadas de procesos de intercambio) que abstrae del capital y de los mercados capitalistas en el capítulo 3, el proceso de cambio singular entre poseedores de mercancía en el capítulo 2, que abstrae de la totalidad de la circulación, y finalmente en el capítulo 1 la mercancía como parte de la relación de cambio, que abstrae de los poseedores de mercancías- todos estos temas tratan con “actos de intercambio” pero a niveles de abstracción completamente diferentes[7].
En las siguientes secciones esbozo brevemente aquellos puntos de la argumentación de Marx al comienzo del capítulo 1 de El capital que son relevantes para las diferencias con Fred.
3. Valor de cambio y el “elemento común”
La primera categoría que marca una diferencia entre un simple producto y una mercancía es el valor de cambio, que Marx introduce en la segunda y la tercera páginas del capítulo 1. Si uno considera una mercancía solo como el resultado de un proceso de producción, abstrayendo del intercambio, no es claro cómo puede uno hablar de valor de cambio. Al introducir el valor de cambio Marx explícitamente enfatiza el intercambio.
El valor de cambio aparece primero que todo como la relación cuantitativa, la proporción en la cual valores de uso de una clase se intercambian por valores de uso de otra clase (MEW 23:50; Marx 1976: 126, el énfasis es mío).
Marx continúa con la consideración de que una mercancía no tiene justamente un valor de cambio sino una variedad de valores de cambio. ¿Por qué? Porque
se intercambia por otras mercancías en las más diversas proporciones (MEW 21:51; Marx 1976: 127, el énfasis es mío).
De la existencia de estos muchos valores de cambio de una mercancía individual (de lo cual tenemos conocimiento solo porque consideramos el intercambio), Marx concluye que los muchos valores de cambio de la misma mercancía deben ser “mutuamente reemplazables o de idéntica magnitud” (ibid.). Marx extrae dos consecuencias, primero que los diferentes valores de cambio de la misma mercancía expresan algo igual, y segundo que el valor de cambio debe ser una “forma de aparición” de algo más. Hasta aquí los planteamientos de Marx están basado en el examen del intercambio de mercancías. En el siguiente párrafo Marx sostiene que las dos mercancías deben tener un “elemento común”. Sin embargo, Marx no considera dos mercancías solo producidas, sino que examina dos mercancías en una relación de intercambio:
Tomemos ahora dos mercancías, por ejemplo maíz y hierro. Cualquiera que sea su relación de intercambio, puede ser representada siempre por una ecuación en la cual una cantidad dado de maíz se iguala con alguna cantidad de hierro…¿Qué significa esta ecuación? Significa que un elemento común de idéntica magnitud existe en estas dos diferentes cosas (MEW 23:51; Marx 1976: 177, el resaltado es mío).
En su ensayo (Moseley 2024:12) Fred pregunta si yo puedo presentar alguna “evidencia textual” de que Marx trata la relación de intercambio en el capítulo1 de El capital. Acabo de presentar algunas y seguirán más. Miremos como trata Fred los argumentos de Marx hasta este punto. En su ensayo es muy rápido. Omite las frases que he citado en las cuales queda claro que solo podemos hablar sobre el valor de cambio si consideramos el intercambio. Fred comienza con el resultado de Marx de que una mercancía tiene muchos valores de cambio y que estos valores de cambio deben ser mutuamente consistentes[8]. Después de mencionar esto, Fred introduce un nuevo término tanto en su ensayo (Moseley 2024:9) como en su libro (Moseley 2023:10): “la relación general de igualdad de todas las mercancías”. Fred utiliza este término tan naturalmente y tan a menudo que el lector debe quedar con la impresión de que Marx mismo lo introdujo. Sin embargo, Marx nunca usó esta frase, es una invención de Fred. Fred escribe:
La relación general de igualdad de cada mercancía con todas las otras mercancías implica que todas las mercancías deben poseer una propiedad común que determina las proporciones en las cuales diferentes mercancías son iguales (Moseley 2024: 9, casi lo mismo: Moseley 2023:10).
Sin embargo, después de afirmar que todos los valores de cambio de la misma mercancía deben expresar algo igual, Marx no hizo una generalización como hablar de “una relación general de igualdad de cada mercancía con todas las otras mercancías.” Y además, Marx no concluye que “todas las mercancías deben poseer una propiedad común”, solamente concluye que el valor de cambio es la “forma de aparición” de algo más. La conclusión sobre el “elemento común” aparece por primera vez en el párrafo sobre la ecuación del maíz con el hierro en la relación de cambio.
Fred introduce un término completamente nuevo y cambia el lugar en el cual Marx se refiere al “elemento común”. Esto le permite a Fred omitir las tres formulaciones en las cuales Marx explícitamente menciona el intercambio o la relación de intercambio (ver mis citas arriba con mis resaltados). La afirmación de que Marx ya ha concluido que las diferentes mercancías deben tener una propiedad común le permite a Fred subestimar el papel del párrafo sobre el maíz y el hierro en el cual el propio Marx menciona por primera vez el “elemento común” de las mercancías intercambiadas. Para Fred la supuesta conclusión ya alcanzada es solamente “ilustrada” (Moseley 2024:9) en este párrafo, y puesto que es solo una ilustración no debemos poner atención a la precisa formulación de Marx en la cual enfatiza la relación de intercambio.
Demos una mirada más cercana al nuevo término. Fred no ofrece una justificación detallada de esta “relación general de igualdad”. El que use este término inmediatamente después de presentar el resultado de Marx sobre los muchos valores de cambio de la misma mercancía, sugiere que este término generaliza esta propiedad del valor de cambio. Si este es el caso, entonces el nuevo término de Fred se basa en la consideración de relaciones de intercambio de las mercancías. Sin embargo, posteriormente en su libro (Moseley 2023, 63 y ss.) utiliza este término para argumentar contra mi afirmación de que Marx llega a algunas conclusiones en el primer capítulo utilizando la relación de intercambio. Fred afirma que Marx utiliza la “relación general de igualdad” en vez de la relación de intercambio. Este argumento solo tiene sentido si esta “relación general” no se basa en la relación de cambio, sino que existe ya en la producción. Si Fred realmente cree esto debería dejarlo claro desde el comienzo cuando empieza a usar el término. Pero entonces tendría la más bien desagradable tarea de explicar esta “relación general de igualdad” en abstracción del intercambio.
4. El carácter del “elemento común” y el “trabajo humano abstracto”
Regresemos a Marx. Habiendo concluido que el maíz y el hierro, cuando se igualan en la relación de intercambio contienen un elemento común, Marx trata de determinar este elemento común. Marx argumenta que no puede ser “una propiedad natural de las mercancías.” ¿Por qué? La respuesta de Marx:
la relación de intercambio de las mercancías se caracteriza precisamente por su abstracción de los valores de uso. (MEW 23:51 y ss.; Marx 1976: 127, el resaltado es mío).
Y ¿por qué tenemos esta abstracción de los valores de uso en la relación de cambio? Marx continua:
Dentro de la relación de intercambio, un valor de uso vale tanto como otro en cuanto se presente solamente en la cantidad apropiada (MEW 23:51 y ss.; Marx 1976: 127, el resaltado es mío).
De nuevo, Marx considera las mercancías en su relación de intercambio (y no antes). Enfatiza que la razón por la cual el elemento en común no puede ser una propiedad natural de las mercancías es una abstracción de los valores de uso que solamente ocurre en la relación de intercambio.
Después de toda esta “evidencia textual” sobre que Marx trata a la mercancía en la relación de intercambio, veamos como Fred trata con este asunto. En su libro él cita la primera frase en una forma más bien distorsionada. Fred escribe que el elemento común no puede ser una propiedad útil
porque la relación de igualdad entre las mercancías es “caracterizada precisamente por su abstracción de sus valores de uso” (Moseley 2023:11).
Fred reemplaza el término de Marx “relación de intercambio” con su propia expresión “relación de igualdad entre las mercancías”.[9] Y la segunda frase en la cual Marx da la razón por la cual tenemos esta abstracción del valor de uso (porque en la relación de cambio un valor de uso vale tanto como otro) ¡es completamente ignorada por Fred!
Aún más distorsionada es la presentación de Fred de este tema en su ensayo. Ahí completamente evita citar algo y utiliza sus propias palabras:
“Marx entonces argumenta que la propiedad común de las mercancías no puede ser sus valores de uso, porque diferentes valores de uso no pueden explicar la igualdad de las mercancías. Los valores de uso no son conmensurables” (Moseley 2024:9).
En vez de referirse a la razón de Marx de que “dentro de la relación de cambio un valor de uso vale tanto como otro…”, Fred inventa completamente una nueva razón no mencionada por Marx: “Los valores de uso no son conmensurables”.
En el siguiente paso Marx introduce el “trabajo abstracto”:
Si entonces descartamos el valor de uso de las mercancías solo permanece una propiedad, aquella de ser productos del trabajo. Pero incluso el producto del trabajo ya se ha transformado en nuestras manos. (…) Con la desaparición del carácter útil de los productos del trabajo el carácter útil de la clase de trabajo representado en ellos también desaparece; esto, a su vez, implica la desaparición de las diferentes formas de trabajo concreto. Ya no pueden ser más distinguidas sino que todas juntas son reducidas a la misma clase de trabajo, trabajo humano en abstracto” (MEW 23: 52; Marx 1976: 128, los resaltados son míos).
Aquí es dónde Marx introduce el concepto de “trabajo humano abstracto”[10] por primera vez en El capital. Marx no trata el trabajo abstracto como algo dado, sino como el resultado de un proceso de abstracción: cuando abstraemos de los diferentes valores de uso de los productos, necesariamente abstraemos de las diferentes características útiles de las diferentes clases de trabajo; ellas son “reducidas” a “trabajo humano abstracto”. Marx presenta esta reducción de las diferentes clases de trabajo concreto a trabajo humano abstracto como una consecuencia de la abstracción de los valores de uso de los productos del trabajo. Pero ¿dónde toma lugar esta abstracción de los valores de uso de los productos? De acuerdo con las consideraciones previas de Marx ¡esta abstracción de los valores de uso ocurre solo en la relación de intercambio!
Si la reducción de las diferentes clases de trabajo concreto a trabajo humano abstracto es una consecuencia de la abstracción del valor de uso, que solo ocurre en la relación de intercambio de las mercancías, entonces la reducción de trabajo concreto a abstracto puede solo ocurrir en la relación de intercambio y no tiene sentido decir que el trabajo abstracto es “gastado” en la producción.
Del párrafo que se acaba de citar hemos solamente concluido que la reducción de trabajo concreto a trabajo abstracto ocurre solo en la relación de cambio entre mercancías. Marx no escribió esto explícitamente. Sin embargo, en el manuscrito Adiciones y Cambios (Ergänzungen und Veränderungen), en el cual Marx preparó la segunda edición del Volumen 1 de El capital, insertó exactamente tal afirmación en la sección sobre el fetichismo de la mercancía y más tarde incluyó esta frase en la edición francesa del volumen 1:
La reducción de varios actos privados y concretos de trabajo a esta abstracción de trabajo humano igual es realizada solo mediante el intercambio, el cual, en los hechos iguala los productos de diferentes actos de trabajo con todos los demás. (Die Reduction der verschiedenen konkreten Privatarbeiten auf dieses Abstractum gleicher menschlicher Arbeit vollzieht sich nur durch den Austausch, welcher Producte verschiedner Arbeiten thatsächlich einander gleichsetzt. (MEGA2 II/6, 41; para la edición francesa ver MEGA2 II/7: 55)[11]
Veamos ahora cómo Fred aborda este párrafo en El capital p. 128, en el cual Marx usa por primera vez el término trabajo humano abstracto y habla de “reducción”. En su ensayo Fred ignora completamente este párrafo. En su libro cita el párrafo entero, pero ignora la cuestión de dónde la abstracción de los valores de uso de los productos tiene lugar y también evita una discusión sobre qué significa que el trabajo abstracto es el resultado de una “reducción”. En vez de tal discusión Fred simplemente inventa un nuevo término (“trabajo humano abstracto vivo”) que Marx nunca usó:
Marx se refiere en este párrafo a dos diferentes estados de existencia del trabajo humano abstracto: trabajo humano abstracto objetivado incorporado en las mercancías (como la propiedad de las mercancías que determina sus valores de cambio) y trabajo humano abstracto vivo gastado en la producción para producir las mercancías. El trabajo humano abstracto objetivado incorporado en las mercancías es el resultado del trabajo humano abstracto vivo gastado en la producción. (Moseley 2023:12, las itálicas son de Moseley)
Más tarde, en El capital, cuando Marx está realmente involucrado con el proceso de producción distingue entre trabajo “objetivado” (o “muerto”) incorporado en las máquinas e instalaciones productivas y “trabajo vivo” gastado durante el proceso por los trabajadores. Pero en ninguna parte Marx habla de “trabajo humano abstracto vivo”, esto es un invento de Fred. Este invento le sirve para reemplazar la afirmación de que las diferentes formas concretas de trabajo son “reducidas” a trabajo abstracto con una afirmación completamente diferente, esto es, que el trabajo humano abstracto vivo es “gastado en la producción”.
5. Valor
En la sección precedente se discutió el párrafo en el cual Marx usa por primera vez el término «trabajo humano abstracto”. En el párrafo inmediatamente siguiente a dicho párrafo Marx finalmente introduce el “valor”:
“Miremos ahora el residuo de los productos del trabajo. No queda nada en ellos en cada caso salvo la misma objetividad fantasmagórica; ellos son meramente cantidades congeladas de trabajo humano homogéneo, esto es, de fuerza humana de trabajo gastada sin consideración a las formas de este gasto. Todas estas cosas ahora nos dicen que fuerza humana de trabajo ha sido gastada para producirlas, que se ha acumulado trabajo humano en ellas. Como cristales de esta sustancia social, que es común a todas ellas, ellas son valores- valores mercancías. (MEW 23:52; Marx 1976:128).
En su ensayo Fred comenta este párrafo en la siguiente forma:
Nada se dice sobre actos de intercambio en este importante párrafo conclusivo. La frase “trabajo humano gastado para producir mercancías” claramente significa el trabajo humano gastado en la producción para producir mercancías, previamente al subsiguiente intercambio de estas mercancías en el mercado. (Moseley 2024:10, igualmente en su libro Moseley 2023:13).
Obviamente Fred cree que este párrafo de El capital directamente prueba su punto de vista de que Marx está tratando con una mercancía antes del cambio y que además este párrafo también refuta mi argumento de que el trabajo abstracto no puede ser gastado en la producción. En el siguiente párrafo Fred escribe:
Esta interpretación -que el trabajo abstracto no puede ser gastado en la producción- es directamente contradicha por este párrafo conclusivo de la derivación del valor por Marx (Moseley 2024:10).
Tres comentarios:
Primero. La cita que Fred hace sobre el valor (“trabajo humano gastado para producir mercancías”) no se encuentra como tal en el párrafo indicado escrito por Marx. Se pueden encontrar frases similares (“fuerza de trabajo humana que ha sido gastada para producirlas”), las cuales Fred piensa que significan la misma cosa que su frase mal citada. El mismo problema existe con el planteamiento de Fred de que Marx habla “8 veces en las secciones 1 y 2” del capítulo 1 sobre el gasto de trabajo abstracto (Moseley 2024:10). No se encontrará una sola frase en el capítulo 1 en la cual Marx escriba algo como “el trabajo abstracto es gastado en la producción”. Puede haber frases que Fred piensa que significan que el trabajo abstracto fue gastado en la producción, pero incluso si está convencido de este supuesto significado debería ser capaz de distinguir entre un significado supuesto y las frases que Marx realmente usó.
Segundo: Fred omite el prerrequisito crucial del párrafo de Marx. Comienza con la frase: “Ahora miremos el residuo de los productos del trabajo”. Fred ignora completamente que Marx está hablando acerca de un “residuo”. ¿Por qué Marx hace esto? En la producción no tenemos un residuo, tenemos productos del trabajo, valores de uso concretos. Solo cuando abstraemos de los valores de uso de los productos del trabajo tenemos un “residuo”. ¿Y en donde abstraemos el valor de uso? En la relación de intercambio como Marx enfatiza antes. El hecho de que Marx hable de un “residuo” claramente indica que está hablando de algo después de la producción.
Esta conclusión es confirmada por la siguiente frase de Marx: “No queda nada de ellos en cada caso sino la misma objetividad fantasmagórica”. Que algo es dejado implica que hay un antes, en el cual tenemos más. Lo que estaba antes es la producción y la producción produce un valor de uso, una objetividad concreta. Pero ahora, en la relación de intercambio solo queda una “objetividad fantasmagórica”. Si se presta atención al principio de este párrafo, es claro que Marx está hablando sobre las mercancías en una relación de intercambio.
Tercero: Marx no dice nada sobre el proceso de producción en este párrafo. Nos dice lo que los “residuos” nos dicen: “que se ha gastado fuerza humana de trabajo para producirlos, se ha acumulado trabajo humano en ellos.” Las cosas intercambiadas son valores de uso concretos, producidos por clases diferentes de trabajo concreto. Pero en la relación de intercambio, en la cual abstraemos de los valores de uso, las fuerzas de trabajo cualitativamente diferentes se reducen a fuerza humana de trabajo y las diferentes clases de trabajo concreto se reducen a trabajo humano (abstracto).
En la conferencia sobre Materialismo Histórico traté de ilustrar este punto con el siguiente ejemplo: si alguien pregunta cuántas personas asistieron a mi discusión con Fred y Winfried puedo responder que aproximadamente 70 personas estuvieron. Con esta frase yo reduzco las 70 diferentes personas a “asistentes”, pero no digo nada sobre la vida de estas personas antes de la discusión. Ellas solo se convierten en asistentes mientras asisten al evento, no antes.
6. La magnitud de valor
Después de introducir el valor, Marx discute la magnitud del valor. En primer lugar repite:
Un valor de uso, o artículo útil, por tanto, tiene valor solo porque está objetivado o materializado en él trabajo humano abstracto (MEW 23:53; Marx 1976, 129).
De acuerdo con el punto de vista de Fred, Marx podría fácilmente decir aquí “porque se gastó trabajo humano abstracto en su producción.” Pero aquí, como en todas partes Marx evita tal formulación.[12]
Ahora Marx plantea la pregunta de cómo medir la magnitud de valor y responde:
Por medio de la cantidad de `sustancia formadora de valor`, el trabajo, contenida en el artículo (Ibid.)[13]
En el siguiente párrafo, bastante citado, Marx enfatiza que no quiere decir el tiempo de trabajo accidental de un trabajador individual, sea rápido o lento, sino el “tiempo de trabajo socialmente necesario”, el cual define como
el tiempo de trabajo requerido para producir cualquier valor de uso, bajo las condiciones normales de producción en una sociedad dada, y con el grado promedio de habilidad e intensidad del trabajo prevaleciente en esta sociedad. (Ibid.)
Por el momento, solo quiero enfatizar que Marx no está hablando sobre trabajo humano abstracto aquí. Está hablando sobre el tiempo de trabajo requerido para producir un “valor de uso”, y los valores de uso son productos del trabajo concreto y útil.
En su libro así como en su ensayo Fred enfatiza la primera frase del siguiente párrafo de Marx:
Lo que exclusivamente determina la magnitud de valor de cualquier artículo es por tanto la cantidad de trabajo socialmente necesario, o el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción. (MEW 23:54; Marx 1976, 129).
En su ensayo Fred comenta esta frase cómo sigue
No se dice nada sobre el cambio en esta importante afirmación de resumen sobre lo cuantitativo. La frase “exclusivamente determinado” es una fuerte afirmación- significa que no hay otro determinante de la magnitud de valor además del tiempo de trabajo socialmente necesario promedio en la producción (Moseley 2024:10, similarmente Moseley 2023, 15f.)
Al leer la sección 2 del capítulo 1 de El capital Fred debería estar confundido porque ahí Marx introduce otro determinante basado en la diferencia entre el trabajo simple y el trabajo complejo (MEW 23:59; Marx 1976:135). Cuando consideramos el producto de 10 horas de barrido de calles con una escoba y 10 horas de un carpintero produciendo un armario elaborado, no podemos concluir que los dos productos tienen el mismo valor en el cambio, incluso si las 10 horas en cada caso fueran el tiempo de trabajo socialmente necesario para fabricar el producto. Mientras que el barrido cuenta como trabajo simple, el carpintero cuenta como trabajo simple multiplicado. Por tanto, la magnitud de valor no es “exclusivamente determinada” por el tiempo de trabajo socialmente necesario, pero también por el multiplicador que nos dice cuántas horas de trabajo simple son iguales a una hora de trabajo complejo del carpintero. En su libro Fred cita el párrafo de Marx sobre el trabajo complejo, pero no hace ningún comentario sustantivo sobre él (Moseley 2023:19).
Los problemas con el punto de vista de Fred no terminan aquí. Lo que Fred llama una “fuerte afirmación”, la frase “exclusivamente determinado”, no existe en el texto en alemán. Marx utiliza una frase mucho más débil, usa “solo” en vez de “exclusivamente”: “Por tanto es solo la cantidad de trabajo socialmente necesario…” (“Es ist also nur das Quantum gesellschaftlich notwendiger Arbeit…”, MEW 23: 54, la traducción es mía). Y ni en el ensayo ni en el libro Fred presta atención a la siguiente frase:
La mercancía individual cuenta aquí solo como un ejemplar promedio de su clase (MEW 23:54; Marx 1976, 129f,)
Lo que Fred llama un resumen importante es de hecho un resumen del párrafo precedente: no es el tiempo de trabajo gastado en esta mercancía individual, es “solo” el tiempo de trabajo socialmente necesario el que determina la magnitud de valor porque la mercancía individual cuenta como un ejemplar promedio. Esto confirma el resultado del párrafo previo pero no excluye otros determinantes, como queda claro ya en la sección 2.
Independientemente del asunto de si el tiempo de trabajo socialmente necesario determina “exclusivamente” la magnitud de valor o no, tengo que discutir otra afirmación de Fred. En su libro enfatiza que “no se dice nada sobre el intercambio” en la definición de tiempo de trabajo socialmente necesario.
el tiempo de trabajo socialmente necesario es determinado enteramente por las “condiciones de producción normales en una sociedad dada”. (Moseley 2023: 15).
Aunque Fred enfatiza “normales” (Marx no lo hace en el texto original) no discute en dónde se determina la normalidad. Inmediatamente después de la definición de tiempo de trabajo socialmente necesario Marx utiliza la introducción de telares mecánicos en Inglaterra como un ejemplo de “cómo las condiciones de producción normales en una sociedad dada» cambian. Marx no entra en detalles aquí pero debería quedar claro que este cambio no es un salto rápido de un “normal” antiguo a un “normal” nuevo, sino un período de transición en el cual este normal cambia gradualmente dependiendo del número de productores que utilizan la nueva tecnología. Cuando Marx discute el concepto de plusvalor relativo en el capítulo 12 (en alemán capítulo 10) de El capital, se puede ver que esta transición incluso juega un papel económico específico. Para la discusión con Fred es importante notar que este “normal” es determinado no solo en la producción sino también por los productos que entran en el mercado. Si se produce con un telar mecánico, pero se impide entrar al mercado con sus productos, su producción con telar mecánico no tendrá efecto en las “condiciones de producción normal en una sociedad dada”. Solo la producción y el intercambio juntos pueden modificar estas condiciones. Por tanto, podemos afirmar que son solo la producción y el intercambio los que determinan conjuntamente la magnitud de valor [14]
Apéndice: cambios en la segunda edición de El capital
En su ensayo Winfried discute la denominada digresión de Marx en el manuscrito de Adiciones y cambios (Ergänzungen und Veränderungen) y los cambios subsecuentes en la segunda edición de El capital. Winfried cita de esta digresión la afirmación de Marx sobre el abrigo y el lino:
Por fuera de su relación entre ellas…ni el abrigo ni el lino poseen objetividad de valor. (Schwarz 2024: 3, MEGA2 II/6: 30)
Yo concluyo que esta “relación entre ellas” no es más que su relación de intercambio. Winfried enfatiza que Marx no usa la expresión “intercambio” en la digresión entera (Schwarz 2024:5). Esto es correcto. Pero ¿qué se entiende por “relación entre ellas”, si no es la relación de intercambio? ¿Es una relación que los productos ya tienen en la producción? No encuentro una respuesta clara en el ensayo de Winfried. Sin embargo, la parte de la frase de Marx que Winfried dejó por fuera (marcada por los tres puntos) nos da una clave. La frase completa se lee como sigue:
Por fuera de su relación entre ellas -la relación en la cual cuentan como iguales- ni el abrigo ni el lino poseen objetividad de valor. (MEGA2 II/6: 30)
En su relación de cambio dos productos cuentan como iguales. Si Winfried conoce otra relación en la cual dos productos cuentan como iguales, debería decirnos.
En esta digresión Winfried ve
una determinación casi doble del valor de la mercancía: así como es correcto decir que el valor existe solo en la relación con otras mercancías, no se debe subestimar que tal relación existe solo porque como valores todas las mercancías son expresiones de una y la misma sustancia “existente en comunidad”: trabajo humano abstracto. (Schwarz 2024: 3)
En seguida de esta evaluación de la digresión, critica que mi interpretación,
está enteramente enfocada en la relación de los productos entre ellos, mientras que la conexión con el trabajo humano abstracto juega apenas un papel… Él subestima el hecho de que la relación entre productos se convierte en una relación de valores (lo cual incluye la forma del valor) solo como “expresiones” de su sustancia común: el trabajo humano abstracto. (Schwarz 2024: 5)
Estoy de acuerdo con esta última afirmación de Winfried. Sin embargo, la pregunta es dónde y cuándo los productos del trabajo se convierten en expresiones de su sustancia común el trabajo humano abstracto. ¿Ocurre ya en la producción o solo en su relación de cambio?
Aunque Winfried evita formulaciones como “el trabajo abstracto es gastado en la producción”, y no utiliza el invento de Fred del “trabajo abstracto vivo”, Winfried afirma al final de su ensayo:
El trabajo humano abstracto se objetiva el mismo en la producción como valor. (Schwarz 2024: 8)
Winfried justifica esta afirmación en una nota pie con una cita de la sección 1 del capítulo 1 de El Capital:
Un valor de uso, o artículo útil…tiene valor solo porque se objetiva en él trabajo humano abstracto. (MEW 23: 53, Marx 1976: 129)
Winfried concluye:
Si algo es “objetivado” entonces es lógico que ha habido una “objetivación” – de trabajo humano abstracto. Moseley y yo equiparamos esto con la producción. (Schwarz 2024: 8, nota al pie 2)
Cuando un atributo material del producto del trabajo (tal como la forma de una silla) es “objetivado” podemos concluir que esta objetivación sucedió en la producción. Pero aquí estamos hablando de “valor”, la objetivación de una sustancia social y ¿por qué debería la objetivación de una sustancia social ser posible solo en la producción?
Marx no nos dice esto. En la cita utilizada por Winfried, Marx no menciona la producción. No escribe que un valor de uso tiene valor porque es gastado trabajo humano abstracto en su producción. Y además: Winfried correctamente enfatiza que en la segunda edición de El capital Marx usa “trabajo abstracto” mucho antes que en la primera edición y que esto fue una consecuencia de sus consideraciones en la digresión. Sin embargo, Winfried no presta atención a cómo Marx introduce el trabajo abstracto al comienzo de El Capital, esto es, como una “reducción”: diferentes clases de trabajo concreto son reducidas a trabajo humano abstracto. ¿Y por qué ocurre esta reducción? Porque en la relación de cambio abstraemos de los valores de uso de los productos cambiados. La primera introducción de Marx del trabajo abstracto ocurre en el contexto de la relación de intercambio y no en el contexto de la producción.
En su ensayo Winfried también menciona la frase de Cambios y adiciones, que cité en la sección 4 de mi ensayo, sobre que la reducción de varios actos privados de trabajo a trabajo humano abstracto es ejecutado solo por el cambio (MEGA2 II/6: 41). Winfried objeta el uso de esta frase como confirmación de mi posición. Su argumento es que resultaría claro del contexto de esta frase que “el trabajo humano abstracto es la condición necesaria para el cambio de productos” (Schwarz 2024: 6) y con “condición necesaria” quiere decir que el trabajo abstracto debe existir antes del intercambio de productos. Pero incluso si Winfried estuviera en lo correcto al derivar tal sentido del contexto (tengo mis dudas) debería notar que habría una contradicción fundamental en los argumentos de Marx: por un lado el trabajo abstracto debe existir antes del cambio de productos, por el otro la reducción de varios actos de trabajo privado a trabajo humano abstracto solo toma lugar en el intercambio de productos. Estas dos afirmaciones son fundamentalmente contradictorias. Sin embargo, no veo en el texto de Marx ningún rastro de tratar con el trabajo abstracto previamente al intercambio. Por el contrario, el contexto de la frase citada incluye una frase, insertada luego en la segunda edición de El capital que confirma que podemos encontrar objetividad de valor solamente en la relación de intercambio:
Es solo mediante el intercambio que los productos del trabajo adquieren una objetividad social uniforme de valores, la cual es distinta de su objetividad sensorialmente diversa como objetos útiles. (MEW 23:87, Marx 1976:166, en Cambios y adiciones, MEGA2 II/6:41).
Con respecto a la producción Marx anota,
que su carácter como valores ya ha sido tomado en consideración durante la producción (Ibid.)
Que el carácter de valor es tomado en consideración es completamente diferente del supuesto de Fred y Winfried de que la objetividad de valor existe ya en la producción.
Referencias
– MEGA2: Marx-Engels Gesamtausgabe, De Gruyter Berlin.
– MEW: Marx Engels Werke, Dietz Verlag Berlin.
– Marx, Karl (1973): Grundrisse, transl. by Martin Nicolaus, Pelican Books.
– Marx, Karl (1976): Capital. A Critique of Political Economy, transl. by Ben Fowkes, New Left Review.
– Marx, Karl: Ergänzungen und Veränderungen zum ersten Band des ‘Kapitals’ (Dezember 1871 – Januar 1872), in: MEGA2 II/6: 1-54.
– Heinrich, Michael (2012): An Introduction to the three Volumes of Karl Marx’s Capital, translated by Alexander Locascio, Monthly Review Press
– Moseley, Fred (2023): Marx’s Theory of Value in Chapter 1 of Capital. A Critique of Heinrich’s Value-Form Interpretation.
– Moseley, Fred (2024): Introduction to Marx’s Theory of Value in Chapter 1 of Capital. A Critique of Heinrich’s Value-Form Interpretation.
– Schwarz, Winfried (2024): Michael Heinrich’s one-sided view of abstract labor. Notes on Fred Moseley’s book.
Notas:
[1] Esta es una versión ampliada de mi charla en la Conferencia sobre Materialismo Histórico en Londres, noviembre de 2023. Mantengo el estilo de la presentación oral. Principalmente me enfoco en el ensayo de Fred y en un apéndice abordo el ensayo de Winfried. Con Winfried tuve en 2022 un extenso intercambio en la revista alemana Z. Zeitschrift marxistische Erneuerung. Una traducción griega de los artículos de Fred, Winfried y mi artículo de respuesta apareció en 2024 en la revista griega Theseis, Número 167: abril – junio de 2024, http://theseis.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1772:heinrich167&catid=194&Itemid=113
[2] La traducción al español de la versión en inglés fue realizada por Alberto Maldonado Copello. Se publica en sitios web con la autorización expresa del autor.
[3] La relación de intercambio entre mercancías (o entre mercancías y dinero) es la relación económica inherente a un proceso de intercambio entre poseedores de mercancías. Regresaré a estos conceptos al final de la sección 2.
[4] Puede objetarse que Marx ya está hablando de “trabajo” en el capítulo 1. Pero Marx está hablando de trabajo como se ve desde el punto de vista de la relación de intercambio. Marx no ofrece un análisis del proceso de trabajo en el capítulo 1.
[5] Incluso al final de los Grundrisse de dónde Fred cita la frase: “La primera categoría en la cual la riqueza burguesa se presenta en sí misma es aquella de la mercancía” (Moseley 2024:5), él podría haber encontrado la afirmación de Marx de que “el valor de cambio aparece como la expresión más simple, más abstracta» del sistema capitalista de producción (MEGA II/1.2: 743; MEW 42: 767f., Marx 1973: 881f.). En los Grundrisse Marx no hizo una distinción terminológica estricta entre valor y valor de cambio, de modo que podemos asumir que aquí quiere decir valor, lo que también encaja con el título de esta última sección de los Grundrisse: “(1) Valor”. También en El Capital Marx escribe que “la forma del valor del producto del trabajo es la forma más abstracta pero también más universal” (MEW 23: 95, nota al pie 33; Marx 1976: 174, nota al pie 34).
[6] Esta intuición marca una diferencia metodológica importante con la economía política clásica y la economía neoclásica, las cuales comienzan con el individuo y su aparentemente racionalidad natural.
[7] Durante este ascenso Marx también discute la relación entre valor (y la magnitud de valor) y la demanda social. Sin embargo, esto no ocurre en el primer capítulo, de modo que lo omitiré aquí.
[8] Incluso Fred no puede ignorar el cambio enteramente. En la nota a pie 2 de su ensayo explica que estos valores de cambio no son “precios de mercado reales” sino los “valores de cambio normales a los cuales un quarter de trigo se cambia normalmente” (Moseley 2024: 9). Sin embargo, Marx no usa tal distinción entre precio “real” y “normal” en el capítulo 1. Tal distinción pertenece a un nivel mucho más concreto.
[9] En el apéndice a su ensayo Fred responde a mi crítica de que él omite “la relación de intercambio” en estos párrafos. El plantea que “la relación de intercambio en estos párrafos es un sinónimo de valor de cambio y que el valor de cambio de toda mercancía es definido en los párrafos precedentes (como se discutió arriba) como la propiedad de cada mercancía de ser igual a todas las otras mercancías en proporciones definidas que son mutuamente consistentes” (Moseley 2024:14). Dudo que “valor de cambio” y “relación de intercambio” puedan ser usadas como sinónimos: mientras que el “valor de cambio” expresa una relación polar entre dos mercancías (la segunda mercancía es usada como una expresión del valor de la primera mercancía), la “relación de intercambio” expresa una relación simétrica (x maíz es cambiada con y hierro). Además, Marx no define “valor de cambio” como “la propiedad de cada mercancías de ser igual a todas las otras mercancías”, Marx define valor de cambio como “la relación cuantitativa, la proporción en la cual valores de uso de una clase se cambian por valores de uso de otra clase.” (MEW 23: 50; Marx 1976: 126, el resaltado es mío).
[10] Lo que se traduce aquí como “trabajo humano en abstracto” se lee en el texto en alemán como “abstrakt menschliche Arbeit”, que se puede traducir como “trabajo humano abstracto”.
[11] Abordo el tratamiento de esta frase por Winfried en el apéndice.
[12] Regresaré a esta frase en el apéndice.
[13] En el texto en alemán la frase termina con “trabajo”. La frase “contenida en el artículo” es una adición del traductor.
[14] A menudo he enfatizado en este y en otros ensayos que no podemos hablar de valor antes del cambio. Esto no significa, sin embargo, que el valor es determinado exclusivamente en el cambio. Ya enfaticé en mi Introducción a los tres volúmenes de El Capital de Marx (p. 54) que la propia cuestión de “si el valor y la magnitud de valor están determinados en la esfera de la producción o en la esfera de la circulación (la esfera de compras y ventas) es el resultado de una fatal reducción.”
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