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Sobre el estudiante venezolano Yon Goicoechea

Vedette, showman y títere del imperio

Fuentes: Rebelión

Una nueva vedette fue promocionada en estos días por falsimedia en Ecuador. Se trata del joven venezolano Yon Goicochea, estudiante de derecho en la Universidad Católica Andrés Belllo en Caracas, institución dirigida por el padre Luis Ugalde, quien pertenece al Opus Dei. Goicochea no ha producido nada desde el punto de vista teórico, a más […]

Una nueva vedette fue promocionada en estos días por falsimedia en Ecuador. Se trata del joven venezolano Yon Goicochea, estudiante de derecho en la Universidad Católica Andrés Belllo en Caracas, institución dirigida por el padre Luis Ugalde, quien pertenece al Opus Dei.

Goicochea no ha producido nada desde el punto de vista teórico, a más de algunos cortos discursos insustanciales, repetitivos y sin sustento alguno. Tampoco ha realizado acción solidaria y humanitaria digna de resaltarse. No obstante ha recibido toda la atención de los medios privados ecuatorianos. ¿Por qué? La razón es sencilla. Este jovencito, que se ha convertido en un verdadero showman, es uno de los opositores más acérrimos del presidente Hugo Chávez, a quien constantemente ha calificado de «tirano».

Yon Goicochea, quien no oculta su deseo de algún día convertirse en presidente de Venezuela, sale a la palestra pública cuando aparece como uno de los principales líderes de las manifestaciones realizadas por estudiantes de las instituciones universitarias privadas venezolanas y un sector del estudiantado de la Universidad Central de Venezuela, quienes salieron a protestar contra la decisión legítima y legal adoptada por el gobierno bolivariano de poner fin a la concesión para el uso de una frecuencia de televisión a la cadena RCTV, dirigida por el empresario Marcel Granier. RCTV, Globovisión, Venevisión, El Nacional, entre otros medios privados venezolanos, estuvieron involucrados directamente en la perpetración del golpe de Estado fascista contra Chávez, en abril de 2002. Goicochea participó también en forma activa en las marchas realizadas contra el proyecto de reforma constitucional planteado por el presidente Hugo Chávez a finales del año 2007.

El pasado mes de abril de 2008 el Cato Institute, centro que se autodenomina como «defensor de las tradiciones estadounidenses, la libertad individual, el gobierno limitado, los mercados libres y la paz», anunció que el ganador del premio Milton Friedman por la Libertad que auspicia había sido otorgado al joven venezolano que se hizo acreedor a la jugosa cantidad de 500 mil dólares, la misma que, según sus declaraciones, será donada para la construcción de una «escuela de liderazgo para la libertad».

Yon Goicochea no ha hecho cuestionamiento alguno sobre Milton Friedman, ideólogo del modelo neoliberal, quien fuera asesor de la cruel dictadura fascista que se instaló en Chile en 1973 encabezada por Pinochet, la misma que fue causante de la tortura, desaparición y muerte de miles de personas, entre las que se cuentan cientos de jóvenes universitarios. El joven premiado tampoco ha expresado una postura política clara sobre el modelo neoliberal-privatizador, cuya aplicación en América Latina y el mundo ha causado el empobrecimiento cada vez mayor de los pueblos, la pérdida de la soberanía, de por sí ya limitada, de nuestros países, una mayor represión y la coartación de las libertades fundamentales de los colectivos opuestos a ese proyecto criminal.

Si Goicochea nada ha dicho sobre estos temas, mucho menos los entrevistadores de las cadenas de la televisión ecuatoriana que invitaron al joven universitario a participar en sus programas. Ni Carlos Vera de Ecuavisa, ni Rodolfo Baquerizo de Gamavisión osaron topar con él estos temas tabú para los medios. Lo que si hicieron es lanzarle loas felicitándolo «por su valentía, que constituye un ejemplo para la juventud que ha demostrado que se debe perder el miedo en el enfrentamiento contra la tiranía». Lo paradójico es que cuando la juventud, los estudiantes secundarios y universitarios ecuatorianos han salido a protestar contra los gobiernos vende patrias de turno, siempre han sido juzgados por los medios que, incluso, los han criminalizado y condenado con dureza.

Los periodistas ecuatorianos no se atrevieron a indagar al joven Goicochea sobre temas esenciales para el análisis de la realidad de su país, así como de la realidad latinoamericana y mundial. En entrevista publicada en el periódico Hoy el día 7 de mayo de 2008, en la página 9ª, la persona que le hace el cuestionario pregunta con cierta ingenuidad al joven venezolano algo intrascendente para conocer sus ideas y pensamientos: «¿Cómo llegaste a ser un personaje en Venezuela?», ante lo cual Goicochea responde presentándose como un luchador desde la época colegial. Cuánto desconocimiento hay en los periodistas de los grandes medios ecuatorianos del método de la mayeútica socrática.

Las limitaciones de estos periodistas también se reflejan en la conducta ética que asumieron frente al discurso de Yon Goicochea. Rodolfo Baquerizo le escucha sin interrupción alguna decir que «en Venezuela murieron el año pasado más de 14 mil personas, cifra que sobrepasa las muertes de civiles provocadas por cualquier guerra actual en el mundo.» El admirado entrevistador no analiza lo que le está diciendo Goicochea, quien parece desconocer o no le interesa hablar sobre el número de víctimas civiles provocadas por la agresión militar norteamericana a Irak y Afganistán o los asesinatos perpetrados por el estado sionista de Israel contra el pueblo palestino. La misma declaración la hizo en la Casa de América, en Madrid, tal como lo ha denunciado el periodista Pascual Serrano.

La falta de contrastación de los datos proporcionados por el joven experto en habladurías, resultado de la incapacidad para investigar de estos periodistas, le permitió explayarse en decir cualquier cosa sin soporte alguno.

El entrevistado habló, convencido de lo que decía, sobre la pobreza profunda en la que el régimen chavista ha sumido al pueblo venezolano, afirmando que el gobierno bolivariano ha gastado más dinero en propaganda que en políticas sociales. De igual manera señaló que el dinero obtenido como resultado de la venta del petróleo se está despilfarrando, sin que las y los venezolanos obtengan ningún beneficio.

James Petras, en un trabajo publicado en la página web www.rebelion.org, del 25 de abril de 2008, expone algunos datos que son necesarios señalar para darse cuenta de la magnitud de las mentiras de Goicochea:

«El PIB ha crecido (en Venezuela) más del 87%, y sólo una pequeña parte del crecimiento es atribuible al petróleo. El índice de pobreza se ha reducido a la mitad (de 54% en 2003, en el momento álgido del lock-out empresarial, hasta un 27% en 2007) y la pobreza extrema se ha reducido de un 43% en 1996 hasta un 9% en 2007; asimismo, el desempleo se ha reducido en más de la mitad (de 17% en 1998 hasta un 7% en 2007). La economía ha creado empleo a un ritmo casi tres veces superior a los Estados Unidos durante su expansión económica más reciente. Se ha extendido con éxito una atención sanitaria accesible para los pobres, y el número de médicos de atención primaria en el sector público ha aumentado de 1.628 en 1998 a 19.571 a comienzos de 2007. Alrededor del 40% de la población tiene ahora acceso a alimentos subvencionados. El acceso a la educación, especialmente a la enseñanza superior, también se ha extendido considerablemente entre las familias pobres. El gasto social, por persona ha aumentado en más del 300% en valor real.»

¿Por qué los avezados Vera y Baquerizo no se preocuparon por indagar sobre esto?

El periodista de Gamavisión dijo haberse quedado anonadado con lo expuesto por Yon Goicoechea. Habría que recordarle que ese tipo de admiración se produce como resultado de la ignorancia y la imbecilidad de quienes no tienen capacidad reflexiva.

Carlos Vera no perdió la oportunidad en la entrevista que realizó para hacer una aseveración falsa contra el proceso revolucionario cubano: «¿Sabe usted que le pasaría a alguien que proteste en Cuba? Lo encarcelan o lo matan». Con total impudicia, Vera sostiene algo que nadie lo ha podido demostrar, porque es totalmente falso. Como un papagayo, este prepotente entrevistador repitió las consignas de la gusanera contrarrevolucionaria de Miami.

En todos los medios en los cuales Goicochea fue requerido, se le preguntó sobre el caso de RCTV. Ninguno de los entrevistadores disimuló su indignación por lo que ellos afirman fue un cierre, una clausura de esa cadena televisiva. A ninguno de ellos se le ocurrió revisar la legislación venezolana en la cual se sustentó el gobierno del presidente Chávez para poner fin a la concesión para el uso de la frecuencia a la empresa de Marcel Granier.

Goicochea aprovechó la oportunidad para «denunciar», una vez más, que el gobierno de Chávez irrespeta la libertad de expresión y que ha atentado contra los medios y periodistas. Lo que no se dijo es que el presidente Chávez, pese a que ha sido objeto de ataques virulentos por parte de los medios privados venezolanos, los mismos que fueron actores fundamentales en el golpe de Estado perpetrado en su contra en abril de 2002, jamás ha procedido a cerrar o clausurar un medio como en forma interesada se señala permanentemente.

«¿Qué significó para ti el cierre de RCTV?» fue otra de las preguntas de la entrevista publicada en el periódico Hoy. Goicochea responde: «Simplemente otro atentado más contra las libertades ‘la gota que derramo el vaso’, desde ahí se radicalizaron más las protestas, porque defendíamos derechos del pueblo, la expresión y el entretenimiento.»

No hay ninguna explicación del daño psicológico provocado a la población, principalmente a la niñez y a la juventud, por el tipo de mensajes violentos, cargados de odio emitidos fundamentalmente por las cadenas RCTV y Globovisión. La manipulación mediática como instrumento de la guerra psicológica desatada por falsimedia contra el proceso bolivariano venezolano, ha sido una constante desde el ascenso de Chávez al gobierno y la posterior consolidación del proyecto revolucionario.

Goicochea habla de entretenimiento; pero el interrogador no cuestionó el tipo de entretenimiento que proponen las cadenas privadas de la televisión venezolana. Para Yon Goicochea, la programación banal, alienante no merece análisis alguno.

Asimismo no se informa, porque a los dueños de las empresas mediáticas y sus acólitos no les interesa, los avances que el gobierno bolivariano ha hecho en materia comunicacional al permitir a los sectores populares el acceso real a los medios; así como el apoyo que ha dado para la creación de periódicos, radios y televisoras comunitarias, populares. Como es obvio, tampoco Goicochea habló del cerco mediático y las campañas de difamación que las transnacionales de la desinformación al servicio del imperialismo norteamericano, han sometido al proceso bolivariano venezolano.

Goicoechea no perdió la oportunidad para continuar la campaña de desprestigio contra la propuesta de reforma constitucional presentada por el presidente Chávez, la misma que fue sometida a referéndum el pasado 2 de diciembre de 2007, evento electoral en el que venció por un estrecho margen el NO auspiciado por la oposición. Mentiroso contumaz, Yon Goicoechea continúa tergiversando la esencia de la propuesta del líder bolivariano, cuyos objetivos fundamentales eran los de darle mayor poder al pueblo en el campo político y económico.

El joven showman quiere dar una imagen de neutralidad ante el público que le ve y escucha. Dice que «no se identifica ni con la izquierda ni con la derecha, sino con la centro-izquierda, con el socialismo moderno que reconoce la economía de mercado con una distribución solidaria de la riqueza.» En otras palabras, es un socialdemócrata, tal como lo fue Carlos Andrés Pérez. Por lo tanto, por más que quiera aparentar lo contrario, Goicochea responde a una ideología concreta que, históricamente, desde la época de Lasalle, Bernstein y Kautsky ha demostrado su oposición a las luchas revolucionarias de la clase trabajadora contra sus explotadores, profesando siempre la conciliación de clases. Yon Goicochea no oculta, además, que es un defensor acérrimo de la propiedad privada, de la libre empresa. Asimismo, no disimula su repulsa al comunismo.

En un encuentro celebrado con estudiantes bolivianos en enero de 2008, el ganador del premio Milton Friedman del Cato Institute señaló que Chávez necesita de un discurso que haga ver a su país como una sociedad polarizada, pero que para él «Venezuela es una sola Venezuela», enfatizando que «no cree en una Venezuela dividida en ricos y pobres».

El joven galardonado pretende ocultar la realidad concreta que históricamente ha vivido la Patria de Bolívar, donde los ricos gozaron de todo privilegio económico y político, en desmedro de los sectores desposeídos. La oligarquía venezolana, en alianza con el imperialismo norteamericano, es son responsables de la agudización de las contradicciones sociales que, a su vez, han hecho que que la lucha de clases se haga más evidente. ¿Por qué Goicochea acusa a Chávez de polarizar a la sociedad venezolana y no hace referencia al Caracazo, levantamiento popular que se dio en el año 1989 contra las políticas neoliberales del gobierno socialdemócrata de Carlos Andrés Pérez? ¿Por qué no dice nada sobre el golpe fascista de abril de 2002 provocado por el gobierno de Bush, por falsimedia y la oligarquía venezolana?

Las pirañas informativas también presentan a Goicochea como representante de un movimiento pacífico e independiente. Sin embargo, tal como ha sido demostrado por el periodista David Segarra Soler en el documental «Nuevas caras, mismo objetivo», los estudiantes de las universidades privadas no actuaron ni pacífica ni independientemente. ¿Por qué falsimedia oculta los ataques perpetrados por un grupo de estudiantes opositores al chavismo contra los alumnos de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Central de Venezuela, cuyo edificio, donde estaban refugiadas 150 personas partidarias del presidente Chávez, pretendió ser incendiado con quienes se encontraban allí? La consigna de los fascistas era: ¡van a morir, van a morir! ¡Los chavistas van a morir! De la misma manera ocultan que dentro de esos «pacíficos» manifestantes estudiantiles se encontraban los «skinheads», grupos conformados por jóvenes neonazis.

Sobre la supuesta independencia de este movimiento, Jeremy Bigwoodd, investigador del Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington, ha demostrado que el gobierno norteamericano, a través de la USAID y la NED, ha financiado las movilizaciones de los estudiantes universitarios privados venezolanos.

En una nota publicada en la página web de Telesur con el título «EEUU financia a estudiantes opositores a Chávez», en diciembre de 2007 se dice:

«A través de una petición amparada en el Acta para la Libertad de Información (FOIA), Jeremy Bigwoodd obtuvo documentos que muestran que la referida agencia estadounidense ha entregado a grupos anónimos de estudiantes de varias universidades venezolanas, cerca de 216 mil dólares desde 2002, bajo la excusa de apoyarlos en la ‘resolución de conflictos’ y ‘promover la democracia’.»

David Segarra Soler denuncia en el documental señalado, los vínculos de este movimiento con organizaciones europeas involucradas en las «revoluciones naranjas» en los países del Este europeo, así como con organizaciones de la derecha italiana como las juventudes del partido Forza Italia, del fascista Silvio Berlusconi.

Este es el personaje que falsimedia made in Ecuador ensalzó durante una semana. Seguramente también lo harán cuando Yon Goicochea, el próximo 15 de mayo reciba del Cato Institute los 500 mil dólares para que continúe con los planes del imperio contra el gobierno del presidente Chávez.

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