Hace cuatro años leíamos este titular en la prensa española: Chávez ordena a la Justicia el cierre de Globovisión (ABC, 29-5-2009). Y dos años antes también leíamos « Chávez amenaza al único canal opositor tras la clausura de […]
Hace cuatro años leíamos este titular en la prensa española: Chávez ordena a la Justicia el cierre de Globovisión (ABC, 29-5-2009). Y dos años antes también leíamos « Chávez amenaza al único canal opositor tras la clausura de RCTV « (El País, 30-5-2007), también en referencia al canal Globovisión.
Pues bien, ahora nos enteramos que Guillermo Zuloaga, el presidente y accionista mayoritario de Globovisión, ha decidido vender la cadena al empresario venezolano Juan Domingo Cordero una vez que pasen las elecciones presidenciales del 14 de abril. El canal que llevan años diciendo que lo cierra Chávez, se vende pero cuando Chávez ya no está. Ni siquiera puede acusar a ningún presidente prochavista de obligar su venta porque lo está anunciando para después de las elecciones.
En la carta de anuncio de la noticia por parte de Zuloaga muestra que su cadena no tenía ningún interés en informar, ni entretener, ni en nada parecido para lo que las empresas poseen una licencia de emisión. Incluso que tuvo como objetivo un cambio de gobierno por encima de los intereses comerciales de los accionistas. En esa carta afirma : » El año pasado, tomé la decisión de hacer todo lo que estuviera en nuestro poder, a riesgo del capital de los accionistas y conscientes de las implicaciones que esta actitud podría traer, para lograr que la oposición ganara las elecciones de octubre. Era la oportunidad, como venezolanos, para recuperar nuestro país. En Globovisión lo hicimos extraordinariamente bien y casi lo logramos, pero la oposición perdió. Eso nos puso en una situación muy precaria como canal y como empresa » .
Aunque señala sentirse acosado por el gobierno venezolano, reconoce que «somos inviable (sic) económicamente, porque nuestros ingresos ya no cubren nuestras necesidades de caja». O sea, que es su sacrosanto mercado el que les cierra, no el Hugo Chávez que ya no preside Venezuela, como llevan años diciendo los medios de todo el mundo.
Pascual Serrano es periodista. Su último libro es « La comunicación jibarizada. Cómo la tecnología ha cambiado nuestras mentes » (Península) . Disponible en librerías a partir del 12 de marzo
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