La salida de Venezuela de los organismos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos parece cobrar fuerza hoy aquí, ante las escasas señales de cambios de los mecanismos empleados por esas dependencias de la Organización de Estados Americanos (OEA). La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos y la Corte Interamericana de los Derechos Humanos han sido […]
La salida de Venezuela de los organismos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos parece cobrar fuerza hoy aquí, ante las escasas señales de cambios de los mecanismos empleados por esas dependencias de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos y la Corte Interamericana de los Derechos Humanos han sido blancos de fuertes críticas por parte de las naciones representadas en la 42 Asamblea de la OEA, que concluyó sus debates este martes en Cochabamba, Bolivia.
Los países integrantes de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y otros estados de la región, cuestionaron de manera abierta en el cónclave la degradación que ha sufrido la OEA y el Sistema Interamericano de Derechos Humanos al caer en manos de los intereses de Estados Unidos.
Los presidentes de Bolivia, Evo Morales; y de Ecuador, Rafael Correa, fueron enfáticos en sus críticas a la organización continental y el primero recordó que «la OEA nació en otros momentos, con otros fines, fundamentalmente para perpetuar el dominio de Estados Unidos y su economía sobre los países de América».
«¿Para qué la OEA y para qué la Comisión Interamericana de Derechos Humanos? Vamos a crear nuestros mecanismos en estos espacios geopolíticos de unidad y de integración que están naciendo», expresó este lunes en esta capital el presidente venezolano, Hugo Chávez.
El jefe del Estado recordó al respecto la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en Caracas, en diciembre del pasado año, y anteriormente la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en isla Margarita, en el estado venezolano de Nueva Esparta.
Por su parte, el canciller Nicolás Maduro, jefe de la delegación venezolana, afirmó ayer que el Sistema Interamericano de Derechos Humanos ha ido derivando y degradando en los últimos años y se ha convertido, tanto la Comisión como la Corte, en instrumentos ejecutores de la política exterior de Washington.
En una segunda intervención este martes, Maduro exhortó a los países que integran la OEA a «»corregir los entuertos de un conjunto de funcionarios, de diplomáticos, de la burocracia internacional, que han tomado esta institución para someter y perseguir gobiernos».
«Nosotros llamamos a que no se cierren las puertas a los cambios porque eso sería condenar a esta organización», recalcó el canciller, quien citó el artículo 76 de la Convención Interamericana de Derechos Humanos, el cual establece que los estados tienen la potestad de legislar para promover una propuesta de enmienda.
«En este momento -dijo el canciller venezolano- el Consejo de Estado está estudiando la situación del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, las graves violaciones que ha cometido, y se está evaluando la posibilidad cierta de denunciar el Pacto de San José».
El Consejo de Estado es una instancia contemplada en la Constitución Bolivariana de Venezuela y su instalación fue anunciada el pasado 30 de abril por el presidente, Hugo Chávez.
En esa oportunidad, el mandatario indicó que la primera tarea de esa entidad sería evaluar la conveniencia o no de la salida de Venezuela de los organismos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
En la Asamblea de la OEA, Maduro denunció las constantes violaciones a la soberanía de los estados y la actuación extralimitada de los funcionarios de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
En relación con Venezuela, el ministro de Relaciones Exteriores recordó el aval otorgado por el secretario ejecutivo de esa Comisión, Santiago Cantón, al golpe de Estado perpetrado contra el presidente Chávez en abril de 2002, entre otras acciones punitivas contra la nación suramericana.
Mientras tanto, en Caracas, la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Luisa Estela Morales, opinó este lunes que Venezuela puede abandonar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
«Los convenios no pueden ser unilaterales y no deben ser impuestos, se tiene que respetar la autodeterminación de los pueblos y su soberanía», dijo Morales, y añadió que los países son miembros de estos organismos voluntariamente y por ello se puede condicionar la forma de participación, denunciar o incluso retirarse.
El problema de Venezuela, más que con el tratado, es con los órganos como la Corte y la Comisión de Derechos Humanos, «porque han tergiversado las condiciones y no han cumplido el mismo tratado y por ello se han hecho acreedores de una desconfianza», dijo la magistrada.
«En el país se reconocen los derechos humanos de todos los venezolanos, no es necesario ir a una instancia internacional para defender estos derechos, estamos en la obligación de estudiar profundamente la opción de retirarnos de los tratados y órganos», aseveró la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia.
Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=513731&Itemid=1