La incorporación de Venezuela al Mercado Común del Sur (MERCOSUR) representa un fuerte espaldarazo al grupo regional, pues servirá para impulsar la integración económica de sus miembros y a la par aleja los sueños estadounidenses de forzar a esas naciones a incorporarse al Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA). El pasado 16 de […]
La incorporación de Venezuela al Mercado Común del Sur (MERCOSUR) representa un fuerte espaldarazo al grupo regional, pues servirá para impulsar la integración económica de sus miembros y a la par aleja los sueños estadounidenses de forzar a esas naciones a incorporarse al Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA).
El pasado 16 de junio en Buenos Aires, los cancilleres del Grupo, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, firmaron el Protocolo de Adhesión de Venezuela al MERCOSUR, que será ratificado por los presidentes el próximo 4 de julio, durante una Cumbre extraordinaria a efectuarse en Caracas.
Con la incorporación de Caracas, el bloque contará con el 75% del Producto Interno Bruto del continente y aglutinará a los 250 millones de habitantes de las cinco naciones que lo conforman.
Venezuela también llevará al grupo aires de integración efectiva en contra de injustas políticas neoliberales y de libre comercio que Estados Unidos intenta imponer a toda América Latina a través del ALCA.
De adoptarse la propuesta estadounidense, las empresas transnacionales disfrutarían de innumerables prebendas, y se adueñarían, con sus enormes capitales, de las principales industrias y hasta de los servicios públicos como el agua, la educación, la salud. Además, tendrían derecho a dilucidar cualquier diferendo que surgiera en organismos internacionales obviando las cortes nacionales.
En un mundo donde la globalización, las medidas neoliberales y de libre mercado se extienden con desmedido sacrilegio, se hace necesario que las naciones menos desarrolladas asuman políticas de bloque para su defensa, y en ese sentido los países del MERCOSUR han dado halagüeños pasos.
El canciller brasileño Celso Amorim significó que dentro del Grupo hay una clara visión de que el MERCOSUR representa la columna vertebral en Sudamérica que va desde el Caribe hasta Tierra del Fuego, en términos de geoeconomía y geocomercial.
Venezuela, pondrá a disposición de las naciones del Grupo sus enormes reservas de petróleo y gas, a precios razonables, lo que garantizará el abastecimiento de este imprescindible combustible para el desarrollo de la región.
Es cierto que el MERCOSUR ha pasado por un período de estancamiento relativo y caída del comercio interregional debido fundamentalmente a políticas no integracionistas, neoliberales y de privatizaciones aplicadas por algunos de sus miembros.
En ese sentido, países anteriormente ricos, con altas producciones alimenticias y estables situaciones financieras vieron decaer sus economías con las consecuentes crisis económicas que han ahogado a sus pueblos como fueron los casos de Argentina y Uruguay.
En el 2001 el comercio entre los miembros de ese grupo cayó un 15% respecto al 2000, principalmente por causa de las extensas crisis en Argentina y Uruguay, que redujo las compras y las ventas desde y hacia Brasil.
En los últimos años, el MERCOSUR ha adolecido de muchas deficiencias y discrepancias entre sus miembros, algunas de las cuales aún persisten como retenciones de mercancías en los pasos de fronteras, o el reciente conflicto entre Buenos Aires y Montevideo por la construcción de dos papeleras en una localidad uruguaya limítrofe con Argentina, pero cuando existen intereses políticos, estas desavenencias tienen soluciones y ya se están logrando avances de entendimiento.
En este aspecto entran a jugar los cambios ocurridos en los gobiernos del área con Luiz Inacio Lula da Silva en Brasil; Néstor Kirchner en Argentina; Nicanor Duarte en Paraguay y Hugo Chávez en Venezuela.
Estos presidentes, han logrado en poco tiempo vencer las divergencias históricas y contemporáneas para lograr una unión que elimine la desconfianza y los temores.
La primera decisión emitida por Venezuela ha sido que las naciones menos ricas del bloque, Paraguay y Uruguay, podran acceder al mercado caraqueño sin aranceles con lo cual se reconocen las asimetrías comerciales.
Además, tanto Brasil como Argentina y Venezuela han expresado que se hace necesario un nuevo entendimiento, sobre todo para los países chicos, en aras de poder desarrollar mecanismos de política industrial, de financiación y flexibilidad en las reglas.
Venezuela será un factor determinante en el impulso comercial, económico y hasta político dentro del MERCOSUR que beneficiará la integración regional para un mejor bienestar de sus pobladores.
Bajo esas premisas, el presidente brasileño, en una reunión del Grupo realizada en Montevideo, puntualizó que «los pueblos sudamericanos no nacieron para ser pobres toda la vida y pocas veces como ahora América del Sur tuvo una autoestima tan grande».