Dos ministros viajaron a Chile para rectificar informe sobre las Metas del Milenio
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) decidió rectificar los errores de su informe «Objetivos de Desarrollo del Milenio: una mirada desde América Latina y el Caribe» que perjudican a Venezuela después de recibir una protesta del gobierno bolivariano por la información sesgada del documento que omite los progresos alcanzados en los últimos años en salud, educación y otros avances en la calidad de vida del pueblo y que alimentó algunas campañas político-mediáticas de la oposición.
Los ministros Aristóbulo Istúriz, de Educación, Cultura y Deportes, y Francisco Alejandro Armada, de Salud y Desarrollo Social, viajaron a Chile por 12 horas para hacer presente a la CEPAL que las cifras de su informe no reflejan los avances sociales de los últimos cuatro años y que, además, contradicen las conclusiones positivas sobre estos mismos temas publicadas por diferentes agencias de Naciones Unidas acreditadas o no en Caracas, tales como la Organizaciones de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otras.
La delegación encabezada por los ministros Istúriz y Armada entregó el reclamo del gobierno venezolano directamente al Secretario Ejecutivo de CEPAL, el argentino José Luis Machinea, y a sus más cercanos colaboradores, en una acalorada reunión a puertas cerradas -previamente hicieron salir de la sala al autor de esta nota- celebrada en la sede de Santiago a partir del mediodía del martes 19 de julio, que se prolongó hasta avanzada la noche. Machinea fue designado en el cargo a fines de 2003 por el Secretario General de la ONU, Kofi Annan. Durante toda la jornada sesionó en la sede de la CEPAL una comisión técnica bilateral en la que participaron altos funcionarios y especialistas de ambas partes. Por Venezuela intervinieron, entre otros el viceministro de Planificación Orangel Rivas, el viceministro de Desarrollo Social Carlos Alvarado, el Embajador Víctor Delgado, el Agregado Económico Daniel Gasparri y la Agregada Política Cris González. Al fin del día se logró un acuerdo que se propone rectificar los errores del informe en una nueva versión del trabajo y se establecieron mecanismos para un flujo directo de información entre Venezuela y Cepal. Esta misma semana viajará a Santiago una representación del Instituto Nacional de Estadística (INE) para avanzar en ese trabajo.
Justificación del reclamo
Una enérgica carta suscrita por el Gabinete Social del gobierno de la República Bolivariana de Venezuela planteó a la CEPAL que en su informe «apreciamos un tratamiento sesgado de la situación real del país», anexando un legajo de documentos de análisis sobre su controvertido seguimiento del cumplimiento de las metas para el milenio establecidas en el año 2000.
Entre los errores del informe, Istúriz ejemplificó que al contraerse el Compromiso del Milenio en el 2000, se planteó arribar al 2015 con una reducción de la tasa de analfabetismo de 50%, cuando en el planeta existían 840 millones de analfabetos, entre ellos 38 millones en América Latina y el Caribe, en cambio hoy los analfabetos aumentaron en todo el orbe a 900 millones y a 43 millones en la región, mientras en Venezuela ese flagelo está virtualmente erradicado en 2005, sin que esta situación esté reflejada en el documento «Objetivos de Desarrollo del Milenio…».
Venezuela protestó por la distorsión de «los grandes esfuerzos y logros del gobierno nacional en el cumplimiento de las Metas del Milenio, lo cual pudiera estar expresando una visión interesada de la realidad de nuestro país», según el documento entregado a Machinea. «Debido a ello – afirma el texto- algunos segmentos del informe en cuestión han comenzado a ser utilizados por terceros, como parte de una campaña sistemática de desprestigio contra nuestro país que, obviamente, lesiona su imagen y por ende, su potencial desarrollo, tanto en el ámbito nacional como internacional».
«Solicitamos al organismo que usted preside, considerando que se trata de una institución creada para la cooperación transparente y constructiva, que elabore un informe complementario que contenga un análisis adecuado y suficiente de la situación de nuestro país, para lo cual ponemos a la orden diversos documentos, incluyendo el informe anual sobre las Metas del Milenio, elaborado de manera conjunta con los organismos de Naciones Unidas residentes en nuestro país», reza el último párrafo de la carta- reclamo presentada a Machinea, quien firmó el original como constancia de haberla recibido. Más tarde, el Secretario ejecutivo pidió que los venezolanos retiraran el documento, pero los ministros replicaron que «no podemos porque a traer esa queja vinimos».
Contradicciones al interior de la ONU
Istúriz exhibió, asimismo, otro documento de Naciones Unidas -elaborado por sus agencias en Venezuela- sobre las metas de Educación Básica de 1º a 9º grado previstas para el 2015, donde la organización mundial indica categóricamente que «puede afirmarse que muy probablemente se alcanzará la meta» y se añade que «si se lograra mantener el ritmo de crecimiento de la matrícula observado en los últimos cuatro años, la meta podría lograrse hacia el año 2007», perspectiva que tampoco fue reflejada en el informe de la CEPAL.
El gobierno venezolano piensa que los indicadores basados en ingreso- consumo establecidos universalmente por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional no son eficaces, ni reflejan la realidad. «Hemos venido planteando ante los organismos internacionales la necesidad de plantear otros indicadores y otra estrategia para medir la pobreza», señaló Istúriz.
Igualmente indicó que «sin compartir el método, Venezuela lo acepta», pero «hacemos un llamado a la CEPAL a acompañar a los distintos países en la búsqueda de nuevas estrategias, nuevos indicadores y nuevas formas de establecer la pobreza, porque ésa no es la forma más correcta para medir la pobreza en nuestros pueblos». El documento de la CEPAL omitió todos los programas sociales denominados «misiones» que se desarrollan en Venezuela en salud, educación y otros aspectos de la calidad de vida, entre ellas Barrio Adentro en salud pública primaria y cuatro millones de estudiantes de las «misiones» de educación.
Tampoco la CEPAL tomó en cuenta los indicadores positivos como los de agua potable, aguas servidas, género y maternidad en hospitales, en cambio realzó los indicadores negativos. «Hay que revisar para que haya un equilibrio, porque si no el documento, lo aprovecha políticamente la oposición, aunque no exista esa intención en CEPAL», dijo Istúriz.
-. Ernesto Carmona es periodista chileno.