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Venezuela, los retos de una guerra económica

Fuentes: Rebelión

La guerra económico-financiera lanzada contra Venezuela por parte de las fuerzas de derecha no se detiene, pero contra cada acción, el gobierno de Nicolás Maduro ha respondido con otras medidas que le han permitido salvar las conquistas sociales puestas a disposición del pueblo en los 17 años de Revolución Bolivariana. No ha existido ni un […]

La guerra económico-financiera lanzada contra Venezuela por parte de las fuerzas de derecha no se detiene, pero contra cada acción, el gobierno de Nicolás Maduro ha respondido con otras medidas que le han permitido salvar las conquistas sociales puestas a disposición del pueblo en los 17 años de Revolución Bolivariana.

No ha existido ni un momento de respiro para Venezuela desde que en 1999 el presidente Hugo Chávez llegó al poder y que después esos retos se intensificaron tras la toma de posición de Nicolás Maduro en 2013.

Muchos analistas se preguntan cómo Venezuela ha podido resistir los violentos sabotajes económicos contra el gobierno, los cuales en América Latina solo tienen como antecedentes a Cuba que ha soportado 57 años de bloqueo económico-financiero impuesto por Estados Unidos.

Con el apoyo de la oligarquía criolla y de los poderosos medios de comunicación occidentales, la Revolución Bolivariana ha sufrido numerosos ataques que van desde intentos de golpes de Estado, atentados contra la producción petrolera, acaparamiento de alimentos y medicinas, contrabando de mercancías hacia las fronteras y violentas campañas de desinformación.

En una comparecencia televisiva a principios del presente mes de enero, Maduro señaló: «Mantenemos a un país funcionando más allá de los sabotajes, por eso Venezuela no se somete más nunca al Fondo Monetario Internacional. Somos un país libre y cada vez debemos ser más libres con el desarrollo de las fuerzas productivas y económicas del país«.

Las presiones contra el gobierno tomaron fuerza tras el triunfo de la derecha venezolana obtenido en las elecciones de diciembre de 2015 que le dio mayoría en el Parlamento. El resultado parlamentario se debió a la ofensiva desestabilizadora de la derecha nacional e internacional dirigidas desde Estados Unidos y Europa Occidental, lo cual motivo que capas populares dieron la espalda al gobierno con la ingenua creencia de que esas fuerzas integradas en el Movimiento de Unidad Democrática (MUD) le podrían resolver la pérdida de la estabilidad alimentaria.

Como manifiestan algunos analistas, muchas personas pensaron en ese momento con el estómago y no con la cabeza lo que hubiera podido eliminar todos los avances sociales alcanzados por el pueblo a partir de 1999.

Durante el año 2016 dos grandes planes de desestabilización fueron puestos en acción por las fuerzas opositoras de derecha de la llamada MUD.

El primero fue continuar y mantener el constante desabastecimiento de alimentos, útiles del hogar, productos de primera necesidad y hasta de combustible, con la complicidad de numerosos productores privados y dueños de almacenes, cuya finalidad es la de crear incertidumbre y hambre entre la población y echarle la culpa al gobierno.

Como las grandes distribuidoras se encuentran en manos de la oligarquía se impulsó el contrabando de bienes de primera necesidad, de producción nacional o importada, hacia Colombia con la colaboración de narcotraficantes que operan en la frontera. Esta operación recibió una respuesta del Estado y de las Fuerzas Armadas que lograron neutralizarla.

Para contrarrestar las carestías provocadas, se crearon los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) que abastecen con productos de primera necesidad a 4 000 000 de núcleos familiares, y se estima que en el transcurso del año se beneficiarán cerca de 24 000 000 de personas.

La otra táctica fue buscar un golpe financiero que primero comenzó desde el exterior al cortar los países occidentales (siempre encabezados por Washington) las inversiones y préstamos al país sudamericano.

En días recientes, Maduro informó que neutralizaron una extensa operación protagonizada por «banqueros, dirigentes políticos de la MUD y mafias de Cúcuta y Maicao (municipios colombianos) que trasladaron enormes cantidades de billetes de 100 bolívares hacia Colombia donde se «lavaban», entre otros motivos para falsificar dólares. Se lograron recuperar más de 4 300 millones de bolívares.

El gobierno ha tenido que invertir grandes divisas convertibles para fabricar nuevos pesos de diferentes denominaciones en el exterior que llegaron con atrasos al país debido a «un sabotaje internacional»

El último acontecimiento de la oposición parlamentaria fue declarar al presidente Maduro, en abandono de funciones para sacarlo del puesto, lo que resultó rechazado por el Tribunal Supremo por inconstitucional.

La intentona tenía los mismos visos de los golpes parlamentarios que se han realizado en los últimos tiempos con los presidentes Fernando Lugo, de Paraguay y Dilma Rouseff, de Brasil.

La razón de la ofensiva desatada por las minorías adineradas de América Latina con el respaldo de las potencias occidentales es que han encaminado políticas sociales y económicas a favor de los pueblos lo cual está en plena contradicción con el neoliberalismo y el sistema capitalista.

En los 17 años transcurridos, la Revolución Bolivariana ha salvado gratuitamente la visión a miles de ciudadanos; ofrece servicios de salud a toda la población; logró alfabetizar a millones de habitantes los que pueden continuar estudios hasta la universidad; ha entregado más de 1 300 000 viviendas completamente amuebladas a miles de familias que ya no viven en condiciones infrahumanas.

Hasta ahora, tanto el gobierno de Hugo Chávez como el de Nicolás Maduro, con el apoyo del pueblo, han logrado salvar los constantes ataques económicos y financieros que les impusieron pero no cabe dudas de que en futuro persistirán los desafíos.  

 

 Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.