Recomiendo:
0

Venezuela, petróleo para el desarrollo social

Fuentes: Rebelión

Venezuela en pocos años ha podido revertir la situación de saqueo que sufría su riqueza petrolera y ha demostrado a las naciones del hemisferio que cuando un gobierno rescata la soberanía económica puede trabajar ampliamente a favor del pueblo. La historia de despojo del principal producto económico venezolano se inició en los albores del siglo […]

Venezuela en pocos años ha podido revertir la situación de saqueo que sufría su riqueza petrolera y ha demostrado a las naciones del hemisferio que cuando un gobierno rescata la soberanía económica puede trabajar ampliamente a favor del pueblo.

La historia de despojo del principal producto económico venezolano se inició en los albores del siglo XX cuando se descubren enormes yacimientos de crudo y los diferentes gobiernos comienzan a enriquecerse con las dádivas y contratos leoninos que otorgaban a las compañías extranjeras.

Petróleo de primerísima calidad era enviado hacia el mercado estadounidense a precios irrisorios mientras la población del país andino padecía hambre y miseria y carecía además de elementales derechos sociales como educación y salud.

Tras la frustración de la nacionalización de esa industria por el gobierno de Carlos Andrés Pérez en enero de 1976, la empresa estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), se convirtió en un verdadero emporio y muchos la catalogaban como un Estado dentro del Estado pues desarrollaba su propia agenda bajo el control de ejecutivos venezolanos seleccionados por las tres grandes concesionarias extranjeras que operaban históricamente en esa nación: Exxon, Shell y Mobil.

A partir de 1983 se inició dentro de PDVSA la llamada internacionalización, por medio de la cual la compañía no acumulaba dinero dentro del país e invertía las ganancias en el exterior, fuera del control del Estado para que éste no se adueñara del capital. De esa forma, las filiales extranjeras en el exterior como Veba en Alemania o CITGO en Estados Unidos, no pagaban dividendos a la compañía matriz y así no se acumulaba el capital en Caracas. Esta industria prácticamente desde su fundación estuvo controlada desde Estados Unidos

Con la llegada del gobierno de Hugo Chávez en febrero de 1999 se realizan cambios dentro de PDVSA pero el personal administrativo y sus directivos trataban de bloquear las medidas que se introducían.

El intento de golpe de Estado realizado en 2002 y el sabotaje y huelga petrolera cumplido de diciembre de 2002 a febrero de 2003 por la dirección de PDVSA con el respaldo de Washington, debido a los cambios a favor de la mayoritaria población desposeída, provocó grandes pérdidas a la nación pero a la vez impulsaron las reformas que se venían efectuando. Una de las medidas tomadas por el gobierno de Chávez fue despedir al personal implicado directamente en el paro.

Las reacciones contrarias a los cambios eran comprensibles porque por primera vez en la historia venezolana, se destinaban sumas importantes de las ganancias de PDVSA hacia diversos planes sociales en la educación, salud, vivienda, servicio de agua y alcantarillado, desarrollo vial y ferrocarrilero, en detrimento de las prebendas y enriquecimiento que disfrutaban los ejecutivos del sector y las compañías transnacionales.

Poco a poco, el gobierno venezolano ha ido tomando el control de la extracción, comercialización y dividendos que aporta la industria petrolera.

Entre las últimas disposiciones se encuentran la de aumentar los impuestos del 34 al 50 % sobre las ganancias a las firmas extranjeras y el establecimiento obligatorio de Empresas Mixtas en todo el territorio con el 60% del control a favor de PDVSA.

La nueva Ley Orgánica de Hidrocarburos aprobada por la Asamblea Nacional el pasado 30 de marzo, establece que «los yacimientos de hidrocarburos, cualesquiera que sea su naturaleza, existentes en el territorio nacional, bajo el lecho del mar territorial, en la zona económica exclusiva y en la plataforma continental, pertenecen a la República, son bienes del dominio público y por lo tanto, inalienables e imprescriptibles», o sea, no se podrán transferir la propiedad de los yacimientos.

Con la utilización de los recursos del petróleo, el gobierno venezolano ha podido desarrollar numerosos proyectos que han favorecido a la mayoritaria población pobre del país que en 1999 se cifraba en el 70% de sus 25 millones de habitantes.

La atención de la salud ha llegado a los cerros, barrios, islas, selvas, páramos, llanos y a todos los habitantes sin excepción, a través de la Misión Barrio Adentro, que con la ayuda de galenos cubanos, ya se han atendido más de 20 millones de casos desde su inicio en abril de 2003.

La Misión Robinson logró alfabetizar en un corto período a 1 482 600 personas, hazaña que fue reconocida por la UNESCO que declaró el pasado año a Venezuela como Territorio Libre de Analfabetismo.

Alrededor de 770 000 adultos que habían dejado los estudios para tratar de buscar el sustento familiar en gobiernos anteriores, pueden alcanzar el título de bachiller acogiéndose a la Misión Ribas.

El sueño de la carrera universitaria truncado para medio millón de jóvenes y adultos que estaban excluidos de esos estudios, ahora se hace posible mediante la Misión Sucre que les ha abierto las puertas de los Altos Centros de Estudio.

Para contener el hambre y la pobreza que padecen millones de pobladores venezolano, el gobierno lleva a cabo la Misión MERCAL, que garantiza alimentos baratos y subsidiados para los pobres y gratis para los que no tienen nada.

La Misión Vuelvan Caras es un proyecto para reducir en la población el desempleo por diversas formas de integración de los ciudadanos al desarrollo social y económico del país.

Mediante la Operación MASCAR, el gobierno construye complejos urbanísticos en diferentes localidades del territorio e integra en el proyecto a sus pobladores para que en el presente y futuro cercano tengan una vivienda digna.

La Misión Milagros, también con la participación de médicos cubanos, ha llevado la visión a decenas de miles de ciudadanos que padecían diversas afectaciones visuales.

Misiones como Guaicaipuro para ayudar a los hasta hoy olvidados pobladores indígenas; Zamora, para contrarrestar el latifundio; Piar, para frenar la dependencia exclusiva del petróleo en la economía, marchan todas juntas en la República Bolivariana de Venezuela gracias a la recuperación de sus riquezas de hidrocarburos que ahora el gobierno las utiliza en beneficio de sus ciudadanos.