El gobierno venezolano avanza hoy hacia la definición de un ambicioso programa de inversiones para el 2007, apoyado en los recursos existentes en las reservas del Banco Central y el Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN). Los inventarios de divisas en poder del ente emisor oscilan en torno a los 35 mil millones de dólares, mientras […]
El gobierno venezolano avanza hoy hacia la definición de un ambicioso programa de inversiones para el 2007, apoyado en los recursos existentes en las reservas del Banco Central y el Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN). Los inventarios de divisas en poder del ente emisor oscilan en torno a los 35 mil millones de dólares, mientras que en el caso del FONDEN, la cifra alcanza los 17 mil millones de dólares. En ese sentido, el ministro de Planificación y Desarrollo, Jorge Giordani, aseguró que bajo esas condiciones el ejecutivo alista una propuesta de inversiones dirigida a respaldar la recuperación de la infraestructura básica del país. La red de ferrocarriles, transporte urbano, viales e industrias de diversos tipos se perfilan como el centro de esa estrategia, que tiene también su respaldo en los aportes procedentes de las exportaciones petroleras. En efecto, la cotización promedio de la cesta venezolana de crudo alcanza este año niveles superiores a los 50 dólares, por encima de las previsiones de 26 dólares tomadas en cuenta para el presupuesto nacional. Giordani señaló que el presidente de la República, Hugo Chávez, será el encargado de anunciar el referido programa. Las condiciones económicas de la nación, con perspectivas de completar 13 trimestres consecutivos de expansión e incluso este año bajo una tasa superior al nueve por ciento, resultan favorables a esas acciones. Por otra parte, el Producto Interno Bruto (PIB) en el 2006 debe ser de 150 mil millones de dólares, para avanzar en el venidero ejercicio hasta la cota de los 200 mil millones. Con ese entorno, los analistas estiman que el gobierno dispone de la capacidad financiera necesaria para impulsar iniciativas que permitan restablecer la capacidad productiva de la nación. De esa forma, la economía estaría en mejores condiciones para responder al sostenido incremento de la demanda domestica y frenar el auge importador.