La intención presidencial es lograr este objetivo gracias al gas. La llamada revolución de este vital hidrocarburo busca el suministro al mercado interno, la industrialización y el apoyo a países vecinos. El país busca multilicar sus reservas.
Venezuela quiere convertirse en una potencia energética mundial. El anuncio fue hecho por el presidente Hugo Chávez durante su programa «Alo Presidente». La revolución del gas socialista es considerada uno de los elementos esenciales de los cambios económicos que se realizan en el país.
El objetivo principal es garantizar el suministro al mercado interno y el apoyo a países vecinos, con miras a la integración gasífera. De acuerdo a Chávez, existe una estimación para duplicar las reservas de gas en cinco años y convertir al país en una «gran potencia energética mundial».
Asimismo, el líder bolivariano sostuvo que gracias a las modificaciones impositivas que dispuso este año para las empresas extranjeras que extraen petróleo en Venezuela, se recuperaron más de 8.000 millones de dólares anuales. «Éramos una colonia: se llevaban el crudo y nos dejaban una miseria», dijo el presidente.
Y luego agregó que se cambiaron las leyes colonialistas impuestas «mediante las cuales empresas transnacionales explotaban petróleo en la Faja del Orinoco y pagaban de regalía uno por ciento; es decir, nada».
Diez proyectos conformarán la Revolución, entre ellos la construcción en todo el país de nueve plantas comunitarias de llenado de bombonas (soplete de acetileno, respriracón, fuente de soda), las cuales serán manejadas por las comunidades.
El proyecto Gas Anaco encabeza la lista, conformado por tres centros operativos (San Joaquín, Santa Rosa y Zapato Mata R), en Anaco, estado Anzoátegui. Le sigue la inauguración del Complejo Industrial Gran Mariscal de Ayacucho, en Güiria, Sucre, que llevará gas de la Plataforma Deltana, por tubería submarina, hacia el Gasoducto del Sur, para procesarlo en la petroquímica.
Gas Anaco está constituido como una de las reservas de gas más importantes del mundo. Y de acuerdo al mandatario, la cantidad de fluido que dispone es mayor a la suma de todas las reservas que poseen Brasil y Argentina juntos.
«Cuando dupliquemos nuestras reservas-añadió- y la producción de esta tremenda planta de compresión de San Joaquín, en 2012 llegaremos a unos 18.000 millones de pies cúbicos (510 millones de metros cúbicos) desde los actuales 8.000 millones de pies cúbicos».
El aumento de los recursos se destinará al plan de gas vehicular, al proyecto de gasificación de las ciudades, al desarrollo de la industria petroquímica, a la generación termoeléctrica, y a la ayuda de países vecinos. En ese sentido, ya se presentaron los primeros cuatro vehículos que funcionan con gas vehicular: un modelo Tiuna (un modelo militar fabricado en Venezuela) y tres sedanes.
«El Cono Sur tiene una fragilidad grande en el tema energético. No se puede perder un día en la solución de esta problemática», explicó Chávez.
En tanto, un tercer proyecto es la Interconexión Centro-Occidental, gasoducto interno en plena construcción. Se prevé también la construcción del Complejo Criogénico de Occidente, en el estado Zulia, donde se iniciaron los movimientos de tierra.
«Incrementemos la interacción entre nosotros, y saldremos adelante. China, cuando Mao Tse Tung tomó Pekín hace medio siglo, China era un país semicolonial, atrasadísimo. Cuando hace 30 años la revolución persa tumbó al Sha de Irán. Ese era un país muy retrasado. Y ahora son potencias mundiales. Sólo lo lograron por una revolución. Venezuela lo logrará. 2021, cero pobreza. En 2030, 2040, Venezuela será potencia mundial. No estoy exagerando», fue la reflexión de Chávez.
Por otra parte, confirmó la reunión con su colega brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, el próximo jueves en la ciudad brasileña de Manaos, para analizar la construcción del Gasoducto del Sur, entre otros asuntos.