La detección de detonantes y cables usados en explosivos en un cargamento de la Embajada de Estados Unidos alienta hoy sospechas de que la intromisión en Venezuela supera la retórica y el financiamiento de opositores. El envío fue ubicado el pasado 23 de agosto en un cargamento aéreo de 20 cajas que intentaron ingresar al […]
El envío fue ubicado el pasado 23 de agosto en un cargamento aéreo de 20 cajas que intentaron ingresar al país con franquicia diplomática.
El incidente desató de inmediato acusaciones mutuas de violación de los convenios de Viena: Washington porque se violó la inmunidad diplomática y Caracas porque se intentó introducir contrabando en el país bajo ese manto.
Ese contrapunteo esconde, sin embargo, elementos graves sobre la posible asistencia de Washington a sectores violentos opositores, cuando algunas fuentes advierten sobre un plan subversivo con vistas a las elecciones presidenciales de diciembre próximo.
¿La quieren más clarita? Prestemos un poquito de atención (?) ¿Para qué y por qué introduce Estados Unidos equipamiento militar (explosivos, detonadores, mechas) en franquicia diplomática?, expresó el analista local Martín Guédez.
El observador recordó que armas introducidas en valija diplomática fueron utilizadas en el asesinato del comandante en jefe del ejército, general René Schneider, para justificar el golpe militar al presidente de Chile, Salvador Allende.
Curiosamente, el embarque fue detectado días después de la evasión de una prisión militar de cuatro conspiradores, algunos de ellos oficiales vinculados con la introducción en 2004 en Venezuela de paramilitares colombianos.
Según las investigaciones el grupo de irregulares tenía instrucciones de realizar sabotajes y atentar contra figuras políticas, incluyendo el presidente Hugo Chávez.
La fuga, en la cual se invirtió de 100 mil a 500 mil dólares presuntamente procedentes de Estados Unidos, fue vinculada por algunas fuentes con los planes de desestabilización para los comicios de diciembre, en los que Chávez debe ser reelecto.
El Ministro de Interior y Justicia venezolano, Jesse Chacón, denunció que una caja supuestamente con material para la Fuerza Armada venezolana, arribada en el mismo vuelo fue sacada del aeropuerto sin pasar por las autoridades de control de armamentos.
Dicho contrabando opacó revelaciones sobre el financiamiento de grupos opositores venezolanos, según mil 600 páginas de contratos de donativos obtenido por The Associated Press a través de una solicitud bajo la Ley de Libertad de Información.
Según AP, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) dio a conocer copias de 132 contratos, en los que cerca de la mitad están sin identificar ni revelan otros detalles sobre los adjudicatarios.
Con anterioridad la abogada norteamericana Eva Golinger había destapado la olla, al dar a conocer documentos sobre la entrega de dinero de los fondos públicos estadounidenses a agrupaciones de la oposición venezolana.
Asimismo, el contrabando fue detectado pocos días después que Washington informó sobre la creación de una oficina de espionaje sólo para atender a Cuba y Venezuela, expresión de que se trata de una política definida con varias aristas.
La Oficina de Iniciativas de Transición (OTI) de la USAID reconoció haber supervisado más de 26 millones de dólares para Venezuela desde el 2002, luego del fracaso del golpe de estado contra Chávez el 11 de abril de ese año.
Según los documentos obtenidos por AP, la Fundación Nacional para la Democracia (National Endowment for Democracy), financiada por el Congreso estadounidense, entregó desde 2002 otros 2,9 millones de dólares a grupos opositores.
Lo que hace muy sospechosa la entrega de recursos, justificados por Estados Unidos con programas de expansión de la democracia o deportivos, es la abierta hostilidad hacia el gobierno de Chávez.
En este contexto, la introducción subrepticia de materiales militares integra un peligroso triángulo con la retórica anti-chavista y la entrega de recursos a los opositores, que refuerza las acusaciones de intromisión en el país sudamericano.