Atentos todos el 15 de febrero la Revolución parirá un triunfo nuevo Venezuela enfrenta de nuevo las mentiras y canalladas de los mass media enemigos de la Revolución. Mientras los trabajadores de la ciudad y del campo defienden la Revolución, defienden sus conquistas y se preparan para ganar un referéndum democrático y crucial, las oligarquías […]
Atentos todos el 15 de febrero la Revolución parirá un triunfo nuevo
Venezuela enfrenta de nuevo las mentiras y canalladas de los mass media enemigos de la Revolución. Mientras los trabajadores de la ciudad y del campo defienden la Revolución, defienden sus conquistas y se preparan para ganar un referéndum democrático y crucial, las oligarquías van por el mundo mintiendo y ensuciando al socialismo que nace de una Revolución incansable que aún no se ha completado. Y aunque las oligarquías, endógenas y exógenas, financien traiciones y golpes de estado, esta Revolución se propone un referéndum para que la población tenga el derecho a votar al candidato elija porque es un derecho democrático básico que debemos defender, en todo el mundo, Si o Si.
Este referéndum no sólo ratifica el derecho de los pueblos a votar democráticamente, es una ratificación extraordinaria de su proceso revolucionario y la exigencia de avanzar ahí donde la Revolución ha sido frenada por la intervención de las traiciones, el burocratismo y el sectarismo. Este referéndum es crucial a de diez años de una Revolución donde sobreviven contradicciones profundas y dónde un pueblo ejemplar, y siempre movilizado, se dispone concientemente a profundizar la Revolución y defender sus conquistas. A nadie debe ser indiferente el hecho complejo de que, después de diez años, la revolución aún no se ha completado, que aun hoy la mayor parte de la industria, las tierras y los bancos permanecen en manos privadas y que la contrarrevolución se arma con sus más feroz instinto criminal para descarrilar la economía, sabotear las políticas alimentarias y descontrolar la economía con sabotajes inflacionarios. Este referéndum también es responsabilidad de todos nosotros. Si o Si.
La Revolución aún no es irreversible.
Es preciso entrar en acción, defender lo conquistado y combatir todo discurso pesimista en horas en que un cambio fundamental está a la vista. Todos exigimos una solución a la inflación, a la escasez de comida, a la mala vivienda y a la corrupción, se de donde se de. Todos estamos hartos del ritmo lento a que son sometidas muchas políticas en manos de los reformistas. Todos estamos alerta ante los acontecimientos que se empeñan en descarrilar a la «Revolución Bonita»… en Venezuela lucha un pueblo movilizado siempre para garantizar la «revolución dentro de la revolución» del dicho al hecho.
Pero es responsabilidad de todo un continente, y de todos los trabajadores y explotados del mundo, alentar a esta Revolución Venezolana en sus tareas de expropiar el poder económico de los capitalistas, los terratenientes y los banqueros que la amenazan y golpean sistemáticamente. Nadie debe mantener silencio, la ley suprema es hacer democráticamente todo por el bien de la Revolución. Estemos donde estemos. El referéndum es de todos nosotros porque, entre mil cosas, están en riesgo todos los proyectos sociales y otras conquistas de la Revolución. Hay un alista larga de amenazas y aventuras que son ejemplos criminales pergeñados por la oligarquía que financia bandas fascistas. Todos debemos ganar este referéndum que es una lucha directa entre la revolución y la contrarrevolución. Nadie tiene derecho a esconderse en palabrería de leguleyos ni eufemismos de tinterillos. Esta lucha es nuestra y nos exige estar al lado del referéndum, apoyándolo y exigiéndole que profundice la Revolución. Este referéndum es parte de una serie de batallas y luchas parciales y es preciso ganar porque es una lucha de los trabajadores y campesinos que expresan su confianza en su propia fuerza para avanzar sobre batallas más grandes. Este referéndum es nuestro en todo el mundo, es una lucha nuestra con los trabajadores y los campesinos que enfrentan a la oligarquía, al imperialismo y a todos los contrarrevolucionarios camuflados por todas partes, dentro y fuera de las oficinas gubernamentales, incluso. No hay espacio para dudas, es indispensable utilizar todo cuanto tenga el viejo aparato del estado burgués y ponerlo al servicio de las tareas revolucionarias. Ganar el referéndum no es la solución mágica, es una más de las tantas luchas que se debe ganar para asegurarnos de poner en práctica:
Que tengamos Elecciones libres y democráticas de todos los funcionarios del estado con derecho a revocación.
Que Ningún funcionario puede recibir un salario superior al de un trabajador cualificado.
No al ejército o policía permanentes sino el pueblo en armas.
Gradualmente, todo el mundo debería hacer todas las tareas de administración por turnos: cuando todos son un burócrata nadie
es un burócrata.
Hoy el referéndum hace posible esto en Venezuela.
¡Vota por el SÍ, en todo el mundo, para da un paso adelante y para completar la Revolución!
¡Denuncia todo ejercicio de terrorismo mediático contra la Revolución venezolana hacia el Socialismo!
¡Hagamos de esta batalla un batalla mundial y nuestra!
¡La revolución tiene el apoyo de las masas aunque ha ido demasiado lenta y no suficiente lejos!
Hay que ganar mundialmente el referéndum y derrotar la contrarrevolución. Hay que fortalecer la lucha de los pueblos para que avancen en la tarea fundamental de expropiar a la oligarquía y sen los trabajadores lo que democráticamente resuelvan la crisis económica mundial con el ascenso del socialismo. El referéndum de febrero es otra batalla en la guerra revolucionaria. Debemos ganar esta batalla para asestar una nueva derrota a los contrarrevolucionarios y llevar a cabo las tareas fundamentales de la revolución socialista. Lo que necesitamos es llevar la revolución hasta el final, expropiar a la oligarquía, derrocar al estado burgués y hacer un llamamiento a los trabajadores y campesinos de América, de todo el mundo, para que se unan a nosotros en la transformación socialista de la sociedad.
¡Acelera la lucha por la revolución socialista!
¡Nacionalización de la tierra, los bancos y la industria bajo control obrero!
¡Manos fuera de Venezuela!
¡Si o si!