Los principales análisis sobre la capacidad petrolera de Venezuela también encierran a Irán. Por eso algunos comienzan a inquietarse tras la imposición de sanciones. Estas, hoy se enredan en un espiral de burocracia tanto en Estados Unidos como en buena parte de Europa.
Ahora, Venezuela e Irán se perfilan como la nueva maquinaria del mercado petrolero global. Esta realidad se afirma desde uno de los mayores bancos de inversiones del mundo, Citigroup. Así lo afirma su portavoz Ed Morse responsable de investigación en materias primas de la organización.
Esta aseveración proviene de una entrevista que Bloomberg realizara a Ed Morse donde asevera que las naciones por excelencia petrolera se situarían en Venezuela, Irán más Libia y Nigeria. En ellas se encontrarían las mejores fuentes de crecimiento petrolero durante la próxima década e incluso pudiendo llegar más allá.
Ed Morse, analista del Citigroup afirma sobre las fuentes de abastecimiento global, que las mismas están entre Venezuela e Irán pues su crecimiento se basa en nuevas ofertas más el apoyo de la OPEP y la OPEP—PLUS, incluso Rusia como productor aliado los respalda.
La nueva realidad de la demanda mundial es espeluznante y podría llevar a uno de sus líderes —Aranco de Arabia Saudita— a anunciar nuevos recortes en su producción diaria, ya acaba de hacerlo retirando en agosto 2023 unos quinientos mil barriles de crudo al día, obteniendo con esto estabilización en el mercado.
Venezuela, Irán, Libia y Nigeria —países OPEP— colocarían en el mercado aproximadamente un millón de barriles al día en el 2023 y harán lo mismo en el 2024, afirma Citigroup. Con esto, sus clientes estarán asegurado lo correspondiente a satisfacer los próximos crecimientos mundiales y espantando todas las preocupaciones que se ciernen sobre sus proveedores y su futuro.
Aquellos que hicieron como un principio las interrupciones a través de sanciones, medidas coercitivas, falta de inversiones a tiempo y seguras que atentaron contra la estabilidad de los proveedores mundiales al sancionarles repetidamente tanto a Venezuela como a Irán, pues todos esto puede estar llegando a su fin, ya que los altos consumidores no ven otra salida. No hay suficiente poder refinador en el resto del planeta.
Para Citigroup, tanto Venezuela como Irán han mostrado signos positivos en cuanto a ofertas de inversiones, colocaciones y distribución para su recuperación. Solo en los primeros siete meses del año 2023 Venezuela ha logrado aumentar su producción diaria en al menos un 10% llegando a 810.000 barriles de crudo para el mes de julio.
Venezuela puede ir en camino a su autonomía petrolera. La independencia sobre la propiedad de sus pozos ya la tiene, por eso en este momento Chevron es un socio estratégico. Esta empresa —Chevron— es una de las principales compañías privadas que cumple en Venezuela un siglo de actividades desde 1923 y participó en el descubrimiento de Campo Boscán en 1946, el crudo más pesado de la olla petrolífera del Lago de Maracaibo.
Hasta tanto no sean tomadas otras medidas más arriesgadas que involucren a otros países, Chevron seguirá siendo la única garantía para que Estados Unidos desacelere las sanciones en contra de Venezuela. Con esto queda demostrada la importancia geopolítica y geoestratégica de la nación sudamericana. La maniobra es lograr de nuevo el acceso al mercado mundial de crudo.
Las inversiones para las naciones petroleras, siempre van a tener financiamiento internacional, pues explotar y poner a producir extensas áreas es demasiado costoso para que las asuman una sola nación. Por eso los contratos con otros países, como en el caso iraní, quien en julio 2023 luego de la visita a Caracas por parte del director del Departamento de América de la Cancillera haidar Shiah Al — Brak, se firmaron nuevos acuerdos.
Con destreza y sumo cuidado, pero con una nueva visión gerencial Venezuela podrá responsablemente estar de nuevo cubriendo una importante área energética en el mundo. Su corresponsabilidad interna es el primer paso para recuperar la confianza.