En un escenario de crecientes rumores que hicieron caer a la divisa estadounidense, las grandes naciones productoras de petróleo desmintieron el martes una información publicada por un diario británico según la cual estados árabes están en negociaciones secretas con Rusia, China, Japón y Francia para reemplazar al dólar con una cesta de divisas en el comercio del petróleo.
El dólar estadounidense retrocedió tras la versión lanzada por el diario británico The Independent que citó fuentes «no identificadas» en los estados del Golfo y fuentes bancarias chinas en Hong Kong.
The Independet dijo que la propuesta señalaba que el comercio del crudo sería cambiado en el plazo de nueve años a una cesta de divisas, entre las que estarían el yen japonés y el yuan chino, el euro, el oro, y una nueva moneda unificada para naciones en el Consejo de Cooperación del Golfo, al que pertenecen Arabia Saudí y Kuwait.
«Se han estado realizando reuniones secretas por parte de ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales en Rusia, China, Japón y Brasil para trabajar en el plan, lo que significará que el crudo ya no se cotizará en dólares», indicó la versión del periódico británico, que agregó que Francia también ha estado implicada en las conversaciones.
The Independent señaló que las autoridades estadounidenses estaban al tanto de las reuniones, pero que no tenían información sobre los detalles y seguramente «lucharán contra este complot internacional».
Pero altos cargos saudíes y rusos que participaban en una reunión del Fondo Monetario Internacional en Estambul negaron que se hayan mantenido negociaciones semejantes.
Muhamad al Yaser, presidente del banco central de Arabia Saudí, dijo que la noticia del periódico británico es «absolutamente incorrecta». Cuando los periodistas le preguntaron si su país estaba en negociaciones de ese tipo, respondió del mismo modo.
El viceministro de Fianzas de Rusia, Dmitry Pankin, afirmó: «No hemos discutido esto en lo absoluto».
El ministro argelino de Finanzas, Karim Djudi, declaró a Reuters: «Los países productores de petróleo necesitan estabilizar sus ingresos pero (…) no veo la necesidad de que el comercio del petróleo sea denominado de manera diferente».
El Gobierno de Japón dijo que no estaba al tanto de negociaciones para terminar con el uso del dólar en el comercio del petróleo.
La posibilidad de cambiar el comercio del petróleo desde su cotización en dólares estadounidenses ha sido abordado ocasionalmente en los últimos años, pero analistas y expertos dicen que es muy poco posible que ocurra pronto.
«No creo que veamos acciones a partir de tales discusiones porque incluso cuando el dólar está débil, no significa que las materias primas estén devaluadas», dijo David Moore, analista de materias primas del Commonwealth Bank of Australia.
«De hecho, cuando el dólar se debilita, los precios de las materias primas tienden a incrementarse por una proporción más alta», aseveró.
Rusia ha planteado la cuestión en público ante la debilidad y la volatilidad de la divisa estadounidense, que se ha visto socavada por los enormes déficits presupuestarios y comerciales de Estados Unidos
Irán comenzó a cotizar la mayoría de sus exportaciones de crudo en divisas distintas al dólar, especialmente el euro, hace varios años, pero el precio actual de su combustible está establecido en la moneda estadounidense.
El dólar estadounidense bajaba el martes, luego de la difusión del artículo de The Independent, mientras los analistas se mostraban cautos ante darle demasiada importancia, especialmente dado el tiempo de transición de nueve años. Por su parte, el precio del petróleo subía por encima de los US$ 71 por barril.
A pesar de las negativas, el tema parece ser recurrente en diferentes escenarios, incluido Estambul, donde se lleva a cabo la conferencia anual del Fondo Monetario Internacional.
Allí el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick -quien fuera subsecretario de Estado de EEUU- dijo que creía que el dólar no sería en el futuro la moneda dominante.
«El dólar, el euro, el yuan renmibi formarán una canasta de monedas. El mundo será diferente. Y la recesión aceleró ese proceso», manifestó.
¿Qué va a pasar con el dólar?
Según The Wall Street Journal, el dólar podría seguir cayendo en las próximas semanas ante las apuestas de los inversionistas de que otros países aumentarán las tasas de interés antes que la Reserva Federal de Estados Unidos, lo que impulsa los retornos sobre esas monedas.
La caída de la divisa estadounidense se agudizó en el tercer trimestre que acaba de terminar a medida que las economías del mundo mostraron signos de recuperación y los inversionistas trasladaron su dinero a alternativas más arriesgadas en busca de retornos más altos.
Durante el tercer trimestre, la divisa estadounidense perdió 4,1% de su valor contra el euro y 6,8% contra el yen japonés, cuando llegó a su nivel más bajo desde finales de enero.
Durante meses, el dólar tendió a bajar después de que se anunciaran noticias positivas, que los especuladores interpretaban como una señal de que era hora de abandonar refugios seguros como la moneda estadounidense e ir en busca de inversiones más arriesgadas y rentables.
Sin embargo, las promesas de las autoridades de política monetaria de seguir estimulando la economía para apuntalar la recuperación han convencido a los inversionistas de que EEUU no subirá pronto las tasas de interés.
Los esfuerzos del gobierno estadounidense de inyectar dinero en la economía han abaratado considerablemente el costo de endeudarse en dólares, en un momento en el que los activos estadounidenses ofrecen magros retornos.
La propia debilidad del dólar, sin embargo, podría ayudar a frenar su caída antes de fin de año, predicen inversionistas y analistas.
El descenso del dólar, -según el Journal-, podría empezar a revertirse si la moneda cae demasiado: a la larga, los responsables de las políticas monetarias de Asia y Europa podrían empezar a quejarse de que la debilidad de la moneda estadounidense perjudica su capacidad para exportar bienes a EEUU.
Si el euro y el yen se siguen fortaleciendo, por ejemplo, se encarecerá el costo de las exportaciones europeas y asiáticas en los mercados internacionales.
«Es posible que todavía haya ciertas dificultades, pero se podría decir que la baja del dólar ha alcanzado su límite», opina Alan Wilde, director de renta fija y divisas en la firma de valores Baring Asset Management, en Londres.
Los analistas coinciden en que dólar es una moneda clave para el comercio internacional. Muchos países realizan sus transacciones comerciales en dólares no sólo con EEUU, sino con otros países.
También existe el riesgo de que alzas en las tasas de interés superiores a las previstas, o una importante crisis en los mercados emergentes, atraigan a los inversionistas de nuevo al dólar en los próximos meses. «Nos encontramos casi al final del partido», dice Stephen Jen, director gerente en BlueGold Capital Management LLC, en relación a la trayectoria del dólar. «Recomiendo actuar con precaución».
Según el Financial Times «aquellos que firman el deceso del dólar se enfrentan a una paradoja. Si el dólar estadounidense se va a pique, difícilmente lo hará solo. Cuando el año pasado se desató el pánico en todo el mundo, los inversores recurrieron a la divisa del país con la democracia estable más rica. No demandaron renminbi o rupias. Los mismos problemas que preocupan a los bajistas en relación al dólar podrían terminar siendo las razones para invertir en la divisa».
Y hay una explicación de porque un desplome del dólar arrastraría consigo a todo el sistema:
— El dólar está involucrado en el 86%% de los US$3,2 billones (millones de millones) de transacciones diarias de divisas en el mundo, a menudo como paso intermedio en el intercambio de otras dos divisas, según el Banco Internacional de Pagos. Aunque esto constituye un descenso con relación al 90% que representaba en 2001, ninguna divisa se le acerca.
— Casi dos terceras partes de las resservas de los bancos centrales del mundo están denominadas en dólares, a pesar del temor de que se produzca un éxodo masivo de la divisa. El euro representa alrededor de una cuarta parte, un alza del 18% frente a 1999, cuando se introdujo, pero menos que la participación de sus divisas predecesoras en 1995. Debido a que EE.UU. es un socio comercial tan importante para tantos países, no es fácil diversificar las reservas de los bancos centrales.