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Violencia insurreccional o poder constituyente

Fuentes: Rebelión

1.- El contexto histórico actual de nuestro país se caracteriza por la presencia determinante de un conflicto político, social, económico y cultural entre fuerzas antagónicas dentro de la realidad venezolana. Estas fuerzas están representadas por dos sectores fundamentales. De un lado, nuestro gobierno bolivariano encabezado por el presidente Nicolás Maduro, que cuenta con el respaldo […]

1.- El contexto histórico actual de nuestro país se caracteriza por la presencia determinante de un conflicto político, social, económico y cultural entre fuerzas antagónicas dentro de la realidad venezolana. Estas fuerzas están representadas por dos sectores fundamentales. De un lado, nuestro gobierno bolivariano encabezado por el presidente Nicolás Maduro, que cuenta con el respaldo del PSUV, el Gran Polo Patriótico, el Congreso de la Patria y las diversas y múltiples organizaciones del Poder Popular del pueblo venezolano que, junto con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, FANB, conforma la unidad cívico-militar patriótica, popular y revolucionaria como sostén fundamental del proceso revolucionario bolivariano-chavista. Del otro lado, está la llamada Mesa de la Unidad Democrática, MUD, en donde convergen todos los partidos políticos de la derecha opositora, neoliberal, fascista y pro-norteamericana. En medio de esta total polarización política, se encuentra un importante sector de nuestra población que reclama diálogo, seguridad, paz, justicia, bienestar, progreso y la estabilidad institucional de la patria libre, independiente y soberana.

2.- Esta realidad nacional, está determinada a su vez por las pretensiones injerencistas, amenazantes y hegemónicas de la política imperial, guerrerista y criminal del imperialismo norteamericano, cuyo objetivo central es destruir la patria de Bolívar y Chávez, la patria soberana de todas y todos los venezolanos, para luego apoderarse de toda la riqueza petrolera existente en nuestro subsuelo. Para lograr su objetivo, el imperio ha contado con los agentes cipayos y apátridas de la burguesía antinacional, que se ha prestado para desatar la guerra económica atacando fundamentalmente la cadena alimentaria, las medicinas y los productos importados en general. Igualmente, nos han impuesto la guerra mediática dentro y fuera de nuestro territorio; la guerra cultural y la guerra criminal para impactar negativamente el proceso formativo y de crecimiento de nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes, que son el tesoro de la patria. De manera que estamos en un momento histórico delicado y crucial para el futuro inmediato de nuestro país y del resto de las naciones de América Latina y el Caribe. En tal sentido y para enfrentar los desafíos de este tiempo, es necesario fortalecer la UNIDAD NACIONAL PARA LA DEFENSA ACTIVA DE LA REPÚBLICA CON LAVALENTÍA Y LA DIGNIDAD NECESARIAS Y CONFORME A LO ESTABLECIDO EN NUESTRA CONSTITUCIÓN.

3.- En ese marco de contradicciones y conflictividad polarizada, la dirigencia derechista y opositora de la MUD, obedeciendo los lineamientos estratégicos del imperio que la financia con dólares, ha tomado el camino de la violencia insurreccional con base en la utilización de grupos vandálicos, incendiarios, pistoleros y criminales. Venezuela entera y los medios informativos internacionales, han presenciado la puesta en escena del plan desestabilizador y terrorista. Los hechos organizados y dirigidos por los jefes de la MUD (trancas, barricadas, quemas, saqueos, guayas, disparos, entre otros) han quedado claramente visualizados ante la opinión pública y el mundo como hechos vandálicos, terroristas y criminales. Las muertes ocasionadas, las personas heridas, las casas y hogares afectados, las instituciones destrozadas, los comercios saqueados, los vehículos destruidos y los efectos psíquicos-emocionales sobre la paz espiritual y la integridad física de las personas, constituyen delitos graves que deben ser juzgados y condenados. En tal sentido, invocamos el Artículo 55 constitucional que en su primer párrafo indica que «Toda persona tiene derecho a la protección por parte del Estado a través de los órganos de seguridad ciudadana regulados por la Ley, frente a situaciones que constituyan amenazas, vulnerabilidad o riesgo para la integridad física de las personas, sus propiedades, el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes.» En concordancia con el Código Penal Venezolano, Artículo 293: «El que haya ejecutado algún acto que tenga por objeto exponer alguna parte de la República a la devastación o al saqueo, será castigado con prisión de 18 meses a 5 años. Si la tentativa se efectuare siquiera en parte, se impondrán la pena de 5 a 9 años».

4.- El presidente Nicolás Maduro, fiel al legado del comandante Chávez y en ejercicio de las facultades que le otorga la Constitución en su Artículo 348, ha convocado al pueblo de Venezuela a la tarea histórica de ejercer su poder originario, de acuerdo con el Artículo 347 constitucional, a través de la Asamblea Nacional Constituyente que debe ser electa por votación universal, directa y secreta. El objetivo fundamental de esta convocatoria histórica es frenar y derrotar el estallido de la guerra civil que nos pretenden imponer la MUD y el imperio norteamericano, crear las bases para el desarrollo de un gran diálogo nacional en paz y constitucionalizar un conjunto de nueve (9) propuestas relacionadas con nuevas realidades políticas, económicas, sociales y culturales que nuestro pueblo ha construido a lo largo de estos 18 años de duras batallas y trabajo colectivo junto al gobierno bolivariano en el marco del proceso revolucionario para la transformación general de la sociedad venezolana.

Es necesario destacar que el proceso de la Asamblea Nacional Constituyente, no es para eliminar la actual Constitución y sustituirla por otra, como malintencionadamente lo ha venido propagando la oposición apátrida. La verdad es que se trata de ampliar la Constitución actual con base en los nueve (9) objetivos propuestos por el presidente Nicolás Maduro para que en lo adelante queden consagrados como derechos constitucionales. Es en ese sentido, y no otro, que debemos hablar de una nueva Constitución, tal como lo indica el 347 constitucional. Estos 9 contenidos son: 1.- La paz; 2.- El nuevo modelo económico productivo, independiente y auto-sustentable; 3.- El sistema de misiones y grandes misiones; 4.- La seguridad y plena protección del pueblo; 5.- Las nuevas formas de la democracia participativa y protagónica: Comunas, Consejos comunales y otras; 6.- Defensa de las soberanía nacional; 7.- La nueva espiritualidad cultural; 8.- Los derechos y deberes de la juventud venezolana; y 9.- El cambio climático y la protección ecológica de nuestro país.

Finalmente, invitamos a todo el pueblo a desarrollar el gran debate en todos los niveles, sectores sociales, comunidades, poblados, instituciones, gremios, familias, etc. para aclarar los fundamentos constitucionales de esta convocatoria presidencial y su puesta en escena con base en el procedimiento democrático, participativo y protagónico del voto universal, directo y secreto para, primero, elegir a los y las contituyentistas; y, segundo, aprobar o no en referendo el contenido de los nuevos capítulos y artículos que conformarán la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.