La declaración de Alan Garber, presidente de Harvard, ocupa un lugar destacado en la página digital de la universidad y ha sido compartida en todo el mundo, arrastrada por una ola de indignación contra nuevas medidas con las que amenazan Trump y funcionarios del gobierno estadounidense. Es razonable suponer que Garber debe haber sopesado cuidadosamente las palabras que eligió para resumir su propia posición y la de la institución que representa. Por eso mismo, merece la pena leerlas con detenimiento:
«Ningún gobierno -independientemente del partido que esté en el poder- debe dictar lo que las universidades privadas pueden enseñar, a quién pueden admitir y contratar, y qué áreas de estudio e investigación pueden seguir».