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Petróleo

Volatilidad en las alturas

Fuentes: IPS Noticias

Los precios del crudo suben o bajan hasta un dólar y medio cada día de estos finales de mayo, con una volatilidad que sin embargo no se despega de las alturas, pues se cotiza sobre los 70 dólares el barril de 159 litros. El West Texas Intermediate (WTI), crudo dulce y ligero que es el […]

Los precios del crudo suben o bajan hasta un dólar y medio cada día de estos finales de mayo, con una volatilidad que sin embargo no se despega de las alturas, pues se cotiza sobre los 70 dólares el barril de 159 litros.

El West Texas Intermediate (WTI), crudo dulce y ligero que es el marcador estadounidense, trepó 1,50 dólares el jueves tras una baja de 1,40 dólares el miércoles, y este viernes subió otros cinco centavos, alcanzando 71,37 dólares por barril, apenas Irán reiteró que respondería cualquier ataque por parte de Estados Unidos.

El canciller iraní Manucher Mottaki dijo en Bagdad que en caso de que Washington lanzara un ataque contra su país «recibirán un golpe por parte de Irán», aunque trató de calmar a los vecinos del Golfo, la región que produce más crudo en el mundo, al agregar que la réplica iraní «no será contra oleoductos ni transportes de energía».

En Londres, las declaraciones de Mottaki agregaron 30 centavos al precio del crudo Brent, referencia europea, que se transó a 71,01 dólares por barril en algunos contratos, aunque luego mermó hasta 70,59 dólares, 12 centavos bajo los valores del jueves.

Los promedios semanales fueron de 70,29 dólares para el barril de WTI, 69,79 para el Brent y 63,77 dólares para la cesta de 11 crudos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), informó el Ministerio de Energía en Venezuela.

El experto venezolano Mazhar al-Shereidah recordó a IPS su tesis de que, en la estructura actual de precios, unos 50 dólares por barril corresponden a las reglas de juego del mercado, en tanto de los otros 20 dólares, unos 16 son «prima de miedo» por los conflictos políticos, sobre todo en Medio Oriente, y el resto es especulación.

La confrontación entre Estados Unidos e Irán por el programa nuclear que desarrolla Teherán, es una fuente constante de especulación en los mercados de energía, porque Irán extrae 3,85 millones de barriles diarios y exporta casi tres millones de unidades.

Irán es el segundo productor de la OPEP, tras Arabia Saudita que extrae 9,4 millones de barriles por día y delante de Venezuela que reivindica una producción de 3,2 millones de unidades.

La OPEP, integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, produce cerca de 30 millones de barriles por día, un 35 por ciento del consumo mundial de 85 millones de unidades.

Con la excepción de Arabia Saudita, que tiene una capacidad de producción cerrada de entre 1,5 y dos millones de barriles diarios, el resto de productores trabaja casi a plena capacidad, lo que vuelve el mercado sensible al retiro, por temporal que sea, de unas decenas o centenares de miles de barriles, máxime de los casi cuatro millones de Irán.

Pero sin llegar a esos escenarios catastrofistas, el mercado sigue las interrupciones de la producción por ejemplo en Nigeria, secuela del conflicto étnico y político en el delta del Níger, o el copamiento del poder local en Basora, el puerto petrolero en el sur de Iraq, por la poderosa milicia chiita Fadhila.

El segmento de especulación en ocasiones atiende la percepción de «picos» en el consumo, como este largo fin de semana en Estados Unidos, por el Memorial Day (día de los caídos) del próximo lunes, y que se considera el inicio de la mayor demanda de gasolina propia del período de vacaciones del verano boreal.

Esa percepción animó el alza, luego que a mediados de semana un informe del Departamento de Energía en Estados Unidos indicó que ese país tiene un stock de gasolina de 208 millones de barriles (suficientes para tres semanas de consumo).

Pero, sobre todo, los inventarios comerciales de crudo en Estados Unidos alcanzaron 343,9 millones de barriles, 11,5 millones por encima de sus niveles del año pasado y muy lejos del umbral estratégico fijado por ese país, de 270 millones de barriles.

Los altos precios, por tanto, «no obedecen a un problema de la producción de petróleo, ni a los volúmenes que están en el mercado. Son las tensiones geopolíticas», dijo el ministro venezolano de Energía, Rafael Ramírez.

De acuerdo con ese grado de abastecimiento «correspondería un recorte en el nivel de producción de crudo de la OPEP», estimó Ramírez, quien será anfitrión la semana próxima de la 141 conferencia extraordinaria de la Organización, destinada a evaluar la coyuntura del mercado y a examinar el papel del grupo en el mediano plazo.

En la OPEP contrastan las posiciones de recortar la producción, defendida por Venezuela, y la de que el mercado permanezca abastecido sin mermas para evitar que precios más altos afecten el crecimiento económico, sostenida por Arabia Saudita.

Casi desapercibida pasó este viernes, entretanto, la duodécima votación favorable de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, por 225 a 201 votos, para autorizar la explotación de petróleo en la Reserva de Vida Salvaje en el Ártico, en el septentrional estado de Alaska, imposibilitada por el veto del ex presidente Bill Clinton (1993-2001) que sólo podría levantarse con la aprobación de 60 de los 100 senadores de ese país.