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A pesar de que el año pasado ganó 1.200 millones de euros (un 60% más que el año anterior) a sus directivos les sigue pareciendo insuficiente

Volkswagen despedirá a 20.000 empleados en tres años para mejorar su rentabilidad

Fuentes: La Vanguardia/Rebelión

El grupo Vokswagen despedirá a 20.000 trabajadores de las fábricas que producen modelos de la propia marca Volkswagen. Seat se quedará fuera del ajuste, porque ya lo aplicó en diciembre, al materializar un recorte de mil trabajadores. La planta navarra de Landaben, con más de 4.200 empleados, podría verse afectada.

Volkswagen no tira. Ganó el año pasado 1.120 millones (un 60% más), pero no parece suficiente, porque el comité de supervisión anunció ayer el despido de 20.000 trabajadores en las plantas que fabrican los modelos de la marca Volkswagen durante los próximos tres años. Por lo tanto, la factoría del grupo en Martorell (Barcelona) queda al margen, ya que sólo produce modelos de Seat, explicó desde Alemania un portavoz del grupo. No así la planta de Landaben (en Navarra), de donde sale el modelo Polo de Volkswagen.

El objetivo del plan de reestructuración es mejorar la baja productividad, especialmente en las plantas de producción de turismos, la reorganización de las fábricas de componentes y el ajuste de los costes laborales. Con estas medidas, el consorcio alemán pretende aumentar el uso de la capacidad productiva de sus plantas, en las que se llevarán a cabo ajustes para lograr este objetivo. Fuentes de UGT manifestaron que una de las medidas que estudia el grupo es la venta de alguna planta de componentes, tal como especula la prensa alemana.

Sea como fuere, los 20.000 despidos significarán recortar en un 5,8% la plantilla del grupo en todo el mundo, que a finales del año pasado estaba situada en casi 345.000 personas. El programa de ajuste se produce justo cuando Seat ha finalizado su propio plan de reestructuración en Martorell, que ha significado el despido de 660 personas y casi 300 bajas voluntarias. De hecho, según fuentes de CC. OO., el ajuste en Seat forma parte del mismo proceso de reestructuración que se ha puesto en marcha en Volkswagen. «En Seat no hay despidos porque ya los ha habido», señalaron fuentes de CC. OO. Además el ajuste se centra en Volkswagen porque en los beneficios del año pasado «la marca Volkswagen se sitúa sólo un poco por encima de la línea del cero», señaló entonces el grupo.

Una de las plantas que podría estar afectada es la de Landaben, donde trabajan unas 4.200 personas. Fuentes del grupo en esta factoría explicaron que la actividad en la planta era normal, aunque recordaron que desde hace 14 meses se está negociando el nuevo convenio colectivo sin demasiado éxito. Desde Alemania, un portavoz del grupo no quiso pronuciarse sobre el futuro de la planta navarra en este momento.

La incertidumbre sobre Landaben se produce a pesar de que hace menos de un mes el ministro de Industria, José Montilla, arrancó del presidente de Volkswagen el compromiso de que las plantas españolas eran una «apuesta firme» del grupo en una visita a la sede central del grupo en Wolfsburg (Alemania).

La multinacional prevé realizar la mayor parte del ajuste a través de medidas no traumáticas como prejubilaciones o recolocaciones en otras áreas de la empresa. Para ello, la compañía aseguró que negociará con los sindicatos, incluido IG Metall. Los despidos se centrarán en el personal que está en las fábricas pero también – dijo un portavoz del grupo- en otras áreas como I+ D o administración. La reestructuración anunciada ayer fue avanzada por la compañía en el mes de septiembre pasado, cuando avisó de la necesidad de realizar ajustes en Alemania para hacer más rentables las plantas, donde trabajan 100.000 personas.

Todo el proceso de ajuste se produce porque la empresa asegura que no es lo suficientemente competitiva y que que se encuentra en desventaja en el ámbito internacional, tanto en lo referente a productos como a procedimientos y procesos. En este sentido, Volkswagen identificó como debilidades las elevadas pérdidas de las plantas tradicionales de Alemania respecto a las nuevas y la escasa rentabilidad de algunas factorías de componentes.

El propio presidente del grupo Volkswagen, Bernd Pischetsrieder, reconoció ayer que la compañía sigue registrando «pérdidas significativas» en las exportaciones de automóviles que realiza desde Alemania hacia Estados Unidos. El presidente también señaló que la compañía consiguió en el 2005 un ahorro de costes de 3.500 millones a través del programa Formotion.