Una fuerte ofensiva diplomática y de presiones hacia América del Sur ha lanzado Estados Unidos en los últimos dos años la cual ha sido encabezada por la jefa del Comando Sur, generala Laura Richardson.
Desde su nombramiento en octubre de 2021 la militar de cuatro estrellas ha comparecido en varias ocasiones ante el Congreso estadounidense, visitado varias naciones latinoamericanas y en todas sus alocuciones ha insistido en acusar a Rusia y China en ser las principales amenazas en la región.
A solo seis meses de su asunción, en abril de 2022, realizó una gira por Chile y Argentina, dos de los tres países (junto a Bolivia) que contienen la mayor cantidad de reservas de litio en el mundo.
Al regreso de la gira expuso ante el Congreso que «la región del Comando Sur es de importancia estratégica para los intereses vitales de Estados Unidos y uno de los objetivos es sincronizar nuestro enfoque de cooperación en materia de seguridad, trabajando en todos los comandos combatientes para reducir las brechas que nuestros competidores están explotando».
Destacó que Latinoamericana es relevante para Washington
Laura Richardson afirmó que la región latinoamericana es “por todos sus ricos recursos y elementos de tierras raras, el 60 % del litio está en el triángulo (Argentina, Bolivia, Chile) que es necesario para la tecnología actual, se encuentran en las zona las reservas más grandes de petróleo, el crudo ligero a lo que se suman los descubiertos recientemente en Guyana; se hallan los recursos de Venezuela, petróleo, oro y cobre; tenemos los pulmones del mundo, el Amazonas; también el 31 % del agua dulce del orbe en esta región. Quiero decir que tenemos mucho que hacer, esta región importa, tiene que ver mucho con nuestra seguridad nacional y tenemos que intensificar nuestro juego”.
Durante una conversación en enero de 2023 con el think tank Atlantic Council, la generala se refirió a Rusia como su «adversario número dos» en la región —detrás de China—, debido a las relaciones del país euroasiático con Cuba, Venezuela y Nicaragua.
El 8 de marzo de 2023, ante la Cámara de Representante, volvió a acusar a China de aprovecharse de los recursos naturales latinoamericanos. “La República Popular China sigue expandiendo su influencia económica, diplomática, tecnológica y militar en América latina y el Caribe y tiene la intención y la capacidad de emitir normas internacionales, promover autoritarismo y amasar poder e influencia a expensas de esas democracias.
“China, dijo, ha ampliado su capacidad para extraer recursos y establecer puertos, a través de prácticas de inversión depredadoras y construir instalaciones espaciales de doble uso”.
Es el lenguaje característico de los halcones estadounidenses que aún tienen en sus mentes la idea de controlar América Latina amparados en la nefasta Doctrina Monroe de 1823, con el propósito de que el naciente imperio no toleraría interferencia o intromisión de las potencias europeas en América y que al paso del tiempo se convirtió en un mecanismo para invadir y controlar a las naciones del hemisferio.
Como se conoce y ha sido denunciado en múltiples ocasiones, la Doctrina Monroe fue la base para decretar “América para los americanos” o mejor dicho, “América para Estados Unidos”.
La Richardson también ha planteado utilizar el poder blando, es decir, penetrar en los países de América Latina mediante la tesis política del palo y la zanahoria como ya lo han hecho en otras ocasiones.
En la teoría kentiana del palo y la zanahoria expuesta por Sherman Kent en su libro “Inteligencia Estratégica para la Política Mundial Norteamericana” de 1949, se señala que “la guerra no siempre es convencional: en efecto, una gran parte de la guerra, de las remotas y las más próximas, ha sido siempre realizada con armas no convencionales: armas políticas y económicas”.
Cierto que en los tiempos actuales, Estados Unidos ha pasado de la anterior táctica utilizada en América Latina cuando impuso dictaduras militares y el Plan Cóndor, a una guerra híbrida en la región pues cuando los pueblos se liberan de gobiernos neoliberales y prooccidentales, les imponen inmediatamente bloqueos económicos, golpes parlamentarios, campañas de desprestigio, encarcelamiento de líderes y golpes de Estado.
El gobierno de Estados Unidos, el Pentágono, y las compañías transnacionales abren sus enormes bocas para tratar de tragarse todas las riquezas existentes en Latinoamérica que van desde el litio, cobre, oro, plata y petróleo hasta los enormes acuíferos y su enorme biodiversidad.
Por tanto no hay más alternativa que los pueblos y gobiernos de la región abran los ojos ante esta fuerte arremetida imperial y tomen medidas que ratifiquen sus soberanías, autodeterminación e independencia.
Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.
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