El pasado 26 de abril la sociedad civil se pronunció frente al escándalo ético de Paúl Wolfowitz en el Banco Mundial cuando gestionó un puesto laboral a su novia, Shaha Ali Riza, con un incremento en su remuneración de casi 50.000 euros al año. El Consejo Ejecutivo del Banco Mundial (BM), integrado por veinticuatro directores […]
El pasado 26 de abril la sociedad civil se pronunció frente al escándalo ético de Paúl Wolfowitz en el Banco Mundial cuando gestionó un puesto laboral a su novia, Shaha Ali Riza, con un incremento en su remuneración de casi 50.000 euros al año. El Consejo Ejecutivo del Banco Mundial (BM), integrado por veinticuatro directores que representan a los 185 países miembros de la entidad, sostiene que las condiciones laborales de Riza no fueron «comentadas, aprobadas o revisadas» ni por el comité de ética ni por el que entonces era su presidente, Ad Melkert. Wolfowitz sufrió otro revés cuando un grupo de 42 ex responsables del Banco Mundial publicó una carta abierta, en el Financial Times, donde le pedían la renuncia. Sin embargo Bush ha declarado que le sigue manteniendo plena confianza.
A la solicitud de renuncia mencionada se le sumaron organizaciones no gubernamentales de varios países del mundo que han elevado una carta a los representantes de los gobiernos miembros del Banco Mundial. Entre las organizaciones firmantes se encuentran seis provenientes de América Latina: CEDHA (Argentina), CEADESC (Boliva), ECOA y INESC (Brasil), ILSA (Colombia) y CLAES (Uruguay). Mas abajo sigue un resumen de dicha carta. La versión completa se encuentra disponible en www.bicusa.org
Las Organizaciones Globales de la Sociedad Civil Demandan la Renuncia de Wolfowitz y una Revisión de Gobernabilidad.
El Banco Mundial es una institución en crisis. Eventos recientes sobresaltan las fallas del liderazgo de Paúl Wolfotwitz y son resultado de una gobernabilidad fundamental y sistemática errada en la institución. La legitimidad y efectividad de un cuerpo público depende de su habilidad de acoger transparencia, responsabilidad y democracia en su propia toma de decisiones. Por esta razón, Paúl Wolfowitz se debe ir. (…)
El presidente de una institución internacional debe ser alguien que pueda inspirar confianza al personal, a los miembros de la sociedad civil y de los gobiernos. Paúl Wolfowitz ha derrochado toda la confianza que puede haber sido investida en él.
La renuncia de Wolfowitz es necesaria pero no suficiente para dirigirse al escándalo presente. Reformas de gobernabilidad con sentido requieren un proceso de selección de un liderazgo transparente y democrático abierto a los individuos de cualquier país. Por tradición hoy, Estados Unidos designa el presidente del Banco Mundial y Europa selecciona el Director Principal del FMI. Esto esta mal.
(…) Países en vías de desarrollo y en transición deben ser dados mayor voz y voto en el Banco Mundial (y en otras instituciones multilaterales similares) en luz de su población y su influencia creciente en el mundo ahora.
Finalmente, el Banco continúa tomando decisiones a puertas cerradas. Este secretismo, entre otras razones, perpetúa su imagen como un poder tecnocrático lejos de una realidad palpable y lejos del alcance de ciudadanos ordinarios. Transparencia en las deliberaciones de la Junta y una más amplia participación de los socios en las tomas de decisiones, en todos los niveles, son esenciales.
El Comunicado del Comité de Desarrollo del domingo 16 de abril dijo: «La situación actual es de gran preocupación para todos nosotros. Esperamos que el Banco se adhiera a un estándar de gobernabilidad interna más alta». Nosotros estamos de acuerdo con que: el Banco necesita practicar lo que predica y hay una sola manera para que esto sea logrado. La decisión esta en sus manos.