1. Que el imperialismo norteamericano es el principal enemigo del pueblo ecuatoriano ya que es él, el que realmente sostiene a su títere servil, el coronel Lucio Gutiérrez, con el objetivo de que el Ecuador ingrese al TLC y continúe su participación en la agresión al pueblo colombiano a través del Plan Colombia.2. Que la […]
1. Que el imperialismo norteamericano es el principal enemigo del pueblo ecuatoriano ya que es él, el que realmente sostiene a su títere servil, el coronel Lucio Gutiérrez, con el objetivo de que el Ecuador ingrese al TLC y continúe su participación en la agresión al pueblo colombiano a través del Plan Colombia.
2. Que la oligarquía ecuatoriana no representa los intereses de las mayorías de desposeídos, ya que solo está preocupada de las ganancias que obtiene producto de la explotación a la clase trabajadora. ¿Por qué los sectores industriales, los empresarios no se sumaron a la paralización? El empresario guayaquileño, pronorteamericano, Eduardo Maruri hacia un llamado público a que la gente se dedique a «trabajar y producir».
3. Que los partidos de la derecha y los populistas (Partido Socialcristiano, PRIAN, PRE) representan los intereses de la oligarquía y que las pugnas existentes en el escenario político ecuatoriano, no son otra cosa que la lucha entre los representantes de los sectores de poder económico para ver quien establece su dominio sobre los otros grupos y, como es obvio, sobre el pueblo pobre. Estos sectores tienen como objetivo, además, que el movimiento popular se divida, se fragmente. ¿Por qué el Alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, que aparece como opositor al régimen de Lucio Gutiérrez, no plegó a las movilizaciones?
4. Que el Estado de Derecho burgués, es decir el Estado de Derecha, no ha dejado de estar vigente, sino que hoy se halla al servicio de otros sectores de la oligarquía, representada este momento por el «dictócrata» Lucio Gutiérrez que, al igual que lo hicieron los otros gobernantes (Oswaldo Hurtado, León Febres Cordero, Rodrigo Borja, Sixto Durán Ballén, Abdalá Bucaram, Fabián Alarcón, Jamil Mahuad, Gustavo Noboa) durante sus mandatos, está ejerciendo una represión brutal contra el pueblo que exige mejores condiciones de vida. Gutiérrez inclusive ha formado aparatos de choque como el movimiento Cero Corrupción liderado por un mafioso, traficante de tierras. Es preciso preguntar asimismo ¿por qué algunos grupos que aparecen como contestatarios al régimen imperante (Participación Ciudadana, organización financiada por la USAID; Ruptura de los 25, grupo auspiciado por la Fundación Esquel) hablan en defensa del Estado de Derecho que reprime al pueblo con gases lacrimógenos, cárc el y censura mediática? ¿No es acaso este Estado de Derecho el que garantiza la propiedad privada, las privatizaciones y la explotación de los trabajadores?
5. Que los medios de «comunicación», principalmente la televisión, y sus periodistas «estrellas» mantienen una posición ambigua respecto a los problemas que aquejan a nuestro país. En unos momentos vociferan contra las acciones dictatoriales del gobierno de Gutiérrez, pero cuando el pueblo se levanta para luchar y exigir un cambio radical, silencian la protesta, la satanizan o son pesimistas y agoreros de la derrota. «Parcialmente se realizaron las movilizaciones», señalan; «las cosas estuvieron en relativa calma», expresan. Las acciones de protesta para estos «expertos» comunicadores se reduce al juego de tirar piedras por parte de la gente que salió a protestar y el disparo de bombas lacrimógenas por parte de los policías que son el instrumento de represión del Estado de Derecho burgués. El éxito de las movilizaciones para los «medios del engaño», se lo mide por la cantidad de gente que estuvo o no en las movilizaciones. Si bien es cierto que este es un parámetro, no es el único; además sería bueno que estos «doctos» analistas investiguen que sucede con un obrero o un burócrata que no asiste a su trabajo por ir a la movilización. Los noticieros de televisión buscan lo espectacular. Al pueblo lo hacen ver como ignorante, pero nada dicen de la espontaneidad creativa de la gente (cacerolazos, reventones, etc.) y de su cada vez más profunda indignación contra quienes son sus explotadores.
6. Que la lucha no debe dirigirse solamente contra la persona de Lucio Gutiérrez o Abdalá Bucaram, ni por el cambio de la corte. La protesta, que debe continuar, debe enfocarse a la transformación misma de este sistema capitalista oprobioso. Se debe luchar por un cambio cualitativo, esencial, no solo de forma. O revolución socialista, o caricatura de revolución decía el CHE.
7. Que quienes aparecen como líderes de la oposición a Gutiérrez: Paco Moncayo, Ramiro González, Jaime Nebot, Febres Cordero, César Montúfar, Blasco Peñaherrera no desean la transformación profunda de la sociedad, sino el retorno a un estado de «paz» que supuestamente reinaba en el país antes del cambio de la corte y de las decisiones tomadas por el Presidente del Poder Judicial, el «Pichi» Castro a favor de los corruptos ex-mandatarios Abdalá Bucaram, Alberto Dahik y Gustavo Noboa.
8. Que la socialdemocracia, representada por la Izquierda Democrática, tiene temor a los procesos revolucionarios. Cuando el pueblo exige llevar la lucha hacia delante, radicalizarla, ellos hacen llamados a la calma. Su posición reformista es evidente. «Si cambia la corte, no hay necesidad del paro» dijo el Alcalde capitalino, lo que ha sido rechazado por el pueblo.
9. Que los partidos que dicen ser de «izquierda» (PCMLE-MPD, Socialistas, Pachakutik) no han estado a la altura de los acontecimientos y más bien han claudicado ante los intereses de los grupos de la derecha política. El PCMLE-MPD, un partido stalinista, ha traicionado permanentemente a los sectores populares, aliándose en el Congreso con quienes dicen son sus «enemigos» con el propósito exclusivo de obtener privilegios y canonjías políticas. Ahí están estas «fuerzas revolucionarias» que han destruido a la Universidad Central, que han detenido y han obstaculizado la lucha obrera, que han mantenido un silencio cómplice frente a los sucesos que se están dando en el país solo para que los Villacís, Rosero, Atariguana, Cadena continúen felices en sus cargos de burócratas en el Parlamento, el Tribunal Supremo Electoral y el Tribunal Constitucional. Deslindados de la lucha de los trabajadores, cínicamente hoy quieren aparecer como su vanguardia.
10. Que es necesario pasar de la protesta espontánea, a la lucha organizada con la construcción de una corriente revolucionaria que recoja lo mejor de las tradiciones de rebeldía de nuestros pueblos, así como lo mejor del pensamiento político de los revolucionarios del mundo entero. Es importante que estudiemos la obra de Marx, Engels, Lenin, Trostky, José Peralta, Aníbal Ponce, Ernesto Che Guevara, Agustín Cueva. Hay que pasar del sentido común al buen sentido, de la conciencia ordinaria a la conciencia filosófica y política para poder lograr la transformación del sistema capitalista mediante la praxis revolucionaria.