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2010

Fuentes: Rebelión

¡Abran los ojos!  Cosa rara, muy rara, un tribunal español de Justicia condena a la Guardia Civil por torturas graves a los lesakarras Igor Portu y Mattin Sarasola en enero de 2008 tras su arresto en Arrasate. A 4 de ellos: al sargento Juan Jesús Casas García, como autor de un delito de torturas graves […]

¡Abran los ojos! 

Cosa rara, muy rara, un tribunal español de Justicia condena a la Guardia Civil por torturas graves a los lesakarras Igor Portu y Mattin Sarasola en enero de 2008 tras su arresto en Arrasate. A 4 de ellos: al sargento Juan Jesús Casas García, como autor de un delito de torturas graves y de lesiones, se le impone cuatro años y medio de prisión; al guardia civil José Manuel Escamilla dos años y medio de prisión por torturas graves y lesiones; a los agentes Sergio García y Sergio Martínez dos años de prisión y ocho días de localización permanente. A los cuatro se les impone, además, la inhabilitación absoluta por ocho años, y a la Guardia Civil y la Policía española, por responsabilidad civil subsidiaria, al pago de 18.000 euros a Igor Portu y 6.000 euros a Mattin Sarasola «por el daño físico y psíquico causado» a ambos.

El juez de la Audiencia nacional, Grande-Marlaska y otros jueces, deben saber una vez más, y son muchas, que imponen condenas tras pruebas arrancadas con tortura. A eso se llama colaborar con la tortura. Que en el Estado español un juez colabore con la tortura quizá no es del todo normal pero no resulta extraño. Tampoco que la guardiacivil mienta en sus informes o que el ministro de Interior de turno jalee a los torturados, más si se llama Rubalcaba. No sería raro que, como otras veces, estos torturadores fueran indultados. España es un país de tortura vieja.

Estos mismos tribunales al abertzale, que en Euskal Herria quema un contenedor, le castigan con 8 años de cárcel. La justicia a la española es una injusticia.

A la deriva

Al finalizar el año quisiera agradecer en el profesor Vicenç Navarro las reflexiones sabias, que un puñado largo de personas del mundo nos ofrecen a diario desde ángulos diversos. Son el contrapunto a la sumisión, a las rodillas anchas, al espinazo curvo, al altavoz del poderoso hecho televisión, radio, periódico, revista, imagen, lección universitaria…

Estos hombres y mujeres son eco de aquel grito del filósofo Immanuel Kant: Sapere aude! ¡Atrévete a pensar! Vicenç Navarro y otros nos ofrecen análisis y argumento frente a la doma general:

.- «hay que reducir nuestros gastos, tanto públicos como privados, porque durante todos estos años hemos estado gastando más de lo que debiéramos por el nivel de riqueza que tenemos».

El PIB español es relativamente alto. Hay riqueza pero mal repartida, en pocas manos privadas y mal

fiscalizada. Pagan pocos impuestos y hay mucho fraude fiscal consentido.

.- «hay que retrasar obligatoriamente la edad de jubilación de lo contrario el sistema de pensiones públicas españolas es inviable»

Hay muchas voces críticas con la supuesta inviabilidad de la Seguridad Social. Autores como Dean Baker, co-director del Center for Economic and Policy Research de Washington, y el Premio Nóbel de Economía Joseph Stiglitz, en EEUU, y el Catedrático de Economía Juan Torres y Vicenç (entre otros) en España critican sus argumentos, documentando el error de los supuestos que cuestionan la insolvencia de la Seguridad Social. En el caso español Vicenç y otros han mostrado cómo las pensiones pueden representar un 15% del PIB en 2060 y no ser ningún problema. Nos han explicado por qué esto no es un problema.

Libertad de expresión

En general los periodistas se reivindican como los abanderados de la libertad de prensa. Y es erróneo. Hay periodistas, muchos, postrados y sumisos. Portavoces refinados del poder y mando, que amilbaran la guerra hablando de paz, que loan y ponen laurel en cabezas asesinas, voz y pluma de militares y dictadores a los que visten con colores de democracia, manos de fondos monetarios internaciones que con ínfulas y soflamas de derechos humanos asesinan a diario a niños de hambre y que informan de las guerras, que llaman de liberación, empotrados en carros de combate. La libertad es patrimonio de las personas libres, no importa la profesión ni el oficio que ejerzan. Carlos Martínez, con su trabajo atento y fino olfato, nos va poniendo en sus libros y artículos ejemplos y modos de nítida manipulación.

Al finalizar el año cabe destacar ejemplos de uno y otro lado, de dignidad humana y de venta al por mayor, de acicate y loa y, también, de sonrojo humano. También aquí cabe el a plazos en una misma vida, quien una vez fue y ya no es y quien hoy es pero ayer no; y el que siempre fue así y el que nunca fue nada.

Alfonso Sastre es un buen ejemplo.

Urte berri on!

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.