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29 de mayo, memorias del Pueblo: El Cordobazo

Fuentes: Adital

29 de mayo de 1969. Córdoba. 11 de la mañana. Comenzó el paro general. Los trabajadores abandonaron sus lugares de tarea y se sumaron al torrente de Pueblo que marchaba al centro de la ciudad, en dos grandes columnas: una de la fábrica de automóviles Ika, y otra del gremio de Luz y Fuerza, encabezada, […]

29 de mayo de 1969. Córdoba. 11 de la mañana. Comenzó el paro general. Los trabajadores abandonaron sus lugares de tarea y se sumaron al torrente de Pueblo que marchaba al centro de la ciudad, en dos grandes columnas: una de la fábrica de automóviles Ika, y otra del gremio de Luz y Fuerza, encabezada, entre otros, por el Gringo Tosco. Eran Más de 40.000 personas: obreros, empleados, amas de casa y estudiantes. La represión no tarda en llegar. Más de 150 manzanas se convierten en el escenario del combate. El gobierno manda al III Cuerpo del Ejército para volver a recuperar la ciudad.

Año 1966

29 de junio: el general Juan Carlos Onganía asumió como presidente de facto con un golpe de Estado que derrocó al radical Arturo IIlia.

La dictadura intentaba imponer su política a favor de los grandes monopolios, a sangre y fuego: devaluación, reestructuración del Estado, despidos, suspensión de las negociaciones colectivas, congelamiento salarial y la falta de libertades.

Los trabajadores y estudiantes dieron su respuesta. Salieron a la calle desafiando la represión.

Marzo: nace la CGT de los Argentinos, liderada por Raimundo Ongaro.

Esta Central, que tenía como director de su semanario a Rodolfo Walsh, jugaría un activo papel en oposición a la CGT oficialista, domesticada, burócrata, dirigida por Vandor.

Con un claro objetivo político, de enfrentamiento a la dictadura y por la Liberación Nacional, la CGT de los Argentinos llama a los trabajadores, al pueblo en general y, a los intelectuales en particular, a sumarse al combate.

Año 1969

Durante los primeros meses se producen diferentes luchas del movimiento obrero, como la de los mecánicos, metalúrgicos, ferroviarios, cañeros tucumanos, petroleros y gráficos.

Este es el preludio de la rebelión que se va a desarrollar en la segunda quincena de mayo de ese año.

29 de mayo:

«Y ese mismo 29 de mayo confluyeron al centro de la ciudad todas las fábricas, todos los estudiantes para organizar una multitudinaria concentración de protesta.

Pero la represión, que se había ensañado con toda esta serie de mártires, volvió a actuar y un compañero obrero nuestro, sin haber llegado al centro, el caso del compañero Máximo Mena de mecánicos, cayó con un balazo en el corazón frente a la terminal de ómnibus.

Y allí evidentemente, el pueblo no pudo contener su indignación y su espíritu de lucha. Y así con sus manos, con su cuerpo, pero con su dignidad, con su valentía, con su protesta, con su repudio a todo, reventando esa compresión de tres años que nos impedía hacer actos, que nos impedía manifestarnos, superó las fuerzas de la represión y tomó la ciudad de Córdoba en lo que nosotros consideramos el glorioso CORDOBAZO del 29 de mayo», recordaba en años posteriores Agustín Tosco.

Esta lucha encarnizada, que mantuvo sus focos hasta el día 30, hace renunciar a gobernador Carlos Caballero y se convierte en el principio del fin de la dictadura de Onganía.

El Cordobazo no fue un hecho aislado, ni un movimiento espontáneo. Fue consecuencia de un proceso previo y punto de partida de otras rebeliones posteriores como el Viborazo y el Choconazo.

Juan Carlos Sorbellini (1), quien compartiera con Agustín Tosco espacios de militancia sindical, recuerda en la siguiente entrevista con Leandro Pozzi de Red Eco, al Gringo Tosco y a aquellas jornadas que, tal como lo expresó Tosco, «fueron la expresión del más alto nivel cuantitativo y cualitativo de la toma de conciencia del pueblo».

-Leandro Pozzi : ¿En qué circunstancias conoció a Tosco?

-J. C. Storbellini: Nuestro primer encuentro formal con Tosco ocurrió en la casa que Raymundo Ongaro habitara en Los Polvorines, Pcia de Buenos Aires, representando al Secretariado de la C.G.T. de los Argentinos de Santa Fe y Córdoba respectivamente. Finalizada esta reunión se ofreció a llevarnos a Capital Federal, iniciando así una amistad militante que se prolongó en la conformación del Movimiento Nacional Intersindical que compartimos hasta su deceso.

-L.P: ¿Qué espacios de la actividad sindical compartió con Tosco?

-J.C.S: El de la C.G.T. de los Argentinos y el Movimiento Nacional Intersindical, numerosos actos en la provincia de Santa Fe y en el país. Y gestas como las de Villa Constitución entre otras. Previamente, fuimos parte del E.N.A. (Encuentro Nacional de los Argentinos)

-L.P: ¿Qué aspectos recuerda de su personalidad y de sus cualidades como dirigente y militante?

-J.C.S: El profundo respeto a los trabajadores cualquiera fuese su origen, ideología o capacidad intelectual. Unido a su fidelidad a los intereses de la clase y a sostener con su accionar lo que manifestaba o decía.

-L.P: ¿En qué valores de la militancia de entonces se plasmaban aquel sindicalismo de liberación que propuso Tosco?

-J.C.S: Lo manifestaba el propio Tosco, «es el que ha comprendido que debe ser un factor en la lucha por la liberación nacional. Es el que atiende tanto la defensa de los derechos y reivindicaciones de carácter inmediato de los compañeros, como el que plantea la transformación revolucionaria de las estructuras y que reclama en lo inmediato que los grandes medios de producción y las palancas fundamentales de la economía sean de propiedad estatal y no-privada.

-L.P: ¿Puede decirse que fue Tosco la más acabada expresión de su generación?

-J.C.S Podríamos afirmar que Tosco es uno de los dirigentes más importante y representativos que la clase obrera produjo en toda su historia.

-L.P: Partiendo de la conmemoración del Cordobazo, ¿qué lectura hace de la clase trabajadora hoy en día y de su organización como clase?

-J.C.S: Siguen pendientes los grandes objetivos de liberación nacional y de justicia social que planteaban Tosco, los generadores del Cordobazo y la clase obrera en los años’70. Venimos saliendo de un largo período de defensiva, donde el valor más alto fue la defensa de la fuente de trabajo, la rebaja del salario y el pago de sueldo en cuotas a la que nos llevó la década menemista con la complicidad de una cúpula sindical degradad y corrupta.

Los trabajadores ocupados rompen el chaleco que el gobierno y las cúpulas sindicales le ponen al salario. Hoy están los trabajadores de subterráneos desconociendo los acuerdos cupulares y luchando por sus derechos, los maestros, municipales y estatales en el sur. Los de empresas recuperadas, mostrando la capacidad de gestión de la clase.

Sigue siendo objetivo prioritario una central alternativa de los trabajadores que esté a la cabeza de las luchas populares y la resistencia. Una central que tenga proyecto y que incluya la construcción de alternativa política en la Argentina.

El pluralismo expropiado en la CTA es un camino a transitar en la dirección apuntada. De todos nosotros dependerá el éxito o el fracaso de los objetivos planteados.

Nota:

(1) Juan Carlos Sorbellini: A los 22 años (1957) es elegido por Asamblea como delegado al Plenario de Sindicatos de Santa Fe, quienes participaban de un plan de lucha contra la dictadura militar. En ese mismo año, es electo Secretario Gremial de A.T.S.A. (Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina). Desde 1962 hasta 1976 fue Secretario General de A.T.S.A. En ese año el Sindicato fue intervenido por el Gobierno militar (único en Santa Fe). Fue Secretario Adjunto de la C.G.T. de los Argentinos. Integrante del Comité Central Confederal de dicha Central Integrante del Movimiento de Unidad y Coordinación Sindical (M.U.C.S.) en los años ’60 Integrante de la Dirección del Movimiento Nacional Intersindical junto a Tosco en los años ’70 Co-Fundador de la C.T.A. Santafesina y Congresal nacional de misma.

Audio: Memorias del pueblo – Cordobazo

* RED ECO ALTERNATIVO-de la Cooperativa de Trabajo RED ECO Ltda