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5 de mayo, día del marxismo

Fuentes: Rebelión

Las palabras socialismo y comunismo eran sinónimos hasta que Lenin les da la actual definición: “El socialismo es la fase de transición entre el capitalismo y el comunismo”.

El comunismo surge durante el Directorio de Francia, cuando Babeuf dirige la “Conspiración de los iguales”; su propósito, eliminar la propiedad privada e instaurar la propiedad comunitaria para alcanzar la igualdad económica de la sociedad. El movimiento de Babeuf es salvajemente reprimido pero sus ideas resisten y engendran todos los movimientos comunistas.

Robert Owen considera que el valor del producto se debe calcular sobre la base del trabajo incorporado en él; el conde Saint Simon sostiene que la sociedad debe ser planificada para satisfacer las necesidades de los pobres y Charles Fourier propone crear una sociedad comunista luego de abolir el capitalismo. Los tres son los principales ideólogos del socialismo utópico, a partir del cual se desarrolla el ideal comunista.

El socialismo científico es formulado por Karl Marx, filósofo y pensador alemán nacido en Tréveris el 5 de mayo de 1818. Marx se doctora en 1841 con la tesis “Diferencia entre la filosofía de la naturaleza de Demócrito y la de Epicuro”. Luego se dedica a la elaboración de trabajos sobre la realidad social y colabora en la edición de la “Gaceta renana”, de la que es jefe de redacción; Marx se exilia luego de que esta publicación es intervenida por la censura. Se dedica entonces al estudio de diversas áreas del pensamiento, especialmente de la filosofía y la historia. Es influenciado por Hegel, el filósofo más importante de su época, al que modifica el método dialéctico de razonar, que, según sus palabras, pone de pie. Luego utiliza la dialéctica para analizar las contradicciones en la historia de la humanidad, en particular, las que existen entre el capital y el trabajo. Crea así “la dialéctica del devenir constante”, en la que se da la tesis y la antítesis, pero no se realiza la síntesis.

Marx se casa con Jenny von Westphalen, hermana del ministro de Interior de Prusia, con la que está comprometido desde joven. Viven con fuertes penurias económicas, pues la irregularidad de sus ingresos, la persecución política, la censura y la clausura de las revistas publicadas por él, los obliga a mudarse constantemente de país.

En París funda y dirige la revista “Anales franco-alemanes”, que el gobierno francés cierra por presión de Prusia. En 1844 se conoce y traba amistad con Friedrich Engels, quien, además de ofrecerle su incondicional apoyo económico, es en adelante su más importante colaborador; también conoce a Proudhon, Blanc, Bakunin y Heine, importantes pensadores socialistas de su época. Pero la buena acogida de sus artículos políticos y su fama de revolucionario provocan que sea expulsado de Francia. Se establece en Bruselas, donde funda la “Liga de los Comunistas”, luego de lo cual declara no tener patria, ser ateo y revolucionario. En 1848 publica junto con Engels el “Manifiesto del Partido Comunista”, después se traslada a Colonia donde organiza el diario “Nueva Gaceta Renana”. Esta novel publicación, de fuerte compromiso social, alcanza tal éxito que es prohibida de inmediato por el gobierno renano.

En 1848 es testigo de la primera gran crisis del capitalismo, que causa movimientos revolucionarios en toda Europa, en los que Marx participa. Esto le permiten deducir una teoría económica capaz no sólo de explicar la crisis sino también de estimular al proletariado a que intervenga políticamente con el fin de provocar el cambio social revolucionario. Marx es miembro fundador de la Primera Internacional, la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT). En 1872, durante el Congreso de la AIT en La Haya, se dan fuertes debates entre Marx y Bakunin, que terminan con la expulsión de este último.

La Comuna de París, de 1871, es la primera experiencia de poder proletario y deja de legado valioso su misma existencia, la enseñanza que aporta, su principios rebeldes y heroicos, su democracia participativa y la Internacional, un himno revolucionario que se propaga por un mundo deseoso de justicia social. La derrota de la Comuna de París es un duro golpe para la AIT; a partir de entonces, Marx abandona la lucha política y se dedica a redactar y publicar sus pensamientos. Su doctrina política explica la realidad social e histórica en términos puramente económicos.

Marx fallece en Londres el 14 de marzo de 1883. En su obra, escrita en colaboración de Engels, se crítica la política, la economía política y la filosofía. Su aporte principal es “El capital”, cuyo primer volumen aparece en 1867, luego de dieciocho años de trabajo. Este estudio es pionero en la comprensión del mecanismo fundamental que rige el funcionamiento de toda sociedad moderna, especialmente en lo que respecta a la teoría del valor y la plusvalía; sobre todo, explica la acumulación del capital por parte de las clases dominantes.

Marx utiliza el método dialéctico como instrumento para realizar el análisis de la realidad social y política. Pese a no descubrir la lucha de clases, motor de la historia, Marx define el desarrollo de la humanidad como la historia de la lucha de clases, qué la origina y cómo finaliza la misma. Según su pensamiento, las clases dominadas son las que determinan el fin de las sociedades establecidas y dan lugar a las que surgen sobre sus cenizas. Basa sus conclusiones en la contradicción permanente entre el trabajo y el capital, es decir, entre la clase trabajadora y la burguesía. Con base en la dialéctica de Hegel, Marx concibe esta lucha como una síntesis constante de los contrarios, cuando surge la contradicción entre la acumulación de la riqueza en pocas manos y la imposibilidad de que la gran mayoría de la sociedad disfrute de ella. Según él, esta situación se vuelve insostenible y da lugar a un sistema en el que desaparece la explotación del trabajo por el capital, cuando nace el comunismo, una nueva sociedad sin clases antagónicas. Marx considera que sólo en una sociedad con características de ese tipo deja de existir la explotación del hombre por el hombre.

Sostiene además que sólo la clase trabajadora, principalmente la del sector industrial, es la productora de la plusvalía y que solamente mediante la lucha política de sus sectores más conscientes se puede eliminar el capitalismo. Según Marx, la clase obrera, o sea la clase dominada, es la encargada de enterrar al capitalismo mediante la toma del poder luego de la revolución proletaria. El objetivo de la revolución es acabar con el Estado, instrumento político para la opresión de las clases sociales productivas. La toma del poder por el proletariado y su gobierno, la “dictadura del proletariado”, aunque se debe aclarar que el término “dictadura” en alemán significa “hegemonía”, no garantiza la distribución equitativa de las riquezas de la sociedad sino que la burguesía derrocada no regrese nuevamente al poder del Estado.

Para llegar al comunismo, Marx propone una etapa de transición, que, a nuestro entender, es el socialismo, en la cual el proletariado suprime la propiedad privada de los medios de producción y planifica centralmente la economía, de manera que se provean todas las necesidades de la población. Marx entiende que con la realización de este objetivo cesan las causas para la existencia de clases antagónicas y, por ende, la necesidad del Estado. Si se socializan los medios de producción y se entrega su administración al Estado Obrero, con el tiempo disminuyen el tamaño y la influencia política del mismo. El comunismo es una etapa posterior del socialismo y se establece cuando la sociedad puede multiplicar tan abundantemente los medios de producción que la riqueza alcanza para todos, lo que hace superflua la existencia del Estado, que así se extingue. Marx define la violencia como la partera de la historia, es decir, como la fuerza necesaria para que los acontecimientos históricos se den, y considera deseable que la transición del capitalismo al socialismo se dé con la mínima violencia. También piensa que una vez que estalle la revolución en un país, la misma debe extenderse a los demás, lo que llama la revolución mundial.

¿Cómo no admirar a Marx, ser ejemplar que lucha toda su vida por liberar a la humanidad de la explotación del hombre por el hombre? Junto con Engels crean una teoría que explica las características intrínsecas del capitalismo, que por mucho que evolucione en esencia es lo mismo. Sus propuestas: la abolición de la propiedad privada de los medios de producción y la extinción del Estado, al desaparecer las clases sociales antagónicas, son tan actuales hoy como entonces. Gloria eterna a este pensador que nació hace doscientos cuatro años.

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