Daniel Noboa, oligarca bananero y presidente del Ecuador, pasó casi 10 meses en campaña y ahora ocupa dos cargos simultáneos: es candidato a la vez que presidente. Ahora se cumplen 10 meses de una profundización abismal de las lógicas del narcoestado, mientras la violencia explosiva que impera se maquilla con TikToks.
El Gobierno de Noboa se ha caracterizado por la sociedad del espectáculo, el Estado policial, la militarización del territorio, y la crisis humanitaria en las cárceles con una frontal deshumanización de la población carcelaria.
Ecuador es el país más violento de toda América Latina: los asesinatos aumentaron en un 600% desde 2019. La institucionalización del narcoestado, como una profudización de las lógicas del libre mercado, es la responsable principal de la precarización material y simbólica de la mayoría de la población, y de la inseguridad y estado de violencia.
No hay que olvidar que EEUU sostiene intereses en recursos estratégicos en Ecuador, que incluyen la protección de sus rutas de abastecimiento de cocaína -siendo el país que más consume a nivel mundial-, a la par de tratar de aferrarse a su “patio trasero” en su inminente colapso como poder hegemónico global.
La declaración del Conflicto Armado Interno (CAI) el pasado 9 de enero, le dio al Gobierno de Noboa un paraguas institucional, tanto como respaldo de la opinión pública para ejecutar tres acciones fundamentales para la transformación de las funciones de los aparatos represivos del Estado.
Primero se logró justificar una militarización del espacio público a nivel nacional, con especial énfasis en sectores periurbanos pauperizados y zonas rurales. En segundo lugar, la estrategia de vigilancia y control de la Policía Nacional ha mutado de la relativa pasividad a la agresión directa como mecanismo de coerción, ejemplo de esto son las cuadrillas que rodean a “sospechosos” en los espacios públicos de las urbes, quienes neutralizan y hostigan a la gente con mayor agresividad, organización e impunidad.
Y en tercer lugar, la militarización de las cárceles y centros de privación de libertad del país, con carta blanca para cualquier tipo de abuso.
Bases mlitares de EEUU
En plena campaña electoral para su reelección, el presidente ecuatoriano Daniel Noboa pidió a la Asamblea Nacional que realice una reforma parcial a la Constitución para modificar el artículo 5 que, desde 2008, impide la instalación de bases militares extranjeras, como la que ocupó Estados Unidos en Manta, Manabí, por una década.
En 2008, con la llegada al poder de Rafael Correa, el país decidió en referendo no renovar el acuerdo con Estados Unidos, basándose en la política de no permitir bases extranjeras en el territorio ecuatoriano, lo que quedó plasmado en la Constitución de 2008. La base fue devuelta al control total de Ecuador en 2009. Dieciséis años después, el derechista Daniel Noboa propuso levantar esta restricción con la excusa de una escalada del narcotráfico y el crimen transnacional.
El artículo 5 de la Constitución ecuatoriana establece: “Ecuador es un territorio de paz. No se permitirá el establecimiento de bases militares extranjeras ni de instalaciones extranjeras con propósitos militares. Se prohíbe ceder bases militares nacionales a fuerzas armadas o de seguridad extranjeras”.
Una reforma parcial, según la misma Constitución se debe hacer vía referéndum. Sólo las enmiendas constitucionales se hacen vía Asamblea Nacional.El proyecto de Noboa debe todavía recorrer un largo camino. La Corte Constitucional tiene que valorar la propuesta y, de considerarla apta, pasará a la Asamblea, que decidirá si se aprueba o no. De darle luz verde, la reforma se presentará en referendo.
Andrés Aráuz, excandidato presidencial del progresismo, afirmó que la base que quiere EEUU no es en Manta, es en San Cristóbal, Galápagos. Ahora necesitan desplegar todo tipo de armas de guerra: aviones, buques y submarinos nucleares. (…). Necesitan esa base para la Tercera Guerra Mundial contra China, como parte de su estrategia del control del Pacífico. EEUU ya tuvo su base militar en Baltra, Galápagos durante la Segunda Guerra Mundial, precisamente por las mismas razones”.
Añadió que no se trata de combatir el narcotráfico ni para a luchar contra el crimen organizado. “Todos sabemos que si EEUU quisiera combatir al narco lo hiciera por el lado de la reducción del consumo, resolviendo la complicidad interna con los narcobanqueros, regulando a los fabricantes de armas y enfrentando la corrupción de los puertos y aduanas estadounidenses (¿o por dónde creen que entra la droga”, aseveró.
Energía
Asimismo, la crisis autoinducida en el sector energético se gestiona, no con inversión y mantenimiento, sino con el alquiler de una barcaza inoperante que costará 114 millones por 18 meses, y con apagones intencionales para justificar la privatización.
Una y otra vez Noboa repite, «Tenía que ordenar la casa antes de poderles dar beneficios a ustedes, los jóvenes. Ya salvamos a un país de una quiebra, con un conflicto armado interno». Por su parte el ministro de Finanzas dice que ¨estamos en franca recuperación¨.
¿Qué significa eso de ordenar la casa?. En su diccionario, para ello solo hay que acudir a la receta del Fondo Monetario Internacional y leer lo que dice debe hacer el Gobierno y luego ver lo que ha hecho Noboa: incrementar el IVA al 15%, subir el precio de las gasolinas extra y Ecopaís, invertir lo mínimo en el Plan Anual de Inversiones, promover las alianzas público-privadas para la concesión (privatización) de las empresas del Estado, profundizar el extractivismo, favorecer a la empresa privada.
Noboa inició su gestión con una Población Económicamente Activa de 8.613.358 personas, el 35,9% de empleo adecuado, 21,2% de subempleo y 3,4% de desempleo. para el mes de julio la PEA es de 8.423.105 personas, lo que significa una disminución de 190.253 personas. ¿Tuvieron que migrar a otros países?
El empleo adecuado en diciembre fue el 35,9% y ahora en julio es el 34,9%, es decir se pierden los empleos adecuados. En el caso del desempleo crece del 3,4% al 3,7%. Noboa insiste en que se ha creado empleo, pero el Instututo Nacional de Estadísticas y Censos y la realidad dicen que eso no es verdad.
De enero a mayo de 2024, el Ministerio de Trabajo registra, en su portal informativo, 392. 945 actas de finiquito, de las cuales 17. 922 corresponden a despidos intempestivos. Es un promedio de 117 personas con despido intempestivos diariamente, es decir, sin una razón que justifique su separación de las empresas o instituciones.
Nefasto
Noboa demuestra una capacidad nefasta e intencional de gobernar en lo social y estratégico, mientras impone una franca lógica de privatización de lo público por medio de la desfinanciación crónica. Su “república bananera” nació como proyecto de sumisión y emprendimiento privado de la familia más rica del país, a costa del bienestar y la vida de la clase trabajadora. Hoy en Ecuador, el Estado funciona como una junta de asuntos y negocios internos de la burguesía.
Pero Noboa y su equipo activaron su maquinaría propagandística con las corporaciones de comunicación hegemónica para implantar la lógica neoliberal del endiosamiento al empresariado, a costa de la imposición de una progresiva flexibilización laboral, con respecto a salarios, jornadas y beneficios de ley.
Para destacar: la empresa privada no ha generado empleo desde la asunción de Noboa, a agravando la crisis migratoria relacionada a la precarización absoluta que atraviesa el país. En lo que va del año, el Gobierno ha provocado la migración forzada de más de 200.000 personas, la migratoria más masiva en seis años.
La cárceles
Otro elemento destacado de estos diez meses de gestión, son las cárceles, situación que se ha precipitado hacia un abismo de infinitas infamias y violaciones francas de derechos humanos, de la que son corresponsables el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), las Fuerzas Armadas y Policía Nacional.
El hacendado Noboa tiene miles de capataces a sueldo, para ejercer violencia extrema en contra de las personas privadas de su libertad, quienes por su parte enfrentan una deshumanización absoluta sustentada desde el mismo Gobierno central, pero también celebrada por una enorme porción de la sociedad civil. Las vejaciones van desde golpizas sistemáticas, reducción drástica de porciones de alimentos y prohibición de visitas, hasta abuso sexual, tortura, desaparición forzada y asesinato.
En estos meses se han precarizado las condiciones materiales y simbólicas de vida. Entre el racismo institucionalizado, la deshumanización de los presos, y la persecución y criminalización de la organización y los sectores populares, el Estado policial sigue cobrando vidas en los sectores populares. La generación del consenso ha sido exitoso en el país, no solo logró justificar esta transición hacia un estado de control estatal más elevado, sino que distorsionó en la opinión pública el concepto de crimen organizado.
Durante la debacle del Gobierno de la banca durante el periodo de su antecesor Guillermo Lasso, con los casos Gran Padrino y León de Troya, la opinión pública logró conectar momentáneamente a la burguesía con la maquinaria de la economía ilícita. La crisis institucional que sufrió el Estado ecuatoriano durante la develación de los vínculos entre el crimen organizado y la fracción de la burguesía del banquero presidente, logró diluir -pero no extinguir- el montaje discursivo que tanto Lenin Moreno como Guillermo Lasso instauraron respecto a los vínculos de la Organización Popular -la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) específicamente-, y el crimen organizado, que logró deslegitimar el estallido social de 2019 y el levantamiento de 2022, para buena porción de la sociedad.
Sin embargo, para cuando se declaró la muerte cruzada (destitución del presidente y disolución de la Asamblea Nacional) y se llamó a elecciones anticipadas, la maquinaria propagandística de la derecha logró Daniel Noboa, representante de la burguesía agroexportadora, con vínculos comprobables de tráfico de cocaína, llegara a la presidencia.
Con la espectacularización de la realidad y la precarización popular, Noboa logró disipar la mirada de los vínculos de la burguesía en el centro del poder político con el crimen organizado, y concentró a la opinión pública en la necesidad de un renovado mecanismo de control y represión contra la sociedad civil.
Según la periodista de investigación Karol Noroña, al menos 76 personas han sido ejecutadas por las FFAA y la Policía Nacional del 8 de enero al 2 de septiembre de 2024. A estas cifras se deben sumar los asesinatos extrajudiciales contra defensores del agua y los territorios que pueden vincularse con la cooperación entre empresa privada-crimen organizado-Estado.
Laura Richardson, Jefa del Comando Sur del Ejército de EEUU, logró una adenda al -ilegítimo e anticonstitucional- acuerdo militar entre Ecuador y EEUU, firmado tras bastidores durante los últimos días del banquero Lasso, en noviembre de 2023: Washington vigila y controla detenidamente el desarrollo político en el Ecuador.
En definitiva, este Ecuador de Noboa se define como una pantalla de humo torpemente fabricada, una campaña política permanente, un Gobierno que practica la sumisión a EEUU y sus extensiones crediticias multilaterales como el FMI y BM y la imposición del Estado policial.
Fuente: https://estrategia.la/2024/10/01/ecuador-noboa-y-las-logicas-del-narcoestado/
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